El Valencia no puede con un peleón Eibar

El conjunto de Marcelino vuelve a empatar y se marcha de Ipurua muy molesto con el VAR

Wass y Cucurella pugnan por un balón.Gorka Estrada (EFE)

Castigado por dos lesiones consecutivas en el tramo final de la primera mitad que obligaron a Marcelino a rediseñar su once y por las irregularidades en la aplicación del VAR, el Valencia no pudo pasar del empate a uno en Ipurua ante un Eibar directo, combativo y peleón. Apremiado por ganar, el bloque de Mestalla, al que se le agota el tiempo para salir de la cola del pelotón. Acumuló méritos para ganar el Valencia pero se marchó con un punto escaso e inútil y con Marcelino muy enfadado.

El Valencia puso a prueba en Ipurua la veracidad de la victoria de relumbrón que consiguió el miérco...

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Castigado por dos lesiones consecutivas en el tramo final de la primera mitad que obligaron a Marcelino a rediseñar su once y por las irregularidades en la aplicación del VAR, el Valencia no pudo pasar del empate a uno en Ipurua ante un Eibar directo, combativo y peleón. Apremiado por ganar, el bloque de Mestalla, al que se le agota el tiempo para salir de la cola del pelotón. Acumuló méritos para ganar el Valencia pero se marchó con un punto escaso e inútil y con Marcelino muy enfadado.

El Valencia puso a prueba en Ipurua la veracidad de la victoria de relumbrón que consiguió el miércoles en Liga de Campeones ante el rácano Manchester United de Mourinho. El Eibar, atrincherado en su pequeño fuerte, era otro perfil de rival: uno intenso, con hambre, con intensidad, un equipo de Mendilibar, uno de los mejores entrenadores del campeonato. La actitud del once armero no tenía que ver con la pasividad del United. Muy pronto se constató. El Eibar se apoderó del balón y de la iniciativa mientras que el Valencia empezó atenazado por la presión de su clasificación, a cuatro puntos del descenso y por su falta de soluciones a una crisis que podía marcharse ya a las dieciséis jornadas disputadas. Poco a poco se soltaría el grupo de Marcelino.

Acurrucado atrás, el Valencia disparaba por el carril izquierdo a Cheryshev, sustituto de Gonçalo Guedes, operado el viernes de su maldita pubalgia. El ruso hizo daño a la espalda de Orellana y comandó el juego. Primero con un disparo por encima del larguero y luego con un centro sobre Rodrigo que Asier Riesgo envío a córner tras un disparo del hispano brasileño. El meta eibarrés se estiró para birlarle el gol a Rodrigo, que cerró los ojos en un gesto elocuente.

El mal fario de Rodrigo con el gol se rompió, minutos después, en Ipurua. El internacional español, que no marcaba desde la primera jornada de liga ante el Atleti, rompió su maleficio. En diez minutos de inspiración, el Valencia se puso a jugar con fluidez y zarandeó al Eibar de costado a costado con Cheryshev y Soler en los costados y Parejo manejando con pericia. El capitán recogió un balón de Carlos Soler y abrió a la derecha sobre la subida de Wass; el danés centro raso entre el portero y los centrales armeros y Rodrigo en el segundo palo empujó a gol después de que Santi Mina no llegara. Tras el tanto, Rodrigo sacó el balón del estadio en un festejo cargado de rabia, liberando tensión.

Marcelino recuperó a Gabriel Paulista, lesionado ante el Sevilla, para otro partido decisivo. El brasileño formó junto a Garay en el eje de la zaga. Las defensas antiaéreas del equipo del murciélago estaban listas para combatir el bombardeo eibarrés hasta que cayó Gabriel al borde del descanso. Los isquiotibiales de su pierna derecha dijeron hasta aquí y provocaron la entrada de Diakhaby. Mientras le ponían hielo en el banquillo al central brasileño, Coquelin se echó al suelo. En un mal gesto, el francés se lesionó en la zona de los gemelos de su pierna izquierda y obligó a Marcelino a gastar otro cambio. Kondogbia hizo crack ante la Juve. En cuatro días, el Valencia ha perdido a sus dos mediocentros de contención. Llueven las lesiones en el vestuario blanquinegro.

La doble lesión en apenas cinco minutos cambió el partido. Con el Valencia ajustándose tras la entrada de Diakhaby y Piccini, el Eibar cargó de salida en el inicio del segundo acto. Intensos y jugando de primeras, los azulgrana acorralaron al Valencia cerca de las narices de Neto. Un centro de Sergi Enrich desde la derecha tocó en la mano de Gayà, que estaba de espaldas en el salto mirando a portería. El VAR advirtió al árbitro Adrián Cordero que pitó penalti y Charles empató el partido.

El Valencia y el VAR no se llevan bien pese a aquel penalti de Getafe. Los árbitros de la sala de videoarbitraje no revisaron una caída de Santi Mina superado el minuto 70. El gallego que enfrentaba a Asier Riesgo, cayó al suelo abrazado de la cintura por Paulo Oliveira. Nadie llamó la atención del árbitro pese a que Marcelino, sin respuesta, protestó y gesticuló reclamando la revisión de la jugada. Mientras el Valencia asumía su castigo, Cote estrelló un balón en el travesaño al saque de una falta. En los minutos finales, los de Marcelino se estiraron pero arriba volvió a faltar precisión o apareció Asier Riesgo. El VAR tampoco intervino en unas manos claras de Diakhaby dentro del área.

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