España reacciona tarde ante Croacia y dice adiós al Mundial de balonmano

Los desajustes defensivos y el tiro exterior de los balcánicos penalizan a una selección tierna que pudo forzar la prórroga en la última posesión (29-30). Croacia-Noruega y Francia-Eslovenia en semifinales

Los jugadores de la selección española, tras la derrota.JEAN-PAUL PELISSIER (REUTERS)

Miró tanto España a Croacia que durante un buen rato se olvidó de sí misma y lógicamente lo pagó. Cayó la selección dirigida por Jordi Ribera (29-30) y se despidió de este Mundial tan atípico (ko de Alemania, Dinamarca...) en los cuartos de final. Un primer tiempo excesivamente dubitativo y la pegada de los balcánicos la apearon con un broche doloroso, porque a pesar de ir a remolque encontró un hilillo de esperanza en la recta final, pero las torres croatas apagaron el último aliento. Esta nueva España, la que ha abierto un nuevo ciclo con el ambicioso proyecto de Jordi Ribera, no pu...

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Miró tanto España a Croacia que durante un buen rato se olvidó de sí misma y lógicamente lo pagó. Cayó la selección dirigida por Jordi Ribera (29-30) y se despidió de este Mundial tan atípico (ko de Alemania, Dinamarca...) en los cuartos de final. Un primer tiempo excesivamente dubitativo y la pegada de los balcánicos la apearon con un broche doloroso, porque a pesar de ir a remolque encontró un hilillo de esperanza en la recta final, pero las torres croatas apagaron el último aliento. Esta nueva España, la que ha abierto un nuevo ciclo con el ambicioso proyecto de Jordi Ribera, no pudo prolongar la dinámica de las tres últimas ediciones: bronce en 2012, oro en 2013 y cuarto puesto en 2015.

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Hubo cuerpo a cuerpo desde el principio, sin miramientos. No es Croacia de las que especulan ni España de las que se echa atrás, así que cada una percutió a su manera. La primera tiró de la artillería de la primera línea, brutal y poderosa, y los de Ribera encontraron el filón en los costados. Se aprovechó sobre todo el estado dulce de Ángel Fernández, gratísima irrupción en este Mundial, pero al mismo tiempo España fue descuidando la defensa y posicionalmente fue perdiendo fluidez en el ataque posicional. A la que desaparecía la velocidad se fundían los fusibles y todo se quedaba a oscuras.

Si el balón no llegaba a los flancos la ofensiva era espesa y previsible. La muralla croata, un 6-0 de muchos centímetros y mucho músculo, muy compacta conforme avanzaron los minutos, se agrupó como un batallón romano y negó todo privilegio a los extremos. Y mientras, España se abrió en canal, por el centro. Vio la veta Croacia, generó superioridades en esa zona nuclear y se puso a la carga. Duvnjak tocó la corneta y sus compañeros, siempre fieles al líder, atendieron la señal. El que más se aplicó fue Mamic, un lanzagranadas desde la media distancia. Nueve goles, MVP de la noche. Una y otra vez embistió el lateral.

Pese a que las sensaciones no eran del todo buenas, España fue haciendo la goma y no llegó a ceder del todo en el primer acto. Al descanso, 15-17 en desventaja, luego todo un mundo para darle la vuelta al asunto y agarrarse al campeonato. Había vida, claro que la había. La hubiese habido si se hubiera cerrado el boquete antes y la reacción se hubiera acelerado, pero el regreso a la pista penalizó. Todo siguió más o menos igual: Croacia, fortín atrás y dinamita en el tiro; y España, ofuscada, tan tierna que posibilitó el aumento de la renta balcánica.

Dujshebaev y sus golpes de cadera encendieron la luz, pero el muro croata bloqueó en la agónica cuenta atrás

De los dos tantos del intermedio se pasaron a cinco (16-21) en un chasquido de dedos. Se abrió más la herida (18-23) y aumentó la sombra, pero apareció el corajudo Álex Dujshebaev con sus golpes de cadera y pulsó el interruptor. Un poco de luz, que buena falta hacía. Se unieron a la causa Iosu Goñi y Víctor Tomás, desde un perfil y un flanco respectivamente, y progresivamente cambió la escena. Limó y limó España, se repuso y llegó la reacción.

La curva anímica de Croacia descendió y la de España picó hacia arriba. Tanto que se equilibró el electrónico y a los de Zeljko Babic les entró un buen tembleque. Tensión máxima, entonces. Ataques descarnados. Instantes para los elegidos. 29-30 a falta de 10 segundos y detuvo Corrales el lanzamiento, pero luego, en la última posesión, atolondrada por la agonía de la cuenta atrás del reloj, blocó el muro croata. Y, en consecuencia, España dijo adiós.

Previamente, Francia había logrado un billete para las semifinales de su Mundial al remontar a Suecia (33-30). Su adversario el jueves (20.45) será Eslovenia, que se impuso a Catar (33-30). El otro cruce (el viernes, a las 20.45) lo protagonizarán Croacia y Noruega (31-28 a Hungría).

España, 29 - Croacia, 30

España: Pérez de Vargas; Balaguer (3), Dujshebaev (5), Guardiola (1), Morros (-), Cañellas (1), Fernández (7), Corrales (ps), Gurbindo (1), Rivera (3, 2p), V. Tomás (3), Entrerríos (-), Sarmiento (1), Aginagalde (1), Goñi (3) y Figueras (-).

Croacia: Pesic; Horvat (4, 1p), Sebetic (1), Duvnjak (3), Mandalinic (-), Strlek (-) y Musa (3), Stevanovic (ps), Mihic (-), Stepancic (2), Gojun (1), Matulic (-), Kontrec (2), Jotic (-), Mamic (9) y Cindric (5).

Marcador cada cinco minutos: 3-3, 7-6, 9-9, 11-12, 14-15 y 15-17 (Descanso) 17-21, 20-23, 24-26, 26-27, 28-29 y 29-30.

Árbitros: Gjeding y Hansen (DEN).

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