Jorge Campillo, en un grande y sin patrocinador en la gorra

El golfista cacereño, número 70 del mundo, busca anunciante en el mejor año de su carrera

Jorge Campillo, en una práctica.Andrew Redington (Getty)

En este mundo de anuncios andantes que son los golfistas, resulta chocante ver la gorra virgen de Jorge Campillo. Ni una marca deportiva ni un anunciante sobre la tela azul que cubre la cabeza del cacereño de 32 años. Una situación muy extraña para el participante en un grande, por mucho que sea su debut en los majors. No en vano es el 70º del mundo en la mejor temporada de su carrera: segundo en Malasia, tercero en China e Irlanda, a punto de su primer triunfo profesional.

“No me preocupa mucho, pero es llam...

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En este mundo de anuncios andantes que son los golfistas, resulta chocante ver la gorra virgen de Jorge Campillo. Ni una marca deportiva ni un anunciante sobre la tela azul que cubre la cabeza del cacereño de 32 años. Una situación muy extraña para el participante en un grande, por mucho que sea su debut en los majors. No en vano es el 70º del mundo en la mejor temporada de su carrera: segundo en Malasia, tercero en China e Irlanda, a punto de su primer triunfo profesional.

“No me preocupa mucho, pero es llamativo. No sé qué está pasando. ¡Si estoy en la tele casi todas las semanas!”, cuenta el sonriente Campillo, que mira a este Open Británico como un escaparate en el que exponer su producto. Por ahora solo la sastrería Jajoan y bodegas Williams & Humbert, dos marcas españolas, ponen sus nombres en el polo del jugador, y la japonesa Mizuno en la bolsa de palos.

“La situación de ahora no es la misma que a principios de año”, cuenta Gorka Guillén, su agente en la poderosa agencia IMG desde que Campillo se hizo profesional en 2009 tras una brillante carrera amateur en la Universidad de Indiana. TaylorMade, la marca que rotulaba su gorra en los últimos seis años, no renovó su contrato, como el de muchos otros jugadores, después de que Adidas vendiera el año pasado la división por 425 millones de dólares. Solo sobrevivieron los peces gordos. Campillo cayó de la lista. “Pero ahora hay gente que se está dando de morros. Se dan cuenta de que se han equivocado”, añade Guillén, que esta semana comienza a negociar los contratos de patrocinio del próximo curso.

Otaegui, en Carnoustie.getty

Mientras, Campillo es todo ilusión ante su debut grande, y firma en Escocia los autógrafos que no le piden en España. “Tengo esas mariposas en el estómago. Espero que esa ilusión me pueda más que el cansancio. Quiero llegar a clasificarme para el Masters de Augusta. Es el gran objetivo para fin de año. Sería subir 20 puestos en la clasificación mundial. Por ahora estoy tranquilo, sin vértigo. Tengo los deberes de la temporada hechos. Una buena semana me ayudaría a darme a conocer”.

Quien también quiere salir en las fotos es Adrian Otaegui. El vasco, de 25 años, es el primer reserva del Open. Cualquiera baja hasta que salga el último partido del jueves le permitirá debutar en un grande —y si no ya tiene plaza asegurada para el PGA en agosto—. Mientras mira nervioso el móvil a la espera de una buena noticia para él, el 79º del mundo se prepara como si fuera a jugar. Él sí lleva patrocinador en la gorra: TaylorMade.

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