La cuña letal de Steiner
todo ajedrecista debe conocer el poder de un peón incrustado en la retaguardia enemiga
POSICIÓN INICIAL:
Blancas: Ta1, Ac1, Dd1, Re1, Th1, Ae2, Cd4; peones en a2, b2, d2, f2, g2, h2, e3 y c4.
Negras: Ta8, Ac8, Dd8, Tf8, Rg8, Cf6, Cb4; peones en a7, b7, c7, f7, g7, h7, d5 y e4.
Este vídeo muestra un ejemplo muy brillante de un tema estratégico que todo ajedrecista debe conocer; el poder de un peón incrustado en la retaguardia enemiga, aunque en apariencia sea débil. Es una cuña que parte en dos la posición del bando defensor, con resultados muchas veces letales.
El firmante de esta partida modélica no es una estrella del ajedrez, sino ...
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POSICIÓN INICIAL:
Blancas: Ta1, Ac1, Dd1, Re1, Th1, Ae2, Cd4; peones en a2, b2, d2, f2, g2, h2, e3 y c4.
Negras: Ta8, Ac8, Dd8, Tf8, Rg8, Cf6, Cb4; peones en a7, b7, c7, f7, g7, h7, d5 y e4.
Este vídeo muestra un ejemplo muy brillante de un tema estratégico que todo ajedrecista debe conocer; el poder de un peón incrustado en la retaguardia enemiga, aunque en apariencia sea débil. Es una cuña que parte en dos la posición del bando defensor, con resultados muchas veces letales.
El firmante de esta partida modélica no es una estrella del ajedrez, sino un ingeniero de familia muy culta, que practicó esa profesión en su Hungría natal, en Estados Unidos y en Australia. Pero Lajos Steiner (1903-1975) tuvo siempre la fiebre del ajedrez en sus venas, lo que le permitió obtener muchos resultados de postín en torneos. Al disfrutar de esta partida, el aficionado comprobará que su talento era inmenso.