El Atlético de Madrid resiste al Barcelona

El líder empata en el tramo final con un cabezazo de Luis Suárez tras dominar la segunda parte frente a un conjunto rojiblanco que defendía el tanto de Saúl

FOTO: Messi saca una falta durante el encuentro. / VÍDEO: Declaraciones de los entrenadores tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: Kiko Huesca (EFE) / ATLAS

Con su pelaje más clásico, con el traje más italiano y táctico de Simeone, metido en su campo durante gran parte del encuentro y obligando al Barça a madurar mucho el juego para encontrar resquicios, el Atlético le arrancó un punto al líder. El empate evitó su descabalgamiento de la cabeza y le mantiene vivo en la pelea por la Liga. Tuvo que sufrir mucho para capear el aluvión de pelota y toques del Barça, más dominador que rompedor en el primer acto y más afilado en el segundo para encontrar un empate que le costó horrores celebrar.

El Atlético interpretó desde un principio que su part...

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Con su pelaje más clásico, con el traje más italiano y táctico de Simeone, metido en su campo durante gran parte del encuentro y obligando al Barça a madurar mucho el juego para encontrar resquicios, el Atlético le arrancó un punto al líder. El empate evitó su descabalgamiento de la cabeza y le mantiene vivo en la pelea por la Liga. Tuvo que sufrir mucho para capear el aluvión de pelota y toques del Barça, más dominador que rompedor en el primer acto y más afilado en el segundo para encontrar un empate que le costó horrores celebrar.

El Atlético interpretó desde un principio que su partido estaba en el mantenimiento de su excepcional orden defensivo. En esperar y tratar de morder como pudiera. Quitando arriba y disparándose a la contra. O tratando de coser juego cuando el Barça se lo permitiera, que fueron pocas veces. Bien plantado y coordinado en las basculaciones, con Koke y Carrasco tapando la creación de juego de Rakitic e Iniesta, los dos alfiles de Valverde, situados casi siempre en perpendicular de los picos del área de Oblak, el Atlético invitó al Barça descaradamente a que tratara de desnudarle con la pelota. De Messi se encargaban Gabi y Saúl cuando se metía por dentro, ayudados unas veces por Correa y otras por Griezmann. Un trabajo de zapa grupal eficaz.

Pase aquí, pase allá, con mucho cambio de orientación, el Barça tuvo mucho la pelota, pero no encontró apenas caminos para romper al Atlético, que se movía como una única unidad indivisible y bien acompasada. Con esa disposición aguantó la salida imponente del Barça, con Messi perforando en la primera jugada del partido apoyándose en un toque corto de Luis Suárez para terminar rebañándolo y poniendo en apuros a Oblak. Esa fue la única gran ocasión del Barça en el primer acto. No cuajó la apuesta de Valverde de entregarle la banda derecha a André Gomes.

Si el Barça jugó a gobernar el partido, el Atlético fue a pellizcarlo. A tratar de desmelenarse en la medida que atisbara una debilidad o un mal pase. Así se encontró con las dos mejores ocasiones, las dos en las botas de Griezmann. En la primera, una mala entrega la aceleró Koke para Correa. El francés tiró un desmarque de manual al espacio y lo fundió con un derechazo seco. Ter Stegen defendió su palo derecho con una buena mano. Al poco, tuvo que meter la bota izquierda para ganarle el mano a mano. Para plantarse ante el meta alemán, Griezmann hizo que Piqué tocará el culo con la hierba con un túnel. No pudo ya Ter Stegen detener el tercer golpe del Atlético. Ligó el equipo de Simeone una jugada larga, de costado a costado. De derecha a izquierda, la pelota le llegó a Carrasco. Este hizo uno de esos simples cambios de dirección hacia adentro que desarticulan y abren espacios porque van a contrapié de la dirección en la que corre la defensa contraria. Abierto el agujero, por él se coló Saúl. El volante soltó con la derecha una de esas roscas desde la media luna que tan bien ejecuta con la izquierda. El resultado fue el mismo. Una curva esquinada ante la que voló Ter Stegen sin éxito. Saúl reafirmó su camino hacia jerarca de las llegadas.

Con el gol a favor, los trazos del partido se remarcaron más aún. El Barça metido en campo contrario, frustrándose contra el blindaje rojiblanco. Ya no pudo desplegarse apenas el equipo de Simeone. Aceptó el sometimiento y se entregó más aún a la búsqueda de una contra que no llegó. Siguió esperando todo el segundo tiempo, con el riesgo que conlleva exponerse a tanto tejemaneje del Barça con la pelota. Movió primero ficha Simeone quitando a Correa y metiendo a Gaitán. La apuesta dejaba una doble punta con Griezmann y Carrasco para salir en velocidad. Valverde respondió con Sergi Roberto y Deulofeu por Semedo e Iniesta a la búsqueda del desborde que ha perdido con la marcha de Neymar. El acoso del equipo de Valverde fue en aumento. Avisó Luis Suárez con un giro y un disparo muy suyo, el primero al que tuvo que reaccionar Oblak. De seguido, Messi reventó el palo izquierdo del esloveno con un libre directo. Simeone le dio otra vuelta más a su entramado defensivo incrustando a Thomas y sacrificando a Carrasco. Dejó a Griezmann en punta. Ante ese envite, Valverde metió a Paulinho para darle más voltaje a un encuentro que parecía romperse.

Para ese final de partido, Simeone preparaba a Torres, pero se encontró con el gol de Luis Suárez. Un cabezazo certero y picado tras ganar el segundo palo. El uruguayo pudo tener el 1-2, pero le faltó media bota para conectar el centro raso de André Gomes. Messi tuvo también la victoria en sus botas con otro libre directo que murió en las manos de Oblak.

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