El Sevilla luce pegada y acerca al Rayo a Segunda

Los de Caparrós, liderados por Munir, cerfifican virtualmente una plaza europea y mantienen la pelea por la Champions; Gil, primer jugador nacido en este siglo que marca en LaLiga

Sarabia dispara ante Gálvez. Jose Manuel Vidal. (EFE)

No hay consuelo posible para el Rayo Vallecano, que camina de forma irremediable hacia la Segunda División. Paco Jémez lo intentó en el Sánchez Pizjuán con un planteamiento tan valiente como imprudente ante un Sevilla al que le falta algo de juego, pero que tiene una pegada excelente. Por eso, con su goleada ante el conjunto rayista, los andaluces prácticamente certifican su presencia en Europa una temporada más, entrando de lleno en la pelea por la cuarta plaza después de la derrota del Valencia. El Rayo, colista, a siete p...

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No hay consuelo posible para el Rayo Vallecano, que camina de forma irremediable hacia la Segunda División. Paco Jémez lo intentó en el Sánchez Pizjuán con un planteamiento tan valiente como imprudente ante un Sevilla al que le falta algo de juego, pero que tiene una pegada excelente. Por eso, con su goleada ante el conjunto rayista, los andaluces prácticamente certifican su presencia en Europa una temporada más, entrando de lleno en la pelea por la cuarta plaza después de la derrota del Valencia. El Rayo, colista, a siete puntos de la salvación cuando faltan cuatro partidos, sobrevivió en la primera mitad gracias a su meta Alberto. Momentos en los que su planteamiento de tres defensas colocados de manera adelantada fue superado una y otra vez por los jugadores locales. Luego, ni Alberto pudo evitar la hecatombe rayista.

El panorama se abrió para el Sevilla después de un cambio de juego espectacular de Banega a los 55 minutos, que Munir dejó atrás con clase para que Promes marcara el primer gol. El equipo de Caparrós se desató a partir de ese instante. Una cascada de pases, remates y goles que acabaron con el Rayo. Sin oponer resistencia, los de Jémez se entregaron a la estelar actuación de Munir, autor de dos goles y decisivo en el resto de dianas de los andaluces rumbo a la goleada.

Para que la fiesta fuera completa, el pastel se adornó con la guinda del gol de Gil, el primero que hace el futbolista juvenil en el primer equipo. El canterano tiene clase, como demostró en el gran recorte que le hizo a Amat dentro del área. A sus 18 años, es el primer futbolista de LaLiga nacido en el siglo XXI que logra marcar.

El Sevilla, a nueve puntos del octavo clasificado, prácticamente ha certificado su clasificación para Europa una temporada más. Algo que se repetirá de forma consecutiva por séptima vez. La 14ª clasificación en los últimos 15 años, pues solo faltó a su cita continental en el ejercicio 2012-2013.

El Rayo deberá concentrarse ya en acabar de manera digna una temporada que se le ha complicado muchísimo. Con 62 goles en contra es imposible mantenerse en Primera División, por lo que su rehabilitación para el próximo ejercicio debería comenzar por la construcción de un importante sistema defensivo. En Nervión, fue un auténtico coladero. La afición del Sevilla despidió a los jugadores con una enorme ovación. En la inopia de Jémez, el Rayo se permitió algunos lujos poco apropiados para un colista. Lo mismo sacaba el balón desde su área con exquisita soltura que sufría, una y otra vez, con cualquier robo de balón de los jugadores del Sevilla.

Un buen Alberto

Sin hacer nada del otro mundo, los de Caparrós acumularon ocasión tras ocasión en una primera parte donde comenzaron a mostrar su enorme dominio. Opciones que no se transformaron en gol debido a la impericia de sus atacantes, como en los remates francos de Vázquez o Sarabia, o, sobre todo, por la buena actuación de Alberto. El meta, al que Jémez le ha dado la titularidad, le detuvo los caminos del gol al Sevilla hasta en tres claras opciones de los andaluces. Atado a su portero, el Rayo sobrevivió al descanso con un cero a cero que apenas aliviaba su situación clasificatoria. El Sevilla, con Ben Yedder gris, había perdido una opción tras otra. Los de Caparrós acumularon 12 remates en el primer tiempo sin éxito alguno.

Todo dio un giro radical después de ese gran cambio de juego de Banega y de la acción de Promes. Se abrió la lata y el Sevilla dibujó por fin su plan de partido diseñado para imponer su mayor potencial goleador. Todo lo que había fallado en la primera mitad lo transformó en la segunda mitad. El Rayo bajó los brazos viéndose en Segunda División, hundido después de una dura temporada.

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