La Copa del Rey para El Príncipe
El equipo promovido por la Guardia Civil en el conflictivo barrio ceutí se clasifica para el torneo copero
“Este equipo de fútbol ayuda a que mucha gente, en especial de la barriada de El Príncipe, vea cómo la Guardia Civil tiende una mano a los más desfavorecidos. El AUGC de Ceuta dignifica al cuerpo en una zona caliente”. Así se expresa Fuad Harrus, el entrenador del AUGC Deportiva Ceuta, más conocido en la ciudad como el equipo de los guardias civiles por la antigua presencia de agentes en sus filas. Un conjunto de fútbol que llegó al liderato de la Regional Preferente de Ceuta tras derrotar por 1-4 al Ramón y Cajal el pasado 7 de marzo. La irrupción de la pandemia del coronavirus paralizó la co...
“Este equipo de fútbol ayuda a que mucha gente, en especial de la barriada de El Príncipe, vea cómo la Guardia Civil tiende una mano a los más desfavorecidos. El AUGC de Ceuta dignifica al cuerpo en una zona caliente”. Así se expresa Fuad Harrus, el entrenador del AUGC Deportiva Ceuta, más conocido en la ciudad como el equipo de los guardias civiles por la antigua presencia de agentes en sus filas. Un conjunto de fútbol que llegó al liderato de la Regional Preferente de Ceuta tras derrotar por 1-4 al Ramón y Cajal el pasado 7 de marzo. La irrupción de la pandemia del coronavirus paralizó la competición. El pasado viernes 8 de mayo, la Federación de Ceuta proclamó campeón al AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil). Como vencedor de un torneo territorial, el equipo de los guardias civiles de Ceuta tiene una plaza asegurada en la próxima edición de la Copa del Rey.
La participación en la Copa supone un sueño para una plantilla de 25 jugadores donde ya no hay guardias civiles. Sí hay militares, estudiantes y obreros en un grupo de entre 19 y 24 años, la mayoría provenientes de la barriada de El Príncipe, una de las zonas más conflictivas de Ceuta por sus altos índices de desempleo, inseguridad y abandono escolar. Considerado también como uno de los barrios más peligrosos de España, un 60% de su población menor de 25 años está en el paro. El fútbol ha abierto una puerta a la esperanza gracias a la labor de Rachid Sbihi, presidente del club y guardia civil destinado en la ciudad desde 1997. “Esta situación de ahora me recuerda a la de 2008, cuando también quedamos campeones territoriales. Entonces, la mitad del equipo sí eran guardias, gente joven que venía a Ceuta a hacer las prácticas antes de partir a sus respectivos destinos. Fue una camada de gran calidad. No obstante, la impronta de ser el equipo de la Guardia Civil ha permanecido en Ceuta”, afirma Rachid. “Tener la posibilidad de jugar la Copa supone una enorme ilusión para todos los futbolistas y los que componemos el club. Imagínese que pasamos de ronda y nos toca ya un Primera. Es una alegría para unos chavales que conozco desde que eran pequeños y a los que hemos dado la posibilidad de jugar en nuestro equipo al acabar su etapa juvenil”, sostiene el presidente, aficionado hasta la médula del Barcelona. “Las dos Ligas que ganamos después de que el Madrid perdiera en Tenerife en la última jornada me pillaron destinado allí”, comenta satisfecho.
Con 20 años de experiencia en el fútbol base de Ceuta, el presidente y su corta directiva de tres miembros experimentan que han tocado el cielo con las manos. “No solo por el título y poder jugar la Copa. Es que sientes que trabajar en un barrio como el de El Príncipe, ayudando a niños con el fútbol y acercando a la Guardia Civil en una actividad relacionada con el deporte, tiene recompensas que te gratifican. El Príncipe es una zona delicada, y todo lo que sea ayudar te llena”, añade el dirigente de un club que se mantiene gracias a la ayuda de pequeños comercios de la localidad. Estos pagan las camisetas y el material deportivo, mientras que el gasto de instalaciones y de arbitrajes los sufraga la Federación de Ceuta.
“Los chavales están como locos por la posibilidad de jugar la Copa la próxima temporada. Estos jóvenes son un reflejo claro de lo que es Ceuta. En el grupo conviven musulmanes y cristianos en un equipo presidido por un guardia civil y con tradición en este cuerpo. Esta ciudad es así, multicultural. Con equipos como el AUGC hacemos país”, presume el entrenador, Harrus. “No podemos negar que Ceuta es una zona caliente por la inmigración, las drogas y la presencia de subsaharianos que quieren pasar las fronteras de la Unión Europea”, añade.
La AUGC se ha unido a diversos clubes de Ceuta para ayudar a los más necesitados de la ciudad durante la pandemia. Y, además, van a la Copa.