El método Valentino, 20 años después

Así fue la primera victoria de Rossi en el circuito de Brno en 1996 y así es hoy este “superhéroe sin capa”

Rossi, a los seis años, con su padre Graziano.Fermino Fraternali

La foto data de 1985. Graziano Rossi, piloto italiano que participó en algunas carreras del Mundial, hace poco que se ha retirado, pero da unas vueltas al circuito urbano de Pesaro. A lomos de su Morbidelli lleva a su hijo, Valentino, al que se advierte disfrutar ya de la sensación de velocidad (ínfima, seguramente). Atuendo veraniego, la sonrisa inconfundible. “Siempre lo llevaba detrás. Y era un tocapelotas increíble. Entonces nadie pensaba que se convertiría en lo que es. Lo recuerdo siempre por el medio, siempre mareando...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La foto data de 1985. Graziano Rossi, piloto italiano que participó en algunas carreras del Mundial, hace poco que se ha retirado, pero da unas vueltas al circuito urbano de Pesaro. A lomos de su Morbidelli lleva a su hijo, Valentino, al que se advierte disfrutar ya de la sensación de velocidad (ínfima, seguramente). Atuendo veraniego, la sonrisa inconfundible. “Siempre lo llevaba detrás. Y era un tocapelotas increíble. Entonces nadie pensaba que se convertiría en lo que es. Lo recuerdo siempre por el medio, siempre mareando”, ríe Gigi Soldano, de la prestigiosa agencia Milagro y hoy fotógrafo personal de Rossi, el hijo. Han pasado 20 años desde su debut en el Mundial. Y este fin de semana, en el gran premio de la República Checa, se han cumplido también 20 años desde su primera victoria en el circuito de Brno.

Más información

Aquella carrera se la ganó a Jorge Martínez Aspar. “La veía ganada…”, se sigue lamentando todavía el español en un reportaje conmemorativo preparado por motogp.com. “Empecé mal, porque en 125cc siempre empezaba mal. Pero fui recuperando y, al final, logré escaparme con Aspar. No nos llevábamos muy bien aquel año porque estábamos peleándonos desde la primera carrera y aquella última vuelta fue a muerte: o todo o nada”, añade Rossi. “Ahora es distinto, ahora puedo decir que la primera carrera que ganó, me la ganó a mí”, sonríe, orgulloso, Aspar.

El primer recuerdo de Rossi que tiene Carmelo Ezpeleta, consejero delegado de Dorna, empresa organizadora del Mundial, le lleva a Malasia 1996, su primera carrera mundialista: “Me pregunté: ‘quién es este chico que se ha metido semejante trompazo’. Y luego empecé a fijarme en él por las celebraciones que hacía. ‘Pero, ¿quién es este tío?’. Fuimos a verle y nos explicó que él tenía una idea. De todos los que han empezado, nunca nadie lo ha hecho así. Él empezó como un terremoto: con una castaña de miedo y ganándole una carrera de locos a Aspar. La impresión que tengo es la de un tipo que irrumpió en el Mundial. Sus celebraciones no me gustaban. Pero las tenía todas preparadas. Y yo me preguntaba: ‘Este tío cuánto durará’. Vi que era un personaje especial. Por lo que hacía y por cómo corría. Valentino es muy mediático, pero corre como un animal”.

Rossi empezó como un terremoto: con una castaña de miedo y ganándole una carrera de locos a Aspar. Irrumpió en el Mundial Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna

De momento, Rossi durará dos años más, los que tiene firmados con Yamaha. Y no compite por estar, sino porque aspira a sumar su décimo título mundial. A los 37 años, ha ganado dos carreras esta temporada. Y el curso pasado peleó por el campeonato hasta el último gran premio, polémica incluida. “El año pasado se hizo un poco más humano. Tuvo que tomar decisiones. Quizá ser incluso un poco niño, un poco Peter Pan, como cuando llegó a declarar que Marc se estaba portando mal con él, que era algo que al principio no decía. Es como si le hubiera brotado de dentro una inseguridad o un no sé qué, que no parecía tener. Como si lo tuviera todo guardado y lo soltara de golpe. Hasta aquel día lo cargaba todo a sus espaldas. Él siempre ha sido premeditado, lo ha razonado todo. Aquel día soltó todo lo que venía pensando desde hacía tiempo. Y se hizo un poco más humano. Aunque para nosotros sigue siendo un poco superhéroe, lleva escondida la capa”, desliza Gigi Soldano.

Han pasado 20 años y Valentino se siente orgulloso de seguir entre los mejores: “Aunque en los últimos años no he ganado tanto, ni he ido tan rápido como Lorenzo o Márquez. Ese es mi reto”, dice. ¿Dónde se ve él en 20 años? “En 20 años seré muy viejo”, dijo con melancolía al llegar a Brno el jueves, “pero quizá corra en coches”, añadió. No tiene ninguna duda de que lo hará Ezpeleta, que además tiene claro cuál será su sitio cuando se retire: “Dentro de 10 y de 20 años años él estará aquí. No estaré yo, estará él. Estará en el Mundial porque es lo que le gusta”.

El año pasado se hizo un poco más humano. Como si le hubiera brotado de dentro una inseguridad o un no sé qué, que no parecía tener Gigi Soldano, fotógrafo personal de Valentino Rossi

Dice el hombre que ha impulsado MotoGP los últimos 25 años que admira de Rossi cómo va en moto y, especialmente, lo que le gusta ir en moto. “Todo el mundo incide en que tiene 37 años, pero él no está cansado de estar aquí. Que un tipo que teóricamente es tan anárquico como él parece ser se preocupe de crear la VR46 Academy, se ocupe de los chavales y tome la decisión de echar a un piloto como Fenati de su equipo, tiene mucho mérito. Que alguien que está segundo en el Mundial se preocupe de enseñar a los jóvenes que no vale todo, es de admirar”. Y añade: “Me gusta mucho lo ordenado que es. La gente tiene una imagen de Vale, se cree que es anárquico, pero no tiene nada de eso. Si tú vas a su motorhome y le mueves una toalla de sitio, él la vuelve a poner en su lugar. Es un tipo muy metódico, que tiene supersticiones. Y es mucho más humano de lo que la gente cree”.

Soldano asiente. “Tiene un método. Eso creo que explica por qué sigue aquí después de tantos años”. Y concluye: “Admiro su constancia. Porque siempre es él. Siempre es Valentino. Y no improvisa nada. También tiene cosas negativas, pero esas no las digo”. Y se carcajea. Por eso se cuenta entre sus amigos. No los más cercanos, puntualiza. De esos, el mito tiene muy pocos, “solo tres o cuatro”, aunque a todos los que trabajan con él trata con la misma profesionalidad. “Es muy cortés”.

Sobre la firma

Archivado En