El Sevilla doma al Atlético
Los de Simeone, liderados por un gran João Félix, ceden un empate que el grupo de Lopetegui conserva todo el segundo tiempo con un partido trabado
Sin apenas margen de error para no poner más en riesgo acabar tercero o cuarto, el Atlético cedió un empate ante el Sevilla que le sobrepresiona aún más para certificar su presencia en la próxima Liga de Campeones. No le bastó un buen primer tiempo liderado por un excelso João Félix. Remontó un buen gol de De Jong, pero en el segundo tramo no pudo imponer el ritmo vertiginoso con el que conquistó el primer acto. Topó con un Sevilla que le embaucó con un fútbol perrero, de equipo resabiado que se apropió de una virtud muy del Atlético: jugar a que pase poco.
El partido respondió a lo que...
Sin apenas margen de error para no poner más en riesgo acabar tercero o cuarto, el Atlético cedió un empate ante el Sevilla que le sobrepresiona aún más para certificar su presencia en la próxima Liga de Campeones. No le bastó un buen primer tiempo liderado por un excelso João Félix. Remontó un buen gol de De Jong, pero en el segundo tramo no pudo imponer el ritmo vertiginoso con el que conquistó el primer acto. Topó con un Sevilla que le embaucó con un fútbol perrero, de equipo resabiado que se apropió de una virtud muy del Atlético: jugar a que pase poco.
El partido respondió a lo que había en juego y a la altura de dos equipos que de haber estado más finos podrían estar más cerca de la pelea por el título. Fue João Félix, secundado por el revoloteo de Correa y algunas subidas de Hermoso, sustituto del lesionado Lodi, el que elevó el listón del juego desde sus primeras intervenciones. Estuvo exquisito en cada balón que tocó. Apareció siempre al espacio libre y sus compañeros le detectaron con una frecuencia que se ha dado poco en lo que va de curso. Saúl, Koke y Llorente estuvieron concretos en la sala de máquinas. Jugaron a un toque vertical. Recibiendo en las agujas del entramado defensivo del Sevilla, João Félix se gustó. Lo mismo le filtraba un pase a Morata que le dejaba solo ante Vaclik o que tiraba una pared con Koke después de bailar a tres rivales mientras le arrinconaban.
Sin embargo, el Sevilla golpeó primero. Fue en una jugada elaborada desde atrás, donde Gudelj se instalaba entre los tres centrales para darle salida a la pelota. El volante serbio llevó la pelota hasta Navas, que en un acelerón retrató el reprís de Koke antes de combinar con Jordán. Al pase de este último salió Savic pasado de vueltas y se comió el amague con el cuerpo de De Jong. Liberado por la buena maniobra, fusiló a Oblak. El tanto habló de un delantero de mejores maneras y esfuerzos que números en su primera temporada en Nervión.
En 20 minutos el partido había sido del Atlético y el resultado del Sevilla. La carga rojiblanca continuó abanderada por João Félix, objeto de un penalti que tuvo que pasar por el VAR porque el trabón de Gudelj en un barullo tras un córner era difícil de apreciar ,así como la mano de Diego Carlos, finalmente señalada. La decisión final tuvo esa demora inquietante y desconcertante por lo que corta el ritmo y porque ya no se respeta que los futbolistas no rodeen al colegiado. Morata lo aprovechó con un lanzamiento abajo y esquinado para acabar con su racha de ocho partidos sin engordar su casillero.
El poco tiempo que tardó el Atlético en igualar el partido electrificó aún más el ambiente. De seguido, una pérdida inocente del Sevilla en el centro del campo la convirtió Koke en una contra que culminaba los mejores 45 minutos que se le han visto a João Félix. Su disparo duro entró tras tocar en un defensa sevillista. Estaba en ritmo el equipo de Simeone cuando el Sevilla amenazó con un cabezazo de Reguilón al que respondió Oblak con una parada de colocación y antebrazo. El rechace le fue a Ocampos, trabado inocentemente por Trippier en el giro. De nuevo, se frenó por el VAR un duelo vertiginoso antes de que Ocampos engañara a Oblak.
La igualada deparó a un Sevilla más dispuesto a jugar con el balón y el tiempo. Salió el equipo de Lopetegui ganador del primer tramo del segundo acto por su tenencia de la pelota. Tuvo que ser João Félix el que con un par de disparos lejanos devolviera a los locales el gobierno del partido. Ante esa nueva arremetida, el Sevilla ya jugó descaradamente con el empate. Cuando al Atlético le interesaba que se fuera a toda mecha, logró que se jugara un encuentro discontinuo. Durmió el partido con las pérdidas de tiempo de Vaclik y numerosas caídas de sus futbolistas.
Los cambios de los entrenadores remarcaron esa tendencia. Simeone dio entrada a Carrasco por Hermoso para volver a encajar a Saúl como lateral izquierdo, quitó al irregular Morata por Costa, y cerró la rueda de sustituciones con Vitolo por João Félix. Lopetegui maniobró con una primera respuesta defensiva, sacando a Sergi Gómez, un tercer central, por Jordán. Luego quitó a un desdibujado Suso para meter las piernas y la verticalidad de En-Nesyri por si se daba alguna contra.
El último movimiento fue para congelar más el juego con el Mudo Vázquez. Con esos graduales trueques de piezas se disputó la última media hora de juego. Para el Atlético, su empuje solo le dio para una ocasión clara de Carrasco, que envió la pelota por encima del larguero. Al Sevilla le bastó con domar el voltaje local para arañar un empate que redobla la presión sobre los rojiblancos en su carrera por acabar tercero o cuarto (los andaluces tienen dos puntos más). Lo del miércoles en Anfield será otra historia.