Nadie despierta al Leicester

El equipo de Ranieri empata a cero frente al Manchester City y finaliza el año colíder de la Premier League junto al Arsenal

Vardy remata ante Otamendi, en el duelo Leicester-Manchester City. ADRIAN DENNIS (AFP)

Ni el ángel más virulento se anima a despertar a Leicester de Ranieri de su sueño. Y, claro, tampoco pudo con los zorros el poderoso Manchester City. El equipo del italiano, por el que nadie pagaba un duro antes del comienzo de la Premier, cierra el año colíder del campeonato inglés. Ayer en un partido sin porterías, el Leicester y el City empataron a cero. Intentó más el cuadro de Pellegrini, que contó con un Agüero inexpresivo y con Silva en Babia.

La visita al King Power Stadium del pomposo pedigrí de los delanteros del Manchester City le hizo cambiar el libreto al ...

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Ni el ángel más virulento se anima a despertar a Leicester de Ranieri de su sueño. Y, claro, tampoco pudo con los zorros el poderoso Manchester City. El equipo del italiano, por el que nadie pagaba un duro antes del comienzo de la Premier, cierra el año colíder del campeonato inglés. Ayer en un partido sin porterías, el Leicester y el City empataron a cero. Intentó más el cuadro de Pellegrini, que contó con un Agüero inexpresivo y con Silva en Babia.

Leicester, 0 - M. City, 0

Leicester: Schmeichel; Simpson, Huth, Morgan, Fuchs; Inler (Ulloa, m. 67); Mahrez, Kante, Drinkwater (King, m. 79), Albrighton (De Laet, m. 87); y Vardy. No utilizados: Okazaki, Dyer, Wasilewski y Schwarzer.

Manchester City: Hart; Sagna, Otamendi, Mangala, Kolarov; Fernandinho, Touré; De Bruyne, Silva (Jesús Navas, m. 73), Sterling (Iheanacho, m. 88); y Agüero (Bony, m. 63). No utilizados: Caballero; Zabaleta, Demichelis y Horsfield.

Árbitro: Craig Pawson amonestó a Kolarov, Sagna, Albrighton y De Bruyne.

King Power Stadium. Cerca de 32.500 espectadores.

La visita al King Power Stadium del pomposo pedigrí de los delanteros del Manchester City le hizo cambiar el libreto al viejo Ranieri. El técnico italiano quería cortar los circuitos de juego entre Silva, Sterling, De Bruyne y Agüero, los chicos de bota delicada de Pellegrini, y dejó su habitual 4-4-2 para dar paso a un pistolero trivote con Inler, Kante y Drinkwater. El plan de entrenador de los zorros funcionó porque el Kun y el mediapunta español andaban extraviados y los citizen solo inquietaban a Schmeichel cuando se activaba el escurridizo Sterling.

La mejores oportunidades para el City llegaron de la mano de su último gran galáctico (llegó este verano a cambio de 68 millones de euros, el fichaje más caro pagado por un jugador inglés). El exjugador del Liverpool se movió con libertad por todo el frente: a veces compareció de extremo, otras de enganche y también de delantero. La franja izquierda quedó a merced de Kolarov, que la escaló una y otra vez. Pero el City, que dominó el juego, no logró incomodar nunca a Schmeichel. Y el entrenador chileno optó por reemplazar a sus jugadores franquicia: Agüero, Silva y Sterling. No hubo manera de batir la portería del Leicester, que termina el año durmiendo en la punta de la Premier junto al Arsenal. Y nadie lo logra despertar.

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