Barcelona: misma talla, más intensidad

El equipo de Luis Enrique mejora la defensa de la estrategia y lo justifica en el trabajo y la actitud de los jugadores

Alba protesta una jugada durante el partido contra el SevillaAlejandro García (EFE)

“En todo podemos mejorar. En todo”, insiste Luis Enrique, más o menos afónico, depende de como haya ido el partido “o de como haya cantado durante la semana”, bromea el asturiano. Usa mucho esa coletilla, la de que todo es susceptible de ser mejorado, y siempre para rehuir el elogio, como ocurrió el domingo cuando Unai Emery señaló lo excelso del juego azulgrana o cuando se le recordó al entrenador lo bien que defiende su equipo este curso las jugadas de estrategia, en general, y ante el Sevilla en particular.

En el Barcelona están especialmente orgullosos de la mejora en la defensa de ...

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“En todo podemos mejorar. En todo”, insiste Luis Enrique, más o menos afónico, depende de como haya ido el partido “o de como haya cantado durante la semana”, bromea el asturiano. Usa mucho esa coletilla, la de que todo es susceptible de ser mejorado, y siempre para rehuir el elogio, como ocurrió el domingo cuando Unai Emery señaló lo excelso del juego azulgrana o cuando se le recordó al entrenador lo bien que defiende su equipo este curso las jugadas de estrategia, en general, y ante el Sevilla en particular.

En el Barcelona están especialmente orgullosos de la mejora en la defensa de las jugadas de estrategia. En el vestuario de los entrenadores y también en el de los jugadores, porque a fin de cuentas, “crecer no hemos crecido, pero es cierto que estamos defendiendo muy atentos”, reconocía Jordi Alba tras el envite contra los sevillistas, muy avezados en esa suerte, pues llevan 12 goles marcados a balón parado este año. “Un equipo muy trabajado en todos los aspectos y también en ese, así que podemos estar muy contentos de como lo hemos resuelto”, según confirmó Luis Enrique.

Somos un equipo pequeñito, así que hemos de estar atentos

Jordi Alba, defensa del Barcelona

“Hemos mejorado muchísimo porque lo trabajamos mucho, creo que como la mayoría de equipos”, explicó el domingo el asturiano, que aclaró que, básicamente, ese es terreno de Juan Carlos Unzue. Lo cierto es que tampoco tienen mucho tiempo, así que el asistente del entrenador asturiano llega con los deberes hechos a la última sesión de trabajo antes de los partidos, normalmente, el mismo día si se juega en casa, el de antes en caso de que deban viajar, y siempre en función de los rivales, a los que disecciona Unzue, partiendo de una base: el Barcelona defiende desde una zona mixta. Y el equipo se implica consciente de que, a ratos, el curso pasado sufrió una buena sangría.

Defender bien la estrategia, según acepta Luis Enrique, “tiene que ver con la actitud e intensidad de los jugadores”. “Somos un equipo pequeñito, así que hemos de estar atentos”, reconoce Jordi Alba, que no niega que, a veces, también aparece el factor suerte. “Eso, a veces, también juega, claro. Pero creo que podemos estar contentos de como estamos encarando este año estas jugadas, porque la predisposición es la mejor”.

De los 700 goles que se han marcado en lo que va de campeonato, 175 se han conseguido a balón parado. El Barcelona ha marcado 69 tantos y ha encajado 21 en esta liga. Su acierto en las jugadas con la pelota quieta ha mejorado respecto al de la pasada temporada, porque ha recibido más remates, mas  goles, pero menos a balón parado. Así, de los 21 tantos que ha encajado el Barcelona en lo que va de Liga, solo dos los ha recibido después de un saque de esquina —Casadesús, del Levante, y Javi Guerra, del Rayo, tienen ese honor— y uno en el lanzamiento de penalti, firmado por Guidetti, del Celta.

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