Nervión, una guerra

El Sevilla no puede con un duro Levante en un choque sin fútbol, lleno de golpes, interrupciones, parones y un grosero fallo de Beto

Bacca lucha por el balón con David Navarro Marcelo del Pozo (REUTERS)

Nueve minutos de prolongación, golpes, intensidad, sangre y emoción. Con poco fútbol, eso sí. Son las conclusiones del justo empate que se llevó el Levante de Nervión, escenario de una guerra entre dos equipos fortísimos, después de frenar a un Sevilla que casi nunca tuvo juego para superar la barrera que le puso por delante el equipo de Lucas Alcaraz, que lleva ya cuatro temporadas sin perder en el Sánchez Pizjuán. Debe el Sevilla aprender a cerrar estos partidos que se empinan hasta lo indecible. No pudo y el Levante empató en una jugada aislada, donde Beto, golpeado dos veces en la barbilla...

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Nueve minutos de prolongación, golpes, intensidad, sangre y emoción. Con poco fútbol, eso sí. Son las conclusiones del justo empate que se llevó el Levante de Nervión, escenario de una guerra entre dos equipos fortísimos, después de frenar a un Sevilla que casi nunca tuvo juego para superar la barrera que le puso por delante el equipo de Lucas Alcaraz, que lleva ya cuatro temporadas sin perder en el Sánchez Pizjuán. Debe el Sevilla aprender a cerrar estos partidos que se empinan hasta lo indecible. No pudo y el Levante empató en una jugada aislada, donde Beto, golpeado dos veces en la barbilla, falló de forma clamorosa. Faltaban 10 minutos y luego nueve de prolongación. El Sevilla, enrabietado, con 10 jugadores por la lesión de Arribas, con Fernando Navarro con la cabeza abierta, tuvo incluso dos opciones para hacer el segundo, a la desesperada. Una fue muy clara de Coke, en el 96, que salvó Mariño. La épica no funcionó esta vez, como ante el Villarreal. Al Sevilla le faltó temple y juego para matar el partido cuando ganaba. Momentos en los que se metió atrás y no tuvo claridad alguna. El error de Beto y una jugada aislada lo condenó. Le viene bien el parón a los andaluces, que han perdido algo de fuelle. El problema es que el retorno será en el Camp Nou.

SEVILLA, 1- LEVANTE, 1

Sevilla: Beto; Coke, Arribas, Carriço, Tremoulinas (Fernando Navarro, m. 82); Krychowiak, Banega; Deulofeu (Aleix Vidal, m. 65), Denis Suárez (Gameiro, m. 77), Vitolo; y Bacca. No utilizados: Rico; Diogo, Cristóforo y Aspas.

Levante: Mariño; Vyntra, David Navarro, Juanfran (Iván López, m. 67), Nikos; Sissoko, Diop; Rubén García (Xumetra, m. 78), Víctor Casadesús, Ivanschitz; y Barral (El Zhar, m. 53). No utilizados: Jesús; Camarasa, Simao y Morales.

Goles: 1-0. M. 31. Vitolo. 1-1. M. 80. Casadesús.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Barral, Ivanschitz, Denis Suárez, Juanfran, Mariño, Banega, Sissoko y Xumetra.

Ramón Sánchez Pizjuán. Unos 35.000 espectadores.

Ha mejorado mucho el Levante. Se nota la mano de un técnico competente como es Lucas Alcaraz. También el hecho de recuperar a jugadores veteranos y muy curtidos, caso de David Navarro o Juanfran. Por tanto, no extrañó lo más mínimo la batalla que el equipo granota le presentó al Sevilla, que necesitaba la victoria para no alejarse de los puestos nobles de la clasificación. Sufrió el conjunto andaluz, al que le cuesta, en líneas generales, superar a equipos que se le cierran bien atrás. Con espacios y al contragolpe resulta muchas veces imparable. Sin amargo, lo pasa mal cuando Bacca, Deulofeu, Denis o Vitolo no tienen una pradera por delante para galopar. El Levante, ordenado y rápido, pudo aprovechar un resbalón a los dos minutos que dejó a Casadesús solo ante Beto. El delantero superó al portero, pero Carriço sacó bajo palos. Una ocasión muy clara que hizo dudar al Sevilla, al que Banega no lograba desatascar. El partido fue igualado, intenso, lleno de matices tácticos. Poderosos los dos centrocampistas defensivos del Levante, valiosas las carreras en defensa de gente como Deulofeu o Banega. Indicios que muestran el gran trabajo que acumulan estos dos equipos.

Mariño sacó un buen remate de Arribas y la diferencia estribó en que el Sevilla sí acertó en la ocasión que tuvo. No fue como la de Casadesús, producto del azar. Había que fabricarla y ahí despuntó el talento de Deulofeu. Un centro de dulce del catalán al área lo remató Vitolo de forma impecable. Pareció fácil, pero no lo era. El gol no desató al Sevilla, tímido, incapaz de tener el balón y de llegar con peligro a la meta de Mariño. El Levante apretó y puso en apuros al conjunto andaluz, que se partía de forma peligrosa.

Tuvo Bacca la ocasión de cerrar el partido, pero Juanfran salvó bajo palos. El encuentro, lleno de interrupciones, de golpes, como los del portero Beto, Arribas o El Zhar, se le iba indigestando al Sevilla, que no lo cerraba. Tampoco el Levante daba el paso valiente para buscar el empate. Lo encontró después de un error monumental de Beto, que falló de forma evidente en una salida de puños, quizás tocado por el rosario de golpes que se llevó. El partido, una batalla, llegó al minuto 99 por los parones. El Sevilla tuvo un arrebato que le pudo dar el triunfo. El Levante aguantó y se llevó un punto que le sabe a gloria después de un enorme trabajo. Nervión le sienta bien.

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