Ángel frustra al Sevilla

Un gol del delantero del Getafe en la prolongación tras un error del portero Rico impide el triunfo casi hecho de los andaluces

Rico protesta ante el colegiado Alberola Rojas el gol del empate del Getafe. JULIO MUÑOZ (EFE)

Fue mejor el Sevilla, que mereció el triunfo ante un competitivo Getafe. El fútbol, no obstante, tiene elementos incontrolables, cercanos a la fatalidad. En este caso, para los andaluces. El Getafe, siempre competitivo, impecable en su orden defensivo, empató un partido que tenía perdido en el minuto 93 con un balón al área donde Cala chocó con Rico, que salió de manera blanda y permitió que el contacto del defensa con el portero habilitara luego a Ángel, que marcó a placer. El colegiado, Alberola Rojas, estimó que el c...

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Fue mejor el Sevilla, que mereció el triunfo ante un competitivo Getafe. El fútbol, no obstante, tiene elementos incontrolables, cercanos a la fatalidad. En este caso, para los andaluces. El Getafe, siempre competitivo, impecable en su orden defensivo, empató un partido que tenía perdido en el minuto 93 con un balón al área donde Cala chocó con Rico, que salió de manera blanda y permitió que el contacto del defensa con el portero habilitara luego a Ángel, que marcó a placer. El colegiado, Alberola Rojas, estimó que el contacto no fue falta y dio el gol. Rico, casi siempre decisivo para bien de su equipo, no estuvo esta vez afortunado. El Sevilla, activado por los cambios de Montella, superó al Getafe en un segundo tiempo estupendo. Además del excelente gol de Muriel, Banega lanzó al palo en la ocasión más clara para definir el choque de manera definitiva. No lo hizo el Sevilla y el Getafe tuvo aliento y fe hasta el final.

En el minuto 93, cuando nadie lo esperaba, llegó el tanto de los madrileños, que frustró al Sevilla y hace que el conjunto andaluz se quede a siete puntos del Valencia y cuatro del Villarreal. A los locales les queda el lamento por una jugada polémica. Un auténtico jarro de gua fría para las aspiraciones de este Sevilla de Montella y gloria para un Getafe muy bien trabajado por José Bordalás.

Una de las claves de la recuperación del Sevilla ha sido la apuesta de Montella por un bloque definido de futbolistas. Ante el Getafe, la recuperación del conjunto andaluz no tenía más remedio que enfrentarse a dos obstáculos importantes. El primero, sin duda, la falta de frescura de elementos determinantes en el juego del Sevilla después de la intensidad de la eliminatoria copera ante el Atlético. El segundo, por supuesto, el carácter competitivo de un Getafe ordenado, que se plantó en Nervión con un solidario y excelente planteamiento. El repliegue intensivo con el que Bordalás obsequió a Montella exigía desde el primer minuto enormes dosis de precisión y calidad en los jugadores del Sevilla. El triángulo en el que se sustenta el cuadro andaluz, formado por N'Zonzi, Banega y Vázquez, jamás desistió en su intento de superar las ordenadas líneas del Getafe. No obstante, casi nunca logró su objetivo. Al Sevilla le costaba un mundo superar la excelente defensa de su rival.

A pesar de la incuestionable superioridad en la posesión del balón, fueron contadas las ocasiones en las que el Sevilla creó peligro de verdad. Hubo una jugada complicada dentro del área entre Cala y Sarabia, que pudo ser penalti, y, sobre todo, una acción de Ben Yedder a centro de Navas que estuvo cerca de convertirse en gol. Curiosamente, la acción surgió al contragolpe, como con espacios por delante también tuvo el Getafe una gran ocasión por mediación de Amath. Empatados a ocasiones, el partido resultaba entretenido y tenso, a la espera de una acción brillante que descorchara la botella para alguno de los dos equipos.

Cambios importantes

El Sevilla salió mejor en la segunda mitad. Sarabia, Correa y Banega gozaron de tres claras ocasiones de gol, hasta que llegó la jugada llena de talento que destrozó el buen sistema defensivo del Getafe. Nolito, un cambio importante, vio a Sarabia, quien cedió a Muriel para que el colombiano marcara un tanto que se presumía definitivo. Los cambios le dieron el aire necesario al Sevilla, que pudo sentenciar en un remate de Banega al palo y otro de Muriel que no entró por poco. El Getafe no se rindió y encontró premio a la desesperada. Después de tres partidos consecutivos ganando, el Sevilla de Montella fue detenido por el combativo Getafe. Hubo fatalidad para el Sevilla, pero también premio a la perseverancia de los madrileños.

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