Argentina, 1 - Uruguay, 0

La Albiceleste fue mejor que Uruguay, tuvo más fe y encontró un merecido premio

Ganó Argentina porque fue el único que lo deseó de verdad (1-0). Uruguay, amilanada sin Luis Suárez, todavía castigado por el mordisco del Mundial de Brasil, jugó a no perder. El plan no funcionó porque acabó mordiendo el polvo. Con un gol de cabeza de Agüero los argentinos tumbaron a los uruguayos y se pusieron líderes del grupo B.

La primera parte fue un monólogo. No hubo ocasiones clarísimas pero el peligro rondó el área uruguaya todo el tiempo. Messi arrancó desde la derecha y buscó combinar con Pastore, un gran socio...

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Ganó Argentina porque fue el único que lo deseó de verdad (1-0). Uruguay, amilanada sin Luis Suárez, todavía castigado por el mordisco del Mundial de Brasil, jugó a no perder. El plan no funcionó porque acabó mordiendo el polvo. Con un gol de cabeza de Agüero los argentinos tumbaron a los uruguayos y se pusieron líderes del grupo B.

La primera parte fue un monólogo. No hubo ocasiones clarísimas pero el peligro rondó el área uruguaya todo el tiempo. Messi arrancó desde la derecha y buscó combinar con Pastore, un gran socio, y cambiar de juego a donde estaban Di María y Rojo. Argentina achuchó pero no tuvo premio. Uruguay se agarró a un clavo ardiendo: los saques de esquina y las faltas laterales a la espera de un cabezazo. 

El partido fue duro y a ratos bronco, sobre todo por parte de Uruguay. El gol llegó en el minuto 60. Messi condujo en tres cuartos y tocó con Pastore, uno de los mejores de la noche. Este dribló y se la dejó a Zabaleta, que centró al primer palo. El Kun, más listo que el hambre, le ganó el sitio a Giménez, el defensa del Atlético de Madrid, y remató durísimo de cabeza. Golazo. 

Messi comenzó efervescente. En una geometría habitual este año, sus caídas a las bandas provocaron contantes cortocircuitos en la defensa. De fuera, a dentro el puñal del argentino remataba o asistía con el mismo peligro. Pero a medida que avanzó el encuentro la presencia del 10 se fue desvaneciendo, opacada por el derroche físico y la precisión del Kun Agüero.

Para Argentina fue más que suficiente. Uruguay, en el tramo final, sacó a Hernández y con más empuje que fútbol buscó el empate. No fue suficiente. Los del Tata Martino tuvieron más fe y acabaron llevándose el premio, muy merecido. Argentina navega como un velero en esta Copa América.  

Te hemos contando en vivo el Argentina vs Uruguay.

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