El Real Madrid, sin margen de error en Lisboa

Vuelve el Madrid a Lisboa. Dos años y medio después de conseguir La Décima. En otro estadio —aquella noche de mayo la final se jugó en el Da Luz, la casa del Benfica— y contra otro rival. Le espera a Zidane el Sporting en el José Alvalade, que ayer recibió al equipo bajo un chaparrón. Igual que en la capital de España, la lluvia colapsó las carreteras de Lisboa. Lucía el sol por la mañana, aparecieron los nubarrones por la tarde. Los taxistas no perdían ocasión de preguntar por Cristiano Ronaldo, que esta noche lucirá en sus botas la fecha (6-8-03) ...

Vuelve el Madrid a Lisboa. Dos años y medio después de conseguir La Décima. En otro estadio —aquella noche de mayo la final se jugó en el Da Luz, la casa del Benfica— y contra otro rival. Le espera a Zidane el Sporting en el José Alvalade, que ayer recibió al equipo bajo un chaparrón. Igual que en la capital de España, la lluvia colapsó las carreteras de Lisboa. Lucía el sol por la mañana, aparecieron los nubarrones por la tarde. Los taxistas no perdían ocasión de preguntar por Cristiano Ronaldo, que esta noche lucirá en sus botas la fecha (6-8-03) del último partido que jugó en el club en el que se crio y formó. Ese día, después de un amistoso contra el Manchester, Ferguson le fichó.

Vuelve el Madrid a Lisboa después de derrotar al Atlético en el Calderón y afianzarse como líder en la Liga. Otro es su camino en Champions. Después del empate en Varsovia contra el Legia, no puede permitirse más tropiezos. El Borussia Dortmund lidera el grupo con dos puntos de ventaja sobre los blancos y ambos se verán las caras el 7 de diciembre.

¿Ser segundo es casi mejor que ser primero para evitar a equipos como el Manchester City y el Bayern?, le preguntaron a Zidane en la sala de prensa del José Alvalade. “Yo no estoy con esos cálculos. Lo que me importa, y más estando en un club como el Real Madrid, es hacer todo para ganar el partido. Luego ya, en función de lo que pase, miraremos la clasificación”, contestó.

El Sporting, con tres puntos, también necesita ganar para seguir soñando con un pase a la siguiente ronda. “El Madrid puede estar perdiendo hasta el minuto 88 [como en el partido en el Bernabéu] y luego te marca dos goles y te gana. Siempre te colocan en el filo de la navaja”, comentó Jorge Jesus, técnico del Sporting. Dijo —quizás no vio el partido contra el Legia— que fuera de casa el Madrid es un equipo mucho más equilibrado en defensa y que, según él, aprendió del duelo de hace dos meses y tendrá más cuidado con la calidad individual del rival.

Así lo dejó claro también Keylor Navas. “Ellos tienen jugadores rápidos por las bandas y si nos descuidamos nos pueden hacer mucho daño. También cuentan con hombres de mucha calidad en el centro del campo. Para no encajar goles tendremos que trabajar todos defensivamente”, explicó el portero del Madrid.

Aparte de la lección del partido de ida —el Madrid arrancó esta Champions contra el Sporting y remontó en el descuento—, Zidane ha hecho hincapié en otro aspecto con sus jugadores: olvidarse cuanto antes de la victoria por 0-3 en el Calderón. En abril del año pasado, cuatro días después de triunfar en el Camp Nou, el conjunto blanco recibió un varapalo en Champions contra el Wolfsburgo. La derrota por 2-0 les obligó a una remontada en casa para poder disputar las semifinales. “Gracias por recordármelo”, bromeó el técnico francés en la rueda de prensa. “Sabía eso. Me acordaba. Pero cada partido es distinto, aunque ese es el discurso que tengo que tener con los jugadores. Espero que mañana, sabiendo eso, la historia sea diferente. La idea es la de salir a jugar bien”, comentó Zidane.

No dio pistas sobre el once aunque dejó entender que no tiene por qué repetir el del Calderón. “Vi el partido contra el Atlético y jugaron con dinámicas distintas que sorprendieron al rival. Si hace lo mismo, ya no me sorprenderá tanto porque vi el partido del Calderón, pero creo que no será lo mismo”, aseguró Jorge Jesus.

Zidane, que apareció quince minutos después, se reía cada vez que le insistían por ese cambio de sistema. “Yo cuando pongo el equipo lo único que me digo es: vamos a ganar. Nada más. Siempre estudiamos al rival y ellos a nosotros, luego en función de eso tenemos que hacer algunas cosas defensivamente y otras ofensivamente. Tengo a los mejores, colocarlos de una manera u otra en el campo no cambia nada. El sábado utilicé ese esquema, mañana otro y dentro de tres días otro más. La idea es siempre la misma: intentar hacer el máximo”, explicó.