Un derbi decisivo tras mucha tralla

El Barcelona y el Espanyol llevan tres partidos de alto voltaje

El protocolo del derbi sigue funcionando con normalidad: ayer posaron para la foto en la ciudad deportiva del Barça los dos entrenadores, Luis Enrique y Galca; hoy almorzarán representantes de ambas directivas en el Camp Nou —no estará el propietario del Espanyol Chen Yansheng— y la presencia de aficionados blanquiazules en el estadio azulgrana será mínima porque, al igual que sucede en Cornellà, no se venden entradas a la afición rival por cuestiones de seguridad desde los tiempos en que los radicales de ambos clubes se desaf...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El protocolo del derbi sigue funcionando con normalidad: ayer posaron para la foto en la ciudad deportiva del Barça los dos entrenadores, Luis Enrique y Galca; hoy almorzarán representantes de ambas directivas en el Camp Nou —no estará el propietario del Espanyol Chen Yansheng— y la presencia de aficionados blanquiazules en el estadio azulgrana será mínima porque, al igual que sucede en Cornellà, no se venden entradas a la afición rival por cuestiones de seguridad desde los tiempos en que los radicales de ambos clubes se desafiaban en el campo y hasta por las calles de Barcelona. El partido llega aparentemente tranquilo, incluso manso, a pesar de que el Barcelona se juega el título y el Espanyol quiere ratificar su permanencia con un resultado positivo —le falta un punto— en el Camp Nou.

Me gustaría que la Liga la ganara un equipo de Madrid

Pau López, portero del Espanyol

Nadie diría que los dos equipos se batieron duro y fuerte en los tres partidos precedentes de la temporada, dos en la Copa. El saldo fue tremendo: dos expulsados (Hernán Pérez y Diop), un sancionado (Luis Suárez recibió un castigo de dos partidos), un pisotón a posta que no vio el árbitro (de Pau a Messi) una trifulca de mil demonios en el túnel de vestuarios barcelonista —se defendió Diop: “Si queremos, los del Barça salen en camilla”—, pancartas soeces, cánticos despectivos, mucha discusión periodística y un resultado que penalizó al equipo de Luis Enrique (0-0). Aseguran los protagonistas que “todo está olvidado”, por más que la rivalidad se mantiene con declaraciones como las del portero Pau López: “Me gustaría que la Liga la ganara un equipo de Madrid”.

Un asunto de cabeza

Los blanquiazules recuerdan las veces que han fastidiado a los azulgrana en la Liga, sobre todo cuando Tamudo marcó aquel gol en el Camp Nou que resolvió el título en favor del Madrid en 2007, y los barcelonistas como Luis Enrique no quieren tener memoria sobre según qué cosas, y menos antes del último partido de la temporada en el Camp Nou: “No veo tanto problema”, argumentó el técnico. “Hemos ganado los tres últimos partidos y solo nosotros podemos ser campeones” en la penúltima jornada que se juega hoy. “La mente tiene más importancia que las piernas”, agregó. “La clave de todo es la cabeza”.

“No queremos fastidiar a nadie”, respondió Galca, que ha prescindido de Burgui. “Buscamos sumar y para ello necesitaremos hacer un gran trabajo de equipo, estar organizados y ser atrevidos en ataque”.

Sobre la firma

Archivado En