El Madrid dosifica su repertorio

"Hay que llegar bien al momento importante de la temporada para que no nos pase lo que la temporada pasada", analizó Llull mientras se secaba el sudor tras el partido. Con su reflexión, el menorquín expuso la dosificada hoja de ruta que se ha marcado el subcampeón de Europa y de Liga este curso. En Tenerife, Laso amortiguó los efectos de los 12.000 kilómetros de vuelo recorridos por su equipo en cuatro días con una milimétrica rotación de efectivos. Sólo Rudy y Rivers superaron los 20 minutos en pista, y ninguno alcanzó los 25, anotaron además los 12 jugadores madridistas, con buena afinación ...

"Hay que llegar bien al momento importante de la temporada para que no nos pase lo que la temporada pasada", analizó Llull mientras se secaba el sudor tras el partido. Con su reflexión, el menorquín expuso la dosificada hoja de ruta que se ha marcado el subcampeón de Europa y de Liga este curso. En Tenerife, Laso amortiguó los efectos de los 12.000 kilómetros de vuelo recorridos por su equipo en cuatro días con una milimétrica rotación de efectivos. Sólo Rudy y Rivers superaron los 20 minutos en pista, y ninguno alcanzó los 25, anotaron además los 12 jugadores madridistas, con buena afinación desde la línea de tres (12 de 25). Enfrente, Sekulic jugó casi 35 minutos y cuatro compañeros más sostuvieron la bandera amarilla en la frontera de la media hora con tanta dignidad como extenuación. El Madrid llegó a ganar por 24 puntos (66-90, m. 36) y acabó haciéndolo por 11 (82-93), suficiente para mantenerse al frente de la tabla con Barcelona y Unicaja.

Nueve puntos de Nocioni en siete minutos (con un 3 de 3 en triples) y cinco más de Rudy Fernández cimentaron el contundente parcial de 9-20 con el que el Madrid se presentó en Tenerife. Pero un tapón, un rebote y un mate de Luke Sikma anunciaron la rápida respuesta del Iberostar. Al estadounidense le secundó Blagota Sekulic en la pintura y episódicamente Blanco y Uriz desde el perímetro para equilibrar el duelo en un santiamén antes del final del primer cuarto (21-23, m. 10).

Como ocurrió el pasado viernes en Kazán, la vibrante aparición de Mejri en el partido volvió a dar impulso al conjunto de Laso, que ya no perdió el control. Con ocho puntos y tres rebotes en el segundo acto, el tunecino, bien asistido por Sergio Rodríguez, restauró el dominio visitante bajo los aros y volvió a elevar la renta de los blancos por encima de los 10 puntos (36-47, m. 18) en un toma y daca del que siempre salían mejor parados los madridistas por amplitud de repertorio.

El emparejamiento entre Beirán (el mejor de su equipo en la primera mitad con 10 puntos y cuatro faltas recibidas) y Maciulis elevó las prestaciones de un choque equilibrado en la intensidad pero descompensado en el potencial. Pero nada era suficiente para que los amarillos atajaran a su rival. En la novedosa y extensa rotación de Laso, Sergio Llull (con un inédito vendaje en la rodilla izquierda) calentó banquillo durante los dos primeros cuartos y Campazzo, sin minutos ante el Unics en la Euroliga, tuvo más carrete del habitual (11m 28s). A la vuelta de la caseta también apareció en cancha Bourousis y regresaron a pista Nocioni y Rudy tras su efervescente comienzo.

El Iberostar achicaba agua, casi siempre con Sekulic al frente, pero su abnegada pelea apenas le servía para rebajar con esfuerzo la frontera de los 10 puntos. Cada canasta de los de Alejandro Martínez costaba litros de sudor, mientras que de un plumazo, con seis puntos consecutivos de Rudy en un minuto por ejemplo (49-60, m. 26), el Madrid desmontaba sus esperanzas y anticipaba la resolución del encuentro. Los de Laso perdían el rebote pero dominaban los porcentajes de tiro y, cuando el alero mallorquín y Nocioni retomaron la faena, se volvieron incontenibles (58-74, m. 30). Apenas seis jugadores llevaban el peso de la resistencia en el conjunto amarillo frente a un batallón de 12 hombres que van sobrados para acumular victorias en periodo de entreguerras.