El Baskonia resuelve un mal partido ante el Bayern con un gran resultado

Los de Perasovic alcanzan a los alemanes en la séptima plaza y les ganan el average en la pelea por el top-8

Williams y Diop buscan un reboteL. RICO (EL PAÍS)

Hay veces en las que un partido malo no permite que los cinco sentidos se despeguen de la cancha. Sucede cuando los dos equipos rivalizan en errores y el marcador no se decanta ni para un bando ni para el otro. El sopor da paso entonces a la incertidumbre, y a un escalón más, la emoción. Así que se puede decir que el partido del Buesa Arena no fue bueno, sino más bien tirando a malo, pero sí resultó emocionante, sobre todo en los instantes finales, cuando los dos equipos, en la misma tónica que en el resto de los minutos, fallaron más de la cuenta.

Para el Baskonia cayó la moneda de car...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay veces en las que un partido malo no permite que los cinco sentidos se despeguen de la cancha. Sucede cuando los dos equipos rivalizan en errores y el marcador no se decanta ni para un bando ni para el otro. El sopor da paso entonces a la incertidumbre, y a un escalón más, la emoción. Así que se puede decir que el partido del Buesa Arena no fue bueno, sino más bien tirando a malo, pero sí resultó emocionante, sobre todo en los instantes finales, cuando los dos equipos, en la misma tónica que en el resto de los minutos, fallaron más de la cuenta.

Para el Baskonia cayó la moneda de cara, porque erró menos. Además, una canasta de Poirier a falta de seis décimas, consiguió que los vitorianos acabaran ganando por ocho puntos. En Munich, el Bayern ganó por seis, y todos los detalles cuentan en una Euroliga tan igualada en la que vascos y bávaros están empatados a victorias y derrotas en la frontera del play off.

Más información

Aunque mandó casi siempre en el marcador, el Baskonia nunca lo tuvo demasiado claro. Fallones en el tiro y perdiendo demasiados balones –cuatro más que el Bayern al final–, los hombres de Perasovic no se sintieron cómodos en la cancha cuando Nihad Dedovic, ese jugador de baloncesto con un look similar al del futbolista Ibrahimovic, imponía su potencia bajo la canasta. Poirier no andaba fino en el inicio. La primera canasta llegó, después de reiterados errores de ambos equipos, cuando ya se habían consumido casi tres minutos de juego. La consiguió el Bayern que, sin embargo, cedería el dominio al Baskonia. El primer cuarto acabó con un 19-16 de juego pobre.

El equipo alemán salió agresivo en el segundo, pero se le acabó pronto el fuelle, aunque un ale-up impresionante de Williams puso a su equipo por delante. A trancas y barrancas, el equipo de Perasovic remontó para llegar al descanso con ventaja mínima de un punto después de una canasta de Voigtmann en el límite.

Nada mejoró en la segunda parte. Los números seguían siendo muy pobres. Cuando ya se habían consumido cinco minutos del tercer cuarto, el parcial era 6-2 a favor del Baskonia. Se corría de una canasta a otra sin ningún criterio. El equipo local no le encontraba sentido al juego y el Bayern, menos.

Parecía que, por decantación, el Baskonia se iba a hacer con el triunfo, y más todavía cuando alcanzó una diferencia de diez puntos con sólo dos minutos por delante, pero en el juego de errores de ambos equipos, el Bayern apretó el luminoso. Fueron momentos de baloncesto desastroso, que culminaron con una pérdida del equipo vitoriano porque Marcelinho Huertas agotó el tiempo de saque en una acción en la que no encontró pase claro.

Y cuando parecía que la igualdad sería máxima incluso en la diferencia de seis puntos a favor de uno u otro en el cómputo de ambos partidos, un lanzamiento triple a la remanguillé, acabó con el rebote en manos de Poirier, que tiró casi sin tiempo y anotó. Los bávaros pidieron la revisión, pero la repetición dejó claro que le quedaban seis décimas al marcador. El Baskonia sigue en la pelea.

Archivado En