“La medalla de plata es un éxito, hay que recordar de dónde venimos”

El seleccionador David Martín subraya el mérito y las perspectivas de una generación que ha devuelto a España a la élite

Barcelona -
David Martín, seleccionador de waterpolo.ANTONIO BRONIC (REUTERS)

El valor de la medalla de plata y de su formidable actuación en el Campeonato del Mundo se fue imponiendo poco a poco a la rabia en el seno de la expedición del waterpolo masculino español en Gwangju. La desolación por la derrota ayer en la final ante Italia (5-10) se fue evaporando a medida que se ponderaba la importancia del doble logro de España, esa medalla plata que no se obtenía desde 2009 y la clasificación para los Juegos Olímpicos de 2020. Como broche a la cena en un restaurante de Gwangju, a la que acudieron los jugadores, técnicos y directivos españoles, hablaron el presidente de la...

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El valor de la medalla de plata y de su formidable actuación en el Campeonato del Mundo se fue imponiendo poco a poco a la rabia en el seno de la expedición del waterpolo masculino español en Gwangju. La desolación por la derrota ayer en la final ante Italia (5-10) se fue evaporando a medida que se ponderaba la importancia del doble logro de España, esa medalla plata que no se obtenía desde 2009 y la clasificación para los Juegos Olímpicos de 2020. Como broche a la cena en un restaurante de Gwangju, a la que acudieron los jugadores, técnicos y directivos españoles, hablaron el presidente de la Federación de Natación, Fernando Carpena; el capitán del equipo, Felipe Perrone; el más veterano, el portero de 39 años Daniel López Pinedo; y el seleccionador español, David Martín (Barcelona, 42 años). Martín, que empezó a entrenar en 2013, el mismo año en que puso fin a su carrera como jugador, fue elegido en diciembre de 2016 seleccionador con el objetivo de devolver a España a los puestos punteros.

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Pregunta. ¿Qué les ha dicho a sus jugadores en ese discurso tras la cena?

Respuesta. Les he felicitado por todo el trabajo, les he dicho que recuerden de dónde venimos, que en 2017, cuando se iniciaba este proyecto, fuimos novenos en el Mundial de Budapest. Y que hemos conseguido medalla en cinco de las seis últimas grandes competiciones. Solo fallamos en la Liga Mundial. Eso hay que valorarlo. España ha vuelto.

P. ¿Qué ha sucedido en la final?

R. No estamos del todo satisfechos. No hemos sido nosotros mismos. Éste es un equipo joven que debe realizar un aprendizaje sobre cómo afrontar este tipo de partidos. El ansia por conseguir el oro nos ha traicionado, hemos cometido errores, físicamente no hemos llegado del todo bien e Italia lo ha sabido aprovechar y ha jugado con mucho acierto.

P. La final ha deslucido la trayectoria española, pero, ¿se ha cumplido el objetivo?

R. Si me dicen hace un tiempo que íbamos a obtener la plaza para los Juegos y a jugar la final lo hubiera firmado. El gran, gran, objetivo se ha conseguido. Es un éxito de cojones, vamos a decirlo así. Si no, hubiéramos tenido que buscar una plaza en el Europeo de Budapest [en enero de 2020] y si no en el Preolímpico. De entrada, Hungría o Croacia no tendrán plaza y tendrán que jugar el Preolímpico. Para clasificarse deberán competir con selecciones muy complicadas como Montenegro, Grecia, Rusia y Alemania. De eso, nos libramos.

P. Han superado a los campeones de todo: Serbia (Juegos y Europeo) y Croacia (Mundial).

No somos conscientes del éxito que supone llegar a las finales masculina y femenina para un deporte minoritario como el nuestro

R. Es verdad que Serbia era una Serbia B porque tenían bajas, pero veníamos también de unos octavos muy exigentes contra Japón, un rival muy duro y peligroso. Contra Croacia nadie daba un duro por nosotros. Italia ha sabido utilizar esa mentalidad de llegar a la final sin ser favorito. Un poco al contrario de lo que sucedió el año pasado en las semifinales del Europeo en que les superamos. Llegaba escondida y el hecho de que se haya puesto por delante en el marcador ha pesado mucho. Y físicamente, no hemos encontrado la energía suficiente.

P. ¿Ha tenido que poner en antecedentes a los más jóvenes?

R. Es que en el Mundial no se jugaba una final desde 2009, en los Juegos, desde 1996, y la de los Europeos la jugamos el año pasado, pero la anterior había sido en 1991. Ha llovido mucho. El mensaje es este: estamos luchando por algo que es muy, muy difícil. En todo caso, ahí estamos y la gente, ahora, ya nos tiene en cuenta. Haber jugado dos finales seguidas en estos dos últimos años dice mucho de nosotros. Hemos creado un equipo joven y somos muy peligrosos.

P. Comenta que en la final han pagado un poco la carga física del torneo y de toda la temporada. ¿Juegan un exceso de partidos?

El calendario es brutal y debería hacerse para proteger al jugador

R. Muchos jugadores se han lesionado o han llegado físicamente tocados. El calendario, sobre todo para los que juegan la Champions League, es brutal. Por eso también tiene tanta importancia haber obtenido la clasificación para los Juegos. Es algo que deberíamos estudiar. El calendario se debería confeccionar teniendo en cuenta al jugador, protegerlo un poco. Los serbios, que ya estaban clasificados para los Juegos, han competido en el Mundial sin seis de sus jugadores más veteranos.

P. ¿Cómo valora que las dos selecciones españolas, la masculina y la femenina, hayan llegado a sus respectivas finales?

R. Es un éxito absoluto, brutal. No somos conscientes de lo que significa esto para un deporte minoritario como el nuestro y que, en número de licencias, está muy por debajo de la mayoría de los países contra los que competimos. Es muy complicado. Esto debe animar a los niños que quieran jugar al waterpolo, alimentar sus sueños y que insistan.

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