Jaime Santos cae con brillo ante Anand en el desempate

El joven talento leonés Jaime Santos (nacido en 1996) demostró su clase y buena preparación en su tierra por segundo año consecutivo. Su derrota (2-2 tras las cuatro partidas rápidas y 0-2 en el desempate relámpago) ante el pentacampeón del mundo Viswanathan Anand llegó tras un juego de muy alta calidad; Santos ganó la 2ª. El indio disputará este domingo la final del XXX Magistral Ciudad de León frente al estadounidense Wesley So, 3º de la lista mundial.

La excelente preparación del leonés, quien el año pasado perdió por la mínima (2,5-1,5) ante el portentoso chino Yi Wei, se apreció al...

El joven talento leonés Jaime Santos (nacido en 1996) demostró su clase y buena preparación en su tierra por segundo año consecutivo. Su derrota (2-2 tras las cuatro partidas rápidas y 0-2 en el desempate relámpago) ante el pentacampeón del mundo Viswanathan Anand llegó tras un juego de muy alta calidad; Santos ganó la 2ª. El indio disputará este domingo la final del XXX Magistral Ciudad de León frente al estadounidense Wesley So, 3º de la lista mundial.

La excelente preparación del leonés, quien el año pasado perdió por la mínima (2,5-1,5) ante el portentoso chino Yi Wei, se apreció al inicio del primer asalto, cuando Santos se atrevió a plantear con negras la variante más analizada de la Apertura Española, que debe su nombre a Ruy López de Segura, campeón del mundo oficioso en el siglo XVI. No es difícil imaginar cuánto se ha estudiado ese esquema desde los tiempos de Felipe II; a pesar de ello, Santos se metió en una línea muy aguda, sorprendió a Anand y apenas sufrió para lograr un empate muy esperanzador, propuesto por el indio.

El momento de gloria llegó con la segunda partida, cuando Anand, en su porfía por doblegar de una vez a su correoso rival, aceptó entrar en una posición algo inferior, pero con muchos recursos para complicar. Sin embargo, Santos jugó de manera magistral, y volvió a sorprender, pero esta vez con una combinación tan brillante como profunda. Y luego explotó su ventaja con gran precisión, sin dar una sola oportunidad al pentacampeón del mundo para zafarse de la presión. En un ambiente muy tenso, que los comentaristas Miguel Illescas y Olga Alexándrova alimentaban en tono emocionante, el entrenador de Santos desde su niñez, Marcelino Sión, se acercó a la sala de prensa para exclamar: “¡Tantos años de trabajo, esperando este momento!”. Unos segundos después, Anand se rindió, mientras los aplausos atronaban en el Auditorio.

Tal desenlace situaba a Santos ante una oportunidad de oro: “La próxima partida es la clave, porque si Jaime no pierde, Anand tendrá una enorme presión en la cuarta, y estará obligado a arriesgar mucho”, comentó Sión. Pero el indio, de 47 años, supo exprimir su veteranía y sacó a Santos de su preparación desde los primeros movimientos. Eso le dio una posición ligeramente ventajosa y bastante incómoda para su rival, que poco a poco fue cediendo, hasta encajar la derrota que igualaba el marcador.

Era lógico temer que Santos acusara la enorme presión del momento en el cuarto asalto. Pero no ocurrió nada parecido: evitó las complicaciones, rechazando incluso la ganancia de un peón en la undécima jugada, logró una ventaja muy sólida y la mantuvo con maniobras interminables, hasta que el indio comprendió que la victoria era imposible y tuvo que conformarse con el empate.

Santos tuvo que afrontar entonces el más difícil todavía: luchar contra uno de los campeones más rápidos de la historia -desde su adolescencia, Anand es conocido como El Rápido de Madrás-, en dos partidas de tres minutos por bando más dos segundos adicionales por jugada. El leonés planteó bien la primera con negras, pero omitió un truco táctico en la 27 que le costó un peón, y otro en la 45 que le dejó perdido. Después, Santos tuvo que arriesgar mucho en el segundo asalto ante el sólido planteamiento del indio, y acabó perdiendo.

El gran talento de Jaime Santos (quien comparte apellido con otro, andaluz, Miguel Santos) brilla desde niño. Y su explosivo sistema nervioso también era llamativo desde entonces: en León le recuerdan dando volteretas por el suelo de la sala de juego a los 7 años durante las partidas, mientras su rival pensaba. Esa inestabilidad nerviosa se tradujo después en su tendencia a no rematar posiciones totalmente ganadas en Europeos y Mundiales, que le costaron varias medallas. Especialmente doloroso fue el Europeo sub 20 de 2014 en Batumi (Georgia), donde perdió la medalla de oro por desaprovechar una posición ganadora frente al israelí Boruchovsky, quien le acabó derrotando.

El sentido común y la experiencia en todos los deportes de élite indican que el abnegado trabajo de Sión debería haber sido complementado desde hace muchos años por un psicólogo especializado en el deporte de alto rendimiento. Sin embargo, eso no ocurrió, con la excepción del psicólogo de la Federación Española (FEDA), Carlos Martínez, quien suele viajar con los chicos españoles a las grandes competiciones; pero eso, sin un trabajo continuado durante todo el año, es claramente insuficiente para lograr una preparación psicológica óptima.

Jaime Santos no es, ni mucho menos, el único gran talento español que debería beneficiarse de un plan especial de entrenamiento, que la FEDA no puede financiar porque se niega una y otra vez a una subida drástica del irrisorio precio de las licencias, por el miedo de sus directivos a perder votos. Otro joven muy prometedor es el asturiano Jonás Prado, nacido en 2003, que por la mañana ganó el torneo de Jóvenes Talentos, siempre paralelo al Magistral Ciudad de León, que se juega en el mismo escenario y con el mismo material que los grandes ases emplean por las tardes.

Santos triunfó varias veces hace años en ese torneo, cuando ni siquiera en sus mejores sueños se imaginaba peleando de tú a tú con Anand, quien hoy le ha felicitado en la conferencia de prensa. Santos se ha mostrado muy satisfecho con su juego, “a pesar de la derrota”. Preguntado por lo honrado que se siente al tener como rival a Anand, hizo un hueco para la broma: “Sí, por supuesto, me siento muy honrado, pero quizá hubiera preferido jugar contra So, por si acaso se dejaba la dama en la primera partida conmigo, como le pasó ayer ante Duda”.

So y Anand disputarán este domingo una final apasionante, probablemente una de las mejores de la historia del torneo. Pero en la crónica de esta edición habrá un hueco muy destacado para Jaime Santos.