Llull aprieta y el Madrid vuelve a ganar al Valencia

Una racha del base blanco lanza a los de Laso, de nuevo muy superiores al equipo naranja (79-66)

Llull lanza a canasta.BALLESTEROS (EFE)

No suele haber dos partidos iguales en una serie de playoff y el segundo de la semifinal entre Real Madrid y Valencia, pese al resultado, no se pareció al primero. La amplia victoria blanca se originó en un arreón furioso de Sergio Llull al final del segundo cuarto. El base balear encadenó tres triples seguidos para acabar con la revuelta del Valencia, que se había llegado a poner 13 arriba al comienzo del segundo periodo. Superado el susto, el Madrid puso la directa hacia el 2-0.

Salieron los de Laso algo confiados. El triunfo sin sudar del jueves provocó cierta relajación, que en los ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

No suele haber dos partidos iguales en una serie de playoff y el segundo de la semifinal entre Real Madrid y Valencia, pese al resultado, no se pareció al primero. La amplia victoria blanca se originó en un arreón furioso de Sergio Llull al final del segundo cuarto. El base balear encadenó tres triples seguidos para acabar con la revuelta del Valencia, que se había llegado a poner 13 arriba al comienzo del segundo periodo. Superado el susto, el Madrid puso la directa hacia el 2-0.

Real Madrid, 79 - Valencia, 66

Real Madrid: Randolph (9), Rudy (7), Campazzo (9), Tavares (5) y Taylor (11) —equipo inicial—, Causeur, Ayón (10), Reyes (0), Llull (13), Carroll (4), Deck y Thompkins (11).

Valencia: Labeyrie (4), Dubljevic (12), Vives (7), Sastre (5) y Doornekamp (2) -equipo inicial-, Abalde (3), Diot (2), Van Rossom (2), Thomas (10), Tobey (12), San Emeterio (7) y Martínez (0).

Árbitros: J.A. Martín Bertrán, Fernando Calatrava y Rafael Serrano. Sin eliminados.

Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 9.373 espectadores.

Hoy se juega el segundo partido de la semifinal entre el Barcelona y el Zaragoza (21.00, #Vamos).

Salieron los de Laso algo confiados. El triunfo sin sudar del jueves provocó cierta relajación, que en los primeros minutos los blancos notaron para bien. El balón se movía con facilidad, Rudy se gustaba y Randolph las metía. En el Valencia Dubljevic no iba a permitir otra humillación y asumió la responsabilidad anotadora de su equipo. En unos minutos se pasó del 12-8 al 14-27, un parcial de 2-19 con siete puntos seguidos de San Emeterio que silenciaba el WiZink.

El Valencia lo metía todo y solo algún triple aislado de Thompkins aliviaba al Madrid. Hasta que Llull surgió para ser el Llull de siempre. Tres triples de los suyos, de los de no pararse a pensar, de los que no le entraron en la Final Four ante el CSKA, pero que este sábado aparecieron cuando más falta hacían a su equipo. La locura del base blanco volteó el partido en un santiamén: 42-36 al descanso y el Valencia preguntándose por qué.

Tras el descanso se siguió con la misma dinámica. El Madrid había entrado en ritmo y rápidamente el Valencia se dio cuenta de que no podía pararlo. Randolph, Taylor, Campazzo y Ayón se unieron en algún momento al flujo anotador y el marcador se disparó: 55-38. El atasco naranja era monumental y la única oportunidad de los de Ponsamau era endurecer el partido. Lo consiguió mínimamente bajo el liderazgo de Will Thomas poco antes del final del tercer cuarto (59-49), pero Campazzo subió las revoluciones y el Madrid volvió a poner tierra de por medio.

El último cuarto fue muy prescindible. El Valencia se había entregado por completo y ya solo tenía la mente en volver a casa y comenzar la remontada allí. Hubo incluso tiempo para el homenaje a Felipe Reyes, que jugó su partido número 1.000 con la camiseta blanca. El lunes la serie se mueve al Levante y el objetivo taronja es seguir con vida un día más. Por lo visto hasta ahora el Madrid maneja con solvencia y sabe que cuando quiere apretar es irresistible. Ahora mismo parece que está reservando sitio en la final.

Sobre la firma

Archivado En