El Rayo gana al Alavés y sale del descenso

El conjunto vitoriano cae por primera vez en su feudo de Mendizorroza

Los jugadores del Rayo celebran el gol al Alavés.Juan Manuel Serrano Arce (Getty )

Por mucho que llueva sobre Mendizorroza, el agua no consigue despeinar a Raúl De Tomás, que metió la primera que tuvo y dio al Rayo una victoria que lo saca del descenso. Sólo se había consumido un minuto de la segunda parte, después de que la primera terminara con un remate al palo del alavesista Burgui, cuando RDT cazó un remate de cabeza que propició la primera derrota del Alavés en casa.

 Sólo se había consumido un minuto de la segunda parte, después de que la primera terminara con un remate al palo del alavesista Burgui, cuando RDT, que así figura su nombre en la camiseta, cazó un ...

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Por mucho que llueva sobre Mendizorroza, el agua no consigue despeinar a Raúl De Tomás, que metió la primera que tuvo y dio al Rayo una victoria que lo saca del descenso. Sólo se había consumido un minuto de la segunda parte, después de que la primera terminara con un remate al palo del alavesista Burgui, cuando RDT cazó un remate de cabeza que propició la primera derrota del Alavés en casa.

Alavés, 0 - Rayo, 1

Alavés: Pacheco; Martín, Laguardia, Maripán, Duarte; Burgui (Sobrino, m. 74), Manu (Jony, m. 66), Darko, Wakaso; Calleri y Borja Bastón (Guidetti, m. 74). No utilizados: Sivera, Diéguez, Torres y Ximo Navarro.

Rayo: Dimitrievski; Velázquez, Ba, Amat; Advíncula, Comesaña, Imbula, Alex Moreno; Embarba (Álvaro, m. 65), Trejo (Bebe, m. 79) y De Tomás (Medrán, m. 86). No utilizados: Alberto, Gálvez, Pozo y Tito.

Goles: 0-1. De Tomás. M. 47.

Árbitro: Melero López. Tarjetas amarillas a Maripán, Alex Moreno, Pacheco, Imbula, Comesaña, Medrán y Bebe. Árbitro del VAR: Álvarez Izquierdo.

Mendizorroza, 13.982 espectadores.

 Sólo se había consumido un minuto de la segunda parte, después de que la primera terminara con un remate al palo del alavesista Burgui, cuando RDT, que así figura su nombre en la camiseta, cazó un remate de cabeza. Y ya van nueve.

Por una vez su equipo, el Rayo, fue el Alavés, mientras que el Alavés no lo fue, ni siquiera fue el Rayo, al menos el de los últimos tiempos, ese que se ha convencido de que puede salir de pobre.

El Alavés no es el Alavés desde que el calendario liguero ha dado la vuelta a la esquina. No es el equipo que desbordó al Rayo en la primera vuelta, como se desbordan los pantanos de las afueras de Vitoria y le metió cinco goles en Vallecas.

Este Alavés es otro desde que pisó la moqueta de la zona Champions y oteó en el horizonte los oropeles de la nobleza futbolística en LaLiga. Dos derrotas en los últimos dos partidos le aflojan el fuelle. El Rayo, mientras, deja atrás la respiración asistida en la UVI y baja a planta. Está fuera de la zona de descenso después de jugar como lo hace el Alavés con el marcador a favor; tras enredar en su tela de araña al equipo de Abelardo, que apretó lo que pudo, pero no se encontró cómodo en la incomodidad, algo en lo que suele ser especialista, y de lo que se ha beneficiado en muchos partidos del campeonato.

Ni siquiera se aprovechó el equipo vitoriano de la ingenuidad defensiva del equipo madrileño, especialista en perder balones en zonas peligrosas. Llegó el Alavés varias veces tras el gol de De Tomás, pero casi nunca con la claridad necesaria como para igualar el marcador. Tuvo que recurrir a Jony para ganar presencia en la banda, pero tampoco funcionó el plan B porque el conjunto madrileño se atrincheró en su área y buscó las contras. Cuando Raúl De Tomás fue sustituido, al Alavés no le quedaban fuerzas para contestar su gol, y él, sin embargo, conservaba el tupé engominado como si no hubiera caído ni una gota de agua sobre Mendizorroza ni se hubieran desbordado los pantanos.

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