Marejada en la natación española

La federación destituye al director técnico, Albert Tubella, señalado como culpable de los malos resultados de la clasificación para el Mundial

Albert Tubella, exdirector técnico de la federación española de natación.DIARIO AS

El fracaso del campeonato nacional de natación abierto que concluyó en Sabadell la semana pasada ha provocado una marejada cuya primera víctima ha sido el director técnico, Albert Tubella. Este lunes la federación española de natación emitió un comunicado oficial mediante el cual su presidente, Fernando Carpena, anunciaba tres medidas adoptadas “con carácter extraordinario”. Destituir a Tubella; designar a Fred Vergnoux como "coordinador" del equipo hasta la finalización de la temporada; y anunciar a los seleccionados para disputar las pruebas de natación en línea de los Mundiales de julio en ...

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El fracaso del campeonato nacional de natación abierto que concluyó en Sabadell la semana pasada ha provocado una marejada cuya primera víctima ha sido el director técnico, Albert Tubella. Este lunes la federación española de natación emitió un comunicado oficial mediante el cual su presidente, Fernando Carpena, anunciaba tres medidas adoptadas “con carácter extraordinario”. Destituir a Tubella; designar a Fred Vergnoux como "coordinador" del equipo hasta la finalización de la temporada; y anunciar a los seleccionados para disputar las pruebas de natación en línea de los Mundiales de julio en Guangjou (Corea del Sur). En total, cinco nadadoras y dos nadadores: Mireia Belmonte, Marina García, Jimena Pérez, Jessica Vall, África Zamorano, Juan Francisco Segura y Hugo González de Oliveira.

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La lista de seleccionados es breve. Pero habría sido mucho más reducida si se consideraba el estricto cumplimiento de los criterios impuestos por Tubella para acudir a Corea, origen de la crisis que desembocó en su despido.

En mayo de 2018, coincidiendo con el ecuador del ciclo olímpico de Tokio, Tubella diseñó un proceso de selección que tendría en el Open de Sabadell uno de sus puntos clave. Históricamente, la clasificación para los Mundiales incluía a aquellos nadadores que cubrían la distancia de sus pruebas en un tiempo mínimo preestablecido, sin atender si lo hacían en las series, en las semifinales o en la final. Bastaba conque nadaran por debajo del tiempo señalado. Pero en 2018 el director técnico estableció que los nadadores debían lograr marcas mínimas en las series y en las semifinales, y que luego debían ocupar uno de los dos primeros puestos en la final. Para completar el proceso, el Open se alargó de cuatro a cinco jornadas. Tubella explicó que aumentando los obstáculos se reproducían la clase de desafíos que los nadadores encontrarían en los Mundiales y los Juegos. El resultado fue penoso. De las casi 30 pruebas que afrontaron los siete nadadores que finalmente irán a Guangjou, solo en cinco se lograron las mínimas por la vía regular. Mireia Belmonte clasificó para tres (1.500, 800 y 400 estilos), Marina García para 200 braza y Jimena Pérez en 1.500. Ningún hombre hizo marca, a excepción de Hugo González, que apuntó una mínima en las preliminares de 200 estilos antes de agotarse en la final.

Los nadadores confesaron que vivieron las jornadas del campeonato con mucho estrés. Jessica Vall dijo que los criterios impuestos, más que estimulantes, suponían una “mochila” en su espalda ya que nadaba sin referencias. No son pocos los técnicos que indicaron que no tenía sentido intentar reproducir las condiciones de unos Mundiales en Sabadell, dado que aquí no había competencia y, por tanto, los nadadores no encontraban la referencia imprescindible de grandes rivales que marcaran el ritmo de carrera en las calles adyacentes. Las marcas señaladas por Tubella, por sí solas, representaban un murallón: solo están a la altura de los diez mejores nadadores del mundo en cada especialidad. Demasiado para los solitarios españoles reunidos en Sabadell con el fin de batirse a sí mismos en piscinas poco concurridas por ejecutantes de primer nivel.

El fiasco desvirtuó el procedimiento clasificatorio. La federación debió recurrir al artículo 1.2.7 de los criterios de Tubella, que reserva a los técnicos responsables “el derecho a proponer la selección de algún nadador que no haya cumplido estrictamente los criterios”.

La estrategia de la natación en línea quedará en manos de Luis Villanueva, técnico del Consejo Superior de Deportes y mano derecha del presidente federativo Fernando Carpena, y del primer entrenador del equipo, Fred Vergnoux, que hasta ahora se había centrado en preparar su propio grupo de nadadores, entre los que destacan Jimena Pérez y Mireia Belmonte. Ahora la federación señala a Vergnoux como "coordinador", aunque no existe un nombramiento oficial que lo designe como sucesor de Tubella. Mientras tanto, el técnico francés deberá dirigir las operaciones del equipo al completo. Comenzando por la concentración que se inicia este lunes en Tenerife.

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