Barcelona y Real Madrid empatan el clásico a cabezazos

Luis Suárez y Sergio Ramos protagonizaron un encuentro gris que refuerza a los blancos en el liderato

Sergio Ramos celebra el gol con sus compañerosPAU BARRENA (AFP)

Un clásico a balón parado

Empezó tibio el clásico, como si no quisiera significarse, y acabó con el aroma competitivo que acostumbra y con un argumento más propio de una película con dos partes bien diferenciadas. Marcó el Barcelona gracias a un gol de cabeza de Luis Suárez y recortó la distancia para el ...

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Un clásico a balón parado

Zidane, en rueda de prensa.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

Empezó tibio el clásico, como si no quisiera significarse, y acabó con el aroma competitivo que acostumbra y con un argumento más propio de una película con dos partes bien diferenciadas. Marcó el Barcelona gracias a un gol de cabeza de Luis Suárez y recortó la distancia para el Real Madrid Sergio Ramos, también con la testa, a falta de un minuto para el final, lo que permitió al Madrid sumar su 33.er partido consecutivo sin conocer la derrota.

Luis Enrique, en rueda de prensa.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

Jugaron mejor los azulgrana a partir de la entrada al campo de Iniesta. El magnetismo del manchego, con ese gusto por el trato corto con el balón, y esa calma que tanto envidian los cirujanos, cambió por completo a un Barcelona que sufrió en la primera parte ante un Madrid ordenado, terriblemente esforzado en la presión y aplicado en la salida por banda, donde las virtudes de Lucas Vázquez volvieron a relucir. Con el tanto del uruguayo, que llegó gracias a un gran saque de falta de Neymar, el ánimo de los blancos tocó suelo, no encontró la reacción que requería y pagó esa falta de ideas ante un Barça que se reconoció gracias a un Iniesta capital. Su impacto en el juego relajó a sus compañeros, hasta ese momento atribulados.

Fue un partido áspero, con poco brío y pocas luces. Ni Messi ni Cristiano, menos en el caso del portugués, alumbraron a sus equipos y que el partido se decidiera en dos jugadas a balón parado advierte de la falta de colores de un clásico en muchos momentos en blanco y negro. Sin embargo, el fútbol se encuadra en un universo nada cromático y es el resultado el que determina el valor de la obra. Y ahí, cuando parecía que el Barcelona se llevaría la puja apareció Sergio Ramos. Otra vez de cabeza y en el último minuto, para sumar un empate que mantiene en lo más alto al Madrid y contiene a un Barcelona que sigue a seis puntos del liderato.

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