Más de 7.000 abonados del Celta se quedarán fuera en el partido contra el Atlético

Se cierra por seguridad la mayor grada de Balaídos .El club vigués intentó aplazar el partido contra el Atlético o que se jugase en el Wanda Metropolitano

El alcalde de Vigo, Abel Caballero muestra el fallo detectado en las bolas que sustentan la malla de la estructura de la cubierta que cierra la grada de Río de Balaídos.Salvador Sas (EFE)

El jueves dijo que la seguridad estaba garantizada y que los aficionados podrían acudir a la Grada de Río para presenciar el partido del domingo, el viernes decretó su cierre. En agosto explicó que la cubierta de esa tribuna estaría “prácticamente puesta a mediados de octubre y el 31 de diciembre la obra totalmente acabada”. E incidió Abel Caballero, alcalde de Vigo: “De tiempos, de plazos, de qué esté operativo me encargo yo”. El partido entre Celta y Atlético de Madrid se disputará con el principal graderío de Balaídos, clausurado, el mismo que por una cubierta deficiente azotada por el temp...

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El jueves dijo que la seguridad estaba garantizada y que los aficionados podrían acudir a la Grada de Río para presenciar el partido del domingo, el viernes decretó su cierre. En agosto explicó que la cubierta de esa tribuna estaría “prácticamente puesta a mediados de octubre y el 31 de diciembre la obra totalmente acabada”. E incidió Abel Caballero, alcalde de Vigo: “De tiempos, de plazos, de qué esté operativo me encargo yo”. El partido entre Celta y Atlético de Madrid se disputará con el principal graderío de Balaídos, clausurado, el mismo que por una cubierta deficiente azotada por el temporal originó la suspensión de un partido contra el Real Madrid la pasada campaña. Ahora, la reforma también se le atraganta al ayuntamiento vigués y de paso al Celta, que se considera damnificado. “Pido perdón por algo a lo que somos ajenos”, explica el presidente Carlos Mouriño, que hace medio año ya había cargado contra las obras emprendidas en el estadio de titularidad municipal y anunciado la intención de llevarse al equipo a una localidad vecina.

Ocurrió que esta semana se soltaron trece barras del total de las 3.000 que deberían de sostener el nuevo techo de la Grada de Río. No llegó a caer ninguna, pero el incidente obligó a retirar una estructura de 60 toneladas y repasar las esferas en las que se encajaban todos los largueros. Pese al optimismo inicial del alcalde el resultado de las pesquisas apunta a un defecto en esas sujeciones. “El error no es imputable ni al Celta, ni al Concello ni a la adjudicataria, sino a una de las empresas que participan en esta obra colosal”, explica Caballero, que ahora no se atreve a asegurar que la grada esté abierta en el siguiente partido que se debe jugar en Vigo el próximo 5 de noviembre.

La grada de Río es la que alberga mayor capacidad de espectadores en Balaídos. 10.900 pueden darse cita en ella y en el partido del Atlético se esperaba completar casi del todo ese aforo con entradas vendidas en taquilla y la presencia de la mayoría de los 7.500 abonados de esa tribuna, que desde el pasado verano lucía desnuda, sin cubierta que protegiese a la gente de las inclemencias del tiempo. En agosto en el partido que abrió la temporada contra la Real Sociedad quienes la poblaron debieron soportar una intensa solana. Lo hicieron entre protestas porque apenas había ambigús operativos que vendiesen refrigerios. Esta semana el alcalde apuntó aliviado que no parecía que fuese a llover para recibir al Atlético. Tanta precariedad tampoco animó al Celta a rebajar el precio de los abonos sino que los subió. 512 euros paga ahora un socio de Río Bajo en comparación con los 499 de hace un año o los 454 de hace dos. Las entradas para el partido de esta jornada se despacharon a 50 euros. “Devolveremos el dinero y el importe proporcional de los abonos”, garantiza Mouriño, que apunta la imposibilidad de reubicar a los afectados.

Durante las últimas horas, una vez conocido el cierre de la grada, el Celta se dirigió a la Liga de Fútbol Profesional para plantearle sin éxito el aplazamiento del partido o incluso que se disputase en el campo del Atlético de manera que se intercambiasen los escenarios respecto al duelo de la segunda vuelta. Así que Balaídos abrirá sus puertas con un aforo de poco más de 15.000 asientos.

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