Argentina ajusta la puntería

La Albiceleste acumula 18 goles en su camino a la final de la Copa América Centenario

Higuaín, Messi y Lavezzi celebran uno de los goles de Argentina ante EE.UU. Eric Gay (AP)

La selección argentina ostenta la delantera más poderosa del planeta. Al menos, así lo certifica la cotización de sus atacantes: Messi (120 millones de euros), Agüero (60), Higuaín (60) y Di María (60). Brasil tiene a Neymar (100); Portugal, a Cristiano Ronaldo (110); Uruguay, a Suárez (90); y Alem...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La selección argentina ostenta la delantera más poderosa del planeta. Al menos, así lo certifica la cotización de sus atacantes: Messi (120 millones de euros), Agüero (60), Higuaín (60) y Di María (60). Brasil tiene a Neymar (100); Portugal, a Cristiano Ronaldo (110); Uruguay, a Suárez (90); y Alemania, a Müller (75). Sin embargo, la Albiceleste cuenta con abundancia, ninguna otra selección tiene a más de un atacante con un valor de mercado por encima de los 60 millones, siempre según la web www.transfermarkt.es. Ocurría, sin embargo, que hasta que aterrizaron en Estados Unidos, el poder de gol de los muchachos de Martino andaba en cautiverio. Pero en la Copa América 2016 sonó el despertador y Messi y sus compañeros de ataque enseñaron los dientes. Argentina suma 18 goles y tiene un promedio de 3,6 tantos por partido.

En el Mundial de Brasil en 2014, en el que Argentina perdió la final ante Alemania en la prórroga, la Albiceleste, que entonces dirigía Alejandro Sabella, finalizó el torneo con ocho goles a favor (1,14 por partido) y disparó a portería una media de 4,71 veces por encuentro. Penalizó la falta de puntería Argentina, sobre todo en la final, cuando primero Higuaín y después Messi y Palacio fallaron tres oportunidades relativamente asequibles para su DNI. “Los de arriba no supimos definir, si hubiéramos hecho un gol hubiera cambiado todo”, analizó el 10 del Barça, en su momento. “Nos faltó un poco de eficacia”, remató Sabella.

La falta de gol mejoró un poco cuando Martino reemplazó a Sabella en 2015. El exentrenador del Barcelona llegó con una apuesta de juego más atrevida (1,66 goles y una media de seis remates a portería por partido), pero sus delanteros seguían por debajo del poder goleador que mostraban en sus equipos. Messi se fue de Chile con un gol en seis encuentros, mientras que en el Barça, en la temporada 2014-2015, había firmado 58 goles en 57 partidos. Higuaín, por su parte, finalizó el torneo con dos goles (en el Nápoles había marcado 29 en 58) y Agüero con tres (32 en 42 en el City). “Está claro que tenemos un problema de finalización de todo el equipo. Es la parte que tenemos en rojo, la parte del déficit, pero es más producto de la casualidad que de otra cosa”, convino el Tata.

La casualidad de la que hablaba Martino en Chile se terminó en Estados Unidos: sus delanteros ajustaron la mirilla. El Messi de la Albiceleste se parece al Messi azulgrana. El 10 lleva un promedio de 1,1 goles por partido en esta Copa América, mientras que en el Barça finalizó el curso con una media de 0,84. “Marcar goles es algo que me pone feliz, pero vinimos acá a otra cosa. Lo que importa es el equipo”, cerró Messi, máximo goleador en la historia de la selección argentina con 55 goles, uno más que el mítico Batistuta.

Sobre la firma

Archivado En