Laso y el Brasil del 82

Rumbo al reto de la Euroliga, el técnico del Madrid defiende su estilo tras apuntalar su cargo con la conquista de la Copa

Madrid -
Alberto Herreros felicita a Pablo Laso tras ganar la Copa. Foto: ACB PhotoEL PAÍS

Que el Madrid es un club eminentemente de fútbol se demuestra hasta en las metáforas que utiliza el equipo de baloncesto. “Aquí siempre hay necesidad de títulos. Vivimos para competir y para ganar. Después de cómo acabó la temporada pasada, recibí un mensaje muy emotivo en el que un amigo me decía que nadie se acordaba de quién había ganado el Mundial de 1982, pero que siempre se recordará el juego de aquel Brasil. La fuerza de este grupo es saber levantarse”, contó Pablo Laso tras derrotar al Barça en Las Palmas. Acababa de conquistar su tercera Copa en cuatro años, —su séptimo título en tres...

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Que el Madrid es un club eminentemente de fútbol se demuestra hasta en las metáforas que utiliza el equipo de baloncesto. “Aquí siempre hay necesidad de títulos. Vivimos para competir y para ganar. Después de cómo acabó la temporada pasada, recibí un mensaje muy emotivo en el que un amigo me decía que nadie se acordaba de quién había ganado el Mundial de 1982, pero que siempre se recordará el juego de aquel Brasil. La fuerza de este grupo es saber levantarse”, contó Pablo Laso tras derrotar al Barça en Las Palmas. Acababa de conquistar su tercera Copa en cuatro años, —su séptimo título en tres temporadas y media, en la 11ª final de las 14 competiciones que ha disputado— y recurrió, sin citarlos, a Zico, Sócrates, Falcao, Toninho Cerezo, Junior, Eder y compañía para volver a defender el camino y el estilo de un equipo de autor.

Con un porcentaje de victorias del 80% (213 en 265 partidos), Laso es el entrenador con el tercer mejor balance en el banquillo madridista. Sólo le superan, en partidos y títulos, los legendarios Pedro Ferrándiz, con el 85,7% (409 victorias en 477 encuentros), y Lolo Sáinz, con el 81,1% (561 en 692). Desde que Sáinz dejara el banquillo en 1989 ningún técnico superó la barrera de las tres temporadas. Y desde que Florentino Pérez es presidente del club, sólo Laso ha alcanzado la cuarta temporada, en baloncesto y fútbol, ni Mourinho ni Del Bosque lo lograron. Semejante regularidad ha devuelto al Madrid a cotas inexploradas desde hace décadas, pero no ha terminado de convencer a resultadistas y vitrinólogos. Tras rozar la excelencia romántica, la temporada pasada concluyó con la segunda derrota seguida en la final de la Euroliga y la segunda Liga perdida ante el Barça. Entre la indecisión de la directiva y la enrevesada cronología para encontrar sustituto, Laso salvó el puesto.

Los jugadores del Madrid celebran la CopaElvira Urquijo A. (EFE)

“Eso va en el ADN de los entrenadores. Los resultados marcan nuestro devenir. Es así y lo aceptas, pero para mí lo más importante es tener la conciencia tranquila con mi trabajo. ¿Si me siento valorado? Sí, cuando llego a casa y mis hijos me quieren mucho. Me siento valorado cuando los que trabajan conmigo dan el cien por cien”, explicó el técnico durante la cabalgata por las instituciones madrileñas para celebrar la Copa, su título fetiche. Con el de 2012 empezó a construir su obra, con el del lunes en el Gran Canaria Arena podrá apuntalar su cargo para emprender su tercer abordaje a la Copa de Europa. En las galerías del Gran Canaria Arena recibió, sin excepción, el cariño de sus jugadores y de su valedor, el director deportivo, Alberto Herreros.

“La consistencia en este club se gana con títulos”, cuenta Rudy Fernández. El MVP de la final de Copa confía en que el equipo haya aprendido a calibrar los tiempos. “El año pasado fuimos demasiado rápido, pero el estilo es irrenunciable. Se nos quedó una espina clavada por cómo fue la temporada pasada y hemos aprendido muchísimo”, argumenta. “En este club ser subcampeón no sirve de mucho, pero este equipo tiene un presente y un futuro importante. Con Laso se marcó un estilo. Se cambió de tercio y se empezó a saber a lo que queríamos jugar, para ganar y también para agradar al aficionado”, relata el histórico Clifford Luyk, optimista ante el reto de la Final Four en el Palacio. “Este año tenemos un equipo mas duro y más experimentado”, cuenta Luyk, con seis Copas de Europa en su currículo. “No es que sea una obsesión, pero este equipo se la merece de una vez por todas por la trayectoria que ha seguido estos años”, completa el capitán, Felipe Reyes. “Esto no es nada... Es lo mismo que se consiguió la temporada pasada. Lo bueno viene ahora. Es ahora cuando tenemos que dar el paso adelante para marcar la diferencia”, cierra Nocioni.

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