La polémica compra del Newcastle por Arabia Saudí

La oferta del fondo soberano del país árabe pone a prueba el sistema de admisión de los clubes ingleses

Un partido del Newcastle en febrero.SCOTT HEPPELL (Reuters)

El acuerdo de venta del Newcastle al fondo soberano de Arabia Saudí por 300 millones de libras esterlinas (unos 343 millones de euros) ha colocado a la Premier ante una disyuntiva política y ética. Amnistía Internacional se apresuró a denunciar la semana pasada que el reino saudí pretende aprovechar la popularidad de la liga más rica de fútbol para regularizar su larga trayectoria de atentados contra los derechos humanos.

El acuerdo entre el actual propietario del Newcastle, el vendedor de artículos deportivos Mike Ashley, y el fondo saudí, está pendiente de la convalidación de la Premi...

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El acuerdo de venta del Newcastle al fondo soberano de Arabia Saudí por 300 millones de libras esterlinas (unos 343 millones de euros) ha colocado a la Premier ante una disyuntiva política y ética. Amnistía Internacional se apresuró a denunciar la semana pasada que el reino saudí pretende aprovechar la popularidad de la liga más rica de fútbol para regularizar su larga trayectoria de atentados contra los derechos humanos.

El acuerdo entre el actual propietario del Newcastle, el vendedor de artículos deportivos Mike Ashley, y el fondo saudí, está pendiente de la convalidación de la Premier. El balón bota en el techo de la patronal de los clubes ingleses, que en 2017 se autoimpuso un riguroso código ético de admisión para evitar el desembarco de delincuentes con afán de lavar su imagen.

Los criterios de admisión, recogidos en el reglamento de la Premier, se reunen en el denominado Owner’s and Director’s Tests. Según la organización, pretenden “examinar los requisitos que prohibirían a un individuo convertirse en propietario o directivo de un club” si en su historial asoman “cargos criminales, sanciones de organismos deportivos, y vulneraciones de las reglas del fútbol”, aunque en el país de origen de la persona en cuestión estos hechos no se consideren punibles.

Felix Jakens, jefe de campañas de Amnistía Internacional en el Reino Unido, señaló que el actual Gobierno de Arabia Saudí ha estado detrás de actos inadmisibles como el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, o el ataque indiscriminado a la población civil de Yemen. “La compra del Newcastle es el intento de Arabia Saudí de usar el prestigio y el glamour de la Premier como un instrumento de propaganda para distraer la atención del récord abismal de ese país en materia de vulneración de los derechos humanos”.

Mike Ashley, de vacaciones en Florida, espera noticias de Londres. La luz verde convertiría al Newcastle en uno de los clubes más ricos del mundo.

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