Totti, el genio infinito

Las agujas del reloj parecen haberse detenido para algunos futbolistas. Descansan bajo una especie de hechizo que inmortaliza su talento. Francesco Totti es uno de los guardianes del antídoto contra el tiempo. A sus 38 años, el 10 de la Roma, conserva su fútbol en estado puro. Ayer, en el clásico de la capital italiana, el astro italiano sacó a relucir, una vez más, su título de emperador romano. Autografió dos goles frente a la Lazio (2-2) y se catapultó como el máximo goleador de los derbis (11). Un récord que comparte co...

Las agujas del reloj parecen haberse detenido para algunos futbolistas. Descansan bajo una especie de hechizo que inmortaliza su talento. Francesco Totti es uno de los guardianes del antídoto contra el tiempo. A sus 38 años, el 10 de la Roma, conserva su fútbol en estado puro. Ayer, en el clásico de la capital italiana, el astro italiano sacó a relucir, una vez más, su título de emperador romano. Autografió dos goles frente a la Lazio (2-2) y se catapultó como el máximo goleador de los derbis (11). Un récord que comparte con Dino Da Costa, que jugó en la Roma en la década del 50. El festejo, una postal: reclamó un móvil al banquillo y, desde el tapete y con la afición de fondo, se tomó una fotografía. Un selfie para la eternidad.

El atacante festeja su récord con un ‘selfie’. “Lo había pensado en la semana”, dijo el capitán

“Había pensado en el festejo durante la semana”, confesó Totti después del partido. “Más allá de que los selfies están de moda, no suelo realizarlos porque me gusta conservar la privacidad de mi vida. Pero esta era una ocasión especial, algo para recordar por mucho tiempo”, añadió el delantero. “Antes de salir al campo, Totti me dijo que iba a ser su partido”, reveló el técnico de la Roma, Rudi García. “Y tenía razón”, completó el preparador. Sin embargo, el derbi número 40 de Totti no amaneció de la mejor manera. La Lazio se fue al descanso en el Olímpico con dos goles de ventaja, obras de Mauri y de Felipe Anderson. Pero si el capitán de la Roma había advertido que el clásico era suyo, había que hacerle caso.

A la vuelta de los vestuarios, Totti firmó los dos goles con los que la Roma empató el partido frente a la Lazio y se convirtió en el máximo goleador de la historia del derbi romano. “Para un jugador de la Roma, esto es la cosa más grande que te puede pasar”, explicó el 10. “Totti es un genio y lo ha vuelto a demostrar”, concluyó Rudi García

El mito de Totti se agiganta año tras año. Es el segundo máximo artillero de la Serie A (suma 239 goles y está a 35 dianas de igualar el registro goleador de Silvio Piola, que marcó 274, entre el 1930 y 1954). El delantero se colgó esta temporada la medalla del cañonero más longevo de la Liga de Campeones, con su gol frente al Manchester City en la fase de grupos. Totti es una leyenda en el césped y aunque tiene fama de disparatado (cuenta con dos libros de chistes sobre él mismo) fuera del campo, nadie manda más que el capitán en la Roma.

Es un genio y lo ha vuelto a demostrar” Rudi García, técnico de la Roma

Se estrenó en el calcio el 28 de marzo de 1993 y jamás entendió de mudanzas (antes de fichar para la Roma en 1989, el Milan le ofreció un suculento contrato que su familia rechazó porque no querían que se alejara de la ciudad). El capitán, que cuenta 574 partidos en la Serie A (por supuesto que todos con la camiseta de la Roma), no se anda con nimiedades. Cuando en diciembre, en un partido frente al Génova, Totti iba a saltar al campo, Keita, en un gesto reverencial, se acercó rápidamente a la banda para entregarle el brazalete. El 10 lo rechazó con furia y le ordenó al exjugador del Barcelona que súbito recuperara su posición en el campo. No estaba parar perder el tiempo, su leyenda no entiende de formalidades.