El Espanyol se salva ante el Alcorcón

Baptistao y Reyes salieron en auxilio de los suplentes en Santo Domingo

Los jugadores del Espanyol celebran el gol del empate ante el Alcorcón. JuanJo Martín (EFE)

El Espanyol salvó los muebles ante el Alcorcón. Los suplentes aburriendo en la casa del conjunto alfarero, decimoquinto clasificado en Segunda A, hasta que Quique Sánchez Flores sacudió el banquillo y el cuadro blanquiazul consiguió un empate que encarrila eliminatoria rumbo a los octavos de final de la Copa del Rey.

Hasta el minuto 80 hubo un solo equipo en Santo Domingo: el Alcorcón. Y Álvaro Giménez se encargó de certificar en el tablero el dominio en el juego de los muchachos de Velázquez. Pero el técnico del Espanyol contestó con el pedigrí de sus jugadores, mandó a Reyes y Baptist...

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El Espanyol salvó los muebles ante el Alcorcón. Los suplentes aburriendo en la casa del conjunto alfarero, decimoquinto clasificado en Segunda A, hasta que Quique Sánchez Flores sacudió el banquillo y el cuadro blanquiazul consiguió un empate que encarrila eliminatoria rumbo a los octavos de final de la Copa del Rey.

Hasta el minuto 80 hubo un solo equipo en Santo Domingo: el Alcorcón. Y Álvaro Giménez se encargó de certificar en el tablero el dominio en el juego de los muchachos de Velázquez. Pero el técnico del Espanyol contestó con el pedigrí de sus jugadores, mandó a Reyes y Baptistao al campo y entre el brasileño y el andaluz se inventaron el empate del cuadro blanquiazul en el único disparo a portería del conjunto catalán.

Los opositores al primer equipo suspendieron en Santo Domingo. El once del Espanyol, ocupado por los habituales suplentes, jugó un partido inocuo, sin fútbol ni furia. Un equipo relajado que no dijo ni mu ante el cuadro alfarero, que estuvo ordenado en defensa, punzante en las bandas, encomendado a la velocidad de Samu y Álvaro Rey. Ni Caicedo, ni el capitán Javi López, ni Hernán Pérez, ni Diop, ni Óscar Duarte, tampoco el canterano Rubén Duarte, todos titulares la campaña pasada, le plantearon algún tipo de duda a Sánchez Flores. El único que se rebeló contra la apatía fue el portero Roberto, que le negó el gol en dos oportunidades al Alcorcón; no pudo en cambio en la tercera.

El guardameta blanquiazul le detuvo primero un disparo fuerte y abajo a Aguza y luego escupió con los puños el violento chut de Álvaro Rey. Y hasta estuvo cerca de silenciar también a Álvaro Giménez. No pudo. Samu le ganó la espalda a Marc Roca, que estaba cubriendo a Javi López, y cuando se arrimó al área buscó a un solitario Giménez para que firmara el 1-0. Lo poco que pasaba en el partido, sucedía en la casa de Roberto. Del portero del Alcorcón, Dani Jiménez, no había noticias. Ni un remate a puerta del Espanyol, hasta que Baptistao arrastró tres jugadores por el ala derecha y le cedió el cuero a Reyes para que firmara el empate. No cautivan a nadie los suplentes del Espanyol, salvados por los titulares frente al Alcorcón.

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