Fichajes a años vista

El Barça completará su plantilla con el lateral Douglas por si persiste la sanción de la FIFA

Barcelona -
Douglas, de blanco, con un partido del São Paulo.DIARIO AS

Hace tiempo que el Barça no solo compite en el césped, sino que sus enredos en los despachos son morrocotudos. Bien porque el club juega al birlibirloque con el fichaje de Neymar, bien porque Messi defrauda a Hacienda, bien porque Luis Suárez se las tiene con la FIFA, bien porque se saltaron a la torera las normas de los traspasos de al menos nueve menores impuestas por el Transfer Matching System (TMS) de la FIFA, organismo creado en 2009 para evitar irregularidades en las transacciones. ...

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Hace tiempo que el Barça no solo compite en el césped, sino que sus enredos en los despachos son morrocotudos. Bien porque el club juega al birlibirloque con el fichaje de Neymar, bien porque Messi defrauda a Hacienda, bien porque Luis Suárez se las tiene con la FIFA, bien porque se saltaron a la torera las normas de los traspasos de al menos nueve menores impuestas por el Transfer Matching System (TMS) de la FIFA, organismo creado en 2009 para evitar irregularidades en las transacciones. “Estamos en falso”, advirtieron desde el club al entonces presidente Sandro Rosell. Pero poco le importó el consejo, bravucón y confiado en que por ser el Barça tendrían más privilegios que el resto. Incluso se le prohibió fichar hasta verano de 2015, ahora sanción en stand by, cautelar. “Creemos que la resolución llegará muy pronto, quizá antes de que acabe el mes”, cuentan del Barcelona. Pero por si las moscas, por si no se levanta el castigo, la entidad azulgrana se ha esmerado en completar el equipo de este y el año próximo.

Inversión histórica

Ter Stegen (Borussia Mönchengladbach): 12 millones

Rakitic (Sevilla): 18

Bravo (Real Sociedad): 12

Luis Suárez (Liverpool): 81

Mathieu (Valencia): 20

Vermaelen (Arsenal): 10

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TOTAL: 153 millones

“No sabemos si podremos fichar en el siguiente mercado”, exponen desde el club; “por lo que no queda otra que pensar un poco más a largo plazo”. Así, el Barça ha invertido 153 millones en seis fichajes y, siguiendo lo que en el área deportiva se llama línea de sucesión —previsión del recorrido de los jugadores del primer equipo y de los canteranos que pueden ascender en uno, dos o tres años—, las incorporaciones no han sido casuales. Han fichado a dos porteros (Ter Stegen y Bravo), a dos centrales (Mathieu y Vermaelen) para llegar a cinco en la posición, a un medio (Rakitic), además de recuperar a Rafinha, y a un delantero (Luis Suárez). Ahora, también contratarán al lateral Douglas, de 24 años y del São Paulo, por ocho millones. Más que nada porque a Alves ya le enseñaron la puerta de salida —pero el jugador no encontró otro equipo que le asegure su salario, que ronda los nueve millones— y Montoya no acaba de explotar. “Douglas es un lateral brasileño, de esos que atacan mejor que defiende”, señalan desde la cúpula; “lo han estado siguiendo desde hace varias temporadas y se adapta a las exigencias del puesto”. En el proceso de fichaje, sin embargo, no ha participado el agente André Curí, empleado del Barça para el mercado de Sudamérica. Y tampoco se ha hablado con Traffic —empresa que posee el 40% de los derechos del jugador y ha sido señalada porque trajo a Keirrison y Henrique, por los que el club pagó 22 millones sin que se vistieran de corto—, sino con el São Paulo.

En un principio, Douglas llegará el año que viene, fichaje de seguridad por si la FIFA no da su brazo a torcer. De hecho, por eso fue ayer convocado el Barça en Zúrich, vista oral (duró cuatro horas) exigida como ante todo organismo federal después de los alegatos escritos al iniciar el proceso en abril. Para la defensa azulgrana acudieron Laura Anguera y Albert Soler al frente de los servicios jurídicos, el director de La Masia Carles Folguera, el director de la escuela León XIII con la que el Barça tiene un convenio académico, dos jugadores de la cantera y Clemente Villaverde, gerente del Atlético que testificó a favor del Barça. Aunque se reserva el club la estrategia jurídica —“sería contraproducente para nuestros intereses”, advierten—, tiene claro que la batalla sobre los traspasos irregulares no debería ser con los clubes de élite (incluso pidió un estado de excepción para ellos el año anterior). “El artículo es inaplicable. No solo por la inmigración natural, sino porque la FIFA no puede aplicar lo mismo a un equipo de Primera que a otro de Tercera. Por eso pedimos que se regule”, desvelan. Les queda esperar. Algo que, sin embargo, no podían hacer con los fichajes.

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