El Barcelona se entrena ante 10.000 aficionados

El equipo de Luis Enrique prepara el partido de Copa contra el Athletic en el Miniestadi

Leo Messi firma autógrafos al finalizar el entrenamiento de este martes en el Miniestadi.LLUIS GENE (AFP)

No era día de partido, pero casi. El Barcelona abrió este martes por la mañana las puertas de su entrenamiento y el Miniestadi se llenó de banderas y aplausos para acompañar al equipo de Luis Enrique, que preparó la ida de los octavos de Copa contra el Athletic a la vista de 10.408 aficionados, la mayoría niños y jóvenes.

Muchos seguidores aguardaron durante la fría mañana a las puertas de entrada del aparcamiento de los jugadores para sacar una fotografía o saludar a los Messi...

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No era día de partido, pero casi. El Barcelona abrió este martes por la mañana las puertas de su entrenamiento y el Miniestadi se llenó de banderas y aplausos para acompañar al equipo de Luis Enrique, que preparó la ida de los octavos de Copa contra el Athletic a la vista de 10.408 aficionados, la mayoría niños y jóvenes.

Muchos seguidores aguardaron durante la fría mañana a las puertas de entrada del aparcamiento de los jugadores para sacar una fotografía o saludar a los Messi, Neymar y compañía. A pocos metros, algún despistado buscaba las taquillas para comprar las últimas –y agotadas– entradas para acceder al Miniestadi. “¿Tíquets? Tres por cinco euros cada una”, ofrecía un hombre que se movía a contracorriente. Incluso una pareja de chicos de unos 15 años sin billete intentaba camelarse al servicio de seguridad del club: “¿Nos dejáis pasar, por favor?”. Todo valía para presenciar el tradicional entrenamiento de enero del Barcelona abierto al público, sin la polémica de 2015, cuando Messi alegó una gastroenteritis y no se presentó; ni la algarabía de otras ocasiones.

A pesar de tratarse de un entrenamiento, la reventa apareció alrededor del Miniestadi

El club había anunciado que todas las entradas estaban agotadas, pero las gradas no se colapsaron y el ambiente arrancó más frío de lo habitual en este tipo de citas. La temperatura, sin embargo, subía cada vez que Messi se hacía con un balón. “¡Nosotros te queremos, Messi renueva ya!”, cantaba un grupo de siete jóvenes, sin conseguir animar al resto de asistentes. El argentino, que no hacía ni 24 horas que había vuelto de sus vacaciones en Argentina, se llevó la mayoría de miradas. “Es la primera vez que le veo en directo”, aseguraba un niño con el chándal del Amer CF (Girona) agarrado a las vallas de la segunda gradería. “Hemos venido más de 100 personas del club. Es un día lúdico, perfecto para que los chicos de la base disfruten. Las puertas abiertas acercan este club tan grande a la gente”, expresaba el presidente del club. También se distinguían camisetas y escudos de otros equipos de fútbol, la mayoría de categorías inferiores y regional, sentados en grupo por las gradas del Miniestadi. 

Messi, que volvió el lunes de vacaciones, fue el jugador más aclamado

La singularidad de la jornada se reflejó en la dinámica del entrenamiento. Todos los ejercicios se repitieron dos veces, a banda y banda del campo, para que ningún aficionado se quedara sin ver a los futbolistas de cerca. La rutina interna del grupo, sin embargo, no se modificó: la plantilla felicitó el cumpleaños de Masip –cumplió 28 años– entre aplausos y un túnel de collejas, ajena a la presencia de los aficionados. El portero acompañará al equipo en San Mamés por la baja de Cillessen, el único ausente en una sesión relajada y con mucho trabajo posicional, que acabó con una batería de partidos rápidos. Messi, de nuevo, volvió a llevarse los aplausos de despedida cuando los jugadores regalaron balones al público y se acercaron a firmar autógrafos. “¡Messi, Messi!”. No era un partido, pero casi.

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