Muere Udo Lattek, leyenda del gran Bayern y del convulso Barça

El exentrenador alemán ganó la Copa de Europa con el club bávaro y tuvo una sonada disputa con Schuster y Maradona

Udo Lattek, en una imagen de archivo de 2003.Oliver Weiken (Bongarts/Getty Images)

Udo Lattek cumplió su última profecía. “Cuando cumpla 80 años veré los rábanos desde abajo”. 19 días después de convertirse en octogenario el exentrenador alemán falleció en una residencia de ancianos de Colonia. Nacido en Bosemb, Prusia Oriental, en 1935, sufrió la II Guerra Mundial. Estuvo en un campo danés de prisioneros, donde, al no haber escuela, dedicaba el día entero a jugar al fútbol. Militó en el Osnabrück y en el Bayer Leverkusen. Como entrenador,...

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Udo Lattek cumplió su última profecía. “Cuando cumpla 80 años veré los rábanos desde abajo”. 19 días después de convertirse en octogenario el exentrenador alemán falleció en una residencia de ancianos de Colonia. Nacido en Bosemb, Prusia Oriental, en 1935, sufrió la II Guerra Mundial. Estuvo en un campo danés de prisioneros, donde, al no haber escuela, dedicaba el día entero a jugar al fútbol. Militó en el Osnabrück y en el Bayer Leverkusen. Como entrenador, marcó una época en el fútbol europeo y mundial. Proyectó sus destellos más visibles durante su etapa como entrenador del gran Bayern, con el que ganó la Copa de Europa de 1974, tras doblegar al Atlético de Madrid en la final, además de seis Bundesligas y tres Copas.

Hubo quien dijo que aquel equipazo lo podía dirigir el palo de una escoba, pero lo cierto es que fue él quien gestionó una plantilla en la que lucían Höness, Breitner, Beckenbauer y Gerd Müller, entre otros. Con el Borussia Moenchengladbach ganó la Copa de la UEFA en 1979 y dos Bundesligas. Y en los 18 meses que duró su convulsa etapa en el banquillo del Barcelona, entre 1981 y 1983, conquistó una Recopa. También dirigió al Borussia Dortmund y al Schalke y fue director deportivo del Colonia.

Schuster le tildó de “borracho”, pero él estaba convencido de que fue Maradona quien le pidió a Núñez su destitución como técnico del Barça

Josep Lluís Núñez se fijó en él, entonces considerado un discípulo de Hennes Weisweiler. Llegó al club blaugrana en 1981. Y gracias a su conocimiento del latín, pudo expresarse enseguida en castellano. Incluso acompañó a la selección española en una gira por Sudamérica, en junio de aquel año, para perfeccionar el idioma y conocer a los jugadores españoles, y en especial a los del Barcelona. Pero sus principales problemas en el Camp Nou surgieron a raíz de un enfrentamiento con su compatriota Bernd Schuster.

En vísperas de un partido frente al Racing, en Santander, Schuster le acusó de “borracho”. Lattek castigó al rubio centrocampista dejándole en el banquillo. Núñez intercedió y reunió en su domicilio al entrenador, al jugador y a la prensa. Sin embargo, el propio Lattek estaba convencido de que fue Diego Maradona quien presionó a Núñez para que lo despidiera. “Un club de locos”, definió bastante tiempo después Lattek, a pesar de que había firmado un pacto de silencio.

Udo Lattek (derecha) junto al delantero Karl-Heinz Rummenigge tras ganar la Copa Alemana de 1984.Eilmes (AFP)

En 1988 se pasó al periodismo al aceptar una oferta del grupo editorial Springer para ser jefe de redacción del Sport-Bild. “Ahora seré yo quien escriba y podré criticar con toda libertad a mis antiguos colegas”, sentenció. Ya retirado reincidió con sus problemas de abuso de alcohol, que según quienes le conocían podrían arrancar de muchos años atrás, cuando la muerte prematura de su hijo Dirk, le cambió el carácter y le convirtió en un hombre amargado, autoritario y con tendencia a perder los nervios. El Parkinson, dos operaciones de cerebro y un ictus en 2010 mermaron su fuerza física. En el otoño de 2013, la prensa publicó unas fotos que lo mostraban sentado en una silla de ruedas.

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