Los belgas claudican ante el voraz Bouhanni

Brazaletes negros tras los atentados en Bruselas se dejan ver en la carrera entre los aspirantes a la victoria

Bouhanni, a la izquierda, se impone al belga Meersman, a la derecha de la imagen. Quique García (EFE)

La Volta le sienta de maravilla a Nacer Bouhanni. Vencedor en Calella, el francés volvió a imponerse al esprín en la segunda etapa, Mataró-Olot (179 kms), y lo hizo con una facilidad pasmosa, mucha más que cuando el lunes se impuso al inglés Ben Swift. La rueda de Bouhanni fue la más buscada por los aspirantes al triunfo, especialmente por Meersman (Etixx) y Gilbert (BMC), dos belgas que no fueron ajenos a los atentados ocurridos por la mañana en Bruselas. Gilbert y su compañero Van Garderen, compitieron con brazaletes negros y disputaron más que nunca un triunfo que finalmente se llevó el cor...

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La Volta le sienta de maravilla a Nacer Bouhanni. Vencedor en Calella, el francés volvió a imponerse al esprín en la segunda etapa, Mataró-Olot (179 kms), y lo hizo con una facilidad pasmosa, mucha más que cuando el lunes se impuso al inglés Ben Swift. La rueda de Bouhanni fue la más buscada por los aspirantes al triunfo, especialmente por Meersman (Etixx) y Gilbert (BMC), dos belgas que no fueron ajenos a los atentados ocurridos por la mañana en Bruselas. Gilbert y su compañero Van Garderen, compitieron con brazaletes negros y disputaron más que nunca un triunfo que finalmente se llevó el corredor del Cofidis, más líder en Cataluña.

El segundo episodio de la prueba tampoco estimuló a los favoritos, pasivos incluso en el Alt dels Àngels, de primera categoría, como si la inactividad fuera la mejor manera de aguardar la batalla que se presupone librarán hoy en la alta montaña. El pelotón se contagió del desánimo y el único que quiso salirse de la regla fue De Gendt (Lotto Soudal). Al igual que sus compatriotas, el belga quiso dejar huella en la etapa hasta que fue reducido, un poco más tarde que sus compañeros de fuga, por el gran grupo. Agrupados todos, Cofidis y Sky, los equipos fuertes, volvieron a monopolizar la cabeza, dispuestos los dos a situar a sus corredores favoritos para la victoria al esprín.

El ritmo fue tan alto que los aspirantes a la victoria final temieron algún corte y se dejaron ver antes de la llegada masiva, sobre todo en el caso de Froome. El británico intentó conseguir algún segundo de diferencia, pero su empeño resultó fallido. Hoy tendrá una nueva oportunidad de disputar la victoria en la tercera etapa, que cuenta con cuatro puertos de primera categoría entre Girona y La Molina (172 km).

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