La alternativa Valverde

Retirados Froome y Contador, el ciclista murciano, que marcha tercero, se siente capacitado para derrotar a Nibali

Valverde, durante la décima etapa del TourYOAN VALAT (EFE)

Antes de que empezara el Tour, algunas noches Alberto Contador se despertaba sobresaltado. Había soñado que durante la carrera sufría un percance y que todas sus esperanzas de victoria desaparecían. “Pero entonces me daba cuenta de que había sido una pesadilla y volvía a quedarme dormido. Ayer, no. Anoche me desperté muchas veces y no, y comprobaba que lo que me había ocurrido no había sido un sueño, que mi Tour se había acabado de verdad. Me dolía la pierna, no podía girarme en la cama. Y no podía volver a dormirme. He dormido fatal”.

Contador habló así antes de partir a Madrid, donde ...

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Antes de que empezara el Tour, algunas noches Alberto Contador se despertaba sobresaltado. Había soñado que durante la carrera sufría un percance y que todas sus esperanzas de victoria desaparecían. “Pero entonces me daba cuenta de que había sido una pesadilla y volvía a quedarme dormido. Ayer, no. Anoche me desperté muchas veces y no, y comprobaba que lo que me había ocurrido no había sido un sueño, que mi Tour se había acabado de verdad. Me dolía la pierna, no podía girarme en la cama. Y no podía volver a dormirme. He dormido fatal”.

Hasta ahora ha sido un Tour atípico, de trampas y emboscadas" José Luis Arrieta, director del equipo Movistar

Contador habló así antes de partir a Madrid, donde decidiría cuál es la forma más rápida de recuperarse de su lesión de rodilla. Los médicos constataron que lo que tenía no era una fractura sino una fisura y que por tanto no tendrá que pasar por el quirófano aunque le mantedrá 15 días apartado de la bicicleta. Detrás, descansando en la capital del Franco Condado, la tierra de Jean de Gribaldy, dejó al Tour, que, con un italiano de amarillo sólido, Nibali, no mira atrás, no espera a los caídos.

Dejó Contador el Tour, y en Francia de repente se fueron las lluvias y las nieblas y lució el sol fuerte. Y mirando a su sombra bien definida en el parking de su feo hotel, el director de su equipo, Bjarne Riis, clamaba: “Esto es un desastre”. El danés quiere que Contador vuelva a correr cuanto antes, que dispute la Vuelta (algo que consideran casi imposible los médicos), que encuentre un objetivo para recuperarse del golpe moral, más grande porque estaba convencido de su victoria. “Tal como estaba, en la etapa en la que se cayó, Contador, que iba a atacar, le habría sacado al menos minuto y medio a Nibali…”, dice Riis. “Ha superado muchos golpes y no dudo de su carácter, de su fuerza para recuperarse. Y el año que viene volverá a estar preparado. Pero es un desastre…”.

CLASIFICACIÓN

1. Vicenzo Nibali (ITA/Astana) 42h 33m 38s

2. Richie Porte (AUS/Sky) a 2m 23s

3. Alejandro Valverde (ESP/Movistar) a 2m 47s

4. Purito Rodríguez (ESP/Katusha) a 57m 34s

Y en otro parking, en otro hotel, Alejandro Valverde, tercero en la general, a 2m 47s de Nibali, decía: “Se puede ganar el Tour”. Como si fuera un poeta, el poeta del pedal, Valverde cuenta que su cuerpo se deja guiar por sus sensaciones y que pese a que aparentemente en los días anteriores su rendimiento ha abierto dudas, sus sensaciones son buenas. “He corrido muy poco este año, así que, en teoría, tengo que ir a más o mantenerme. Y confío mucho en mi equipo, y en el calor”, dice Valverde, de la seca y calurosa Murcia, que si a algo ha achacado su falta de respuesta buena a los demarrajes de Contador o Nibali ha sido a la lluvia, a la humedad.

Antes de empezar el Tour, Valverde dijo que aspiraba a un puesto en el podio y que quizás Froome y Contador eran superiores. Desaparecidos los dos, a Valverde no le queda más que aspirar a la victoria. Y a la victoria también espera su director, José Luis Arrieta, quien hace solo dos meses estaba en una situación similar, con un líder colombiano, Nairo Quintana, aspirando a ganar el Giro. Y lo ganó. “Y con Nairo llegamos a estar más lejos del liderato, a más de tres minutos de Urán”, dice Arrieta, quien también espera que el calor sea decisivo. “El calor nos ayudará y la entrada del Tour en su fase clásica, en la de los grandes y largos puertos alpinos y pirenaicos, de estrategias de largo alcance”, dice el técnico navarro. “Hasta ahora ha sido un Tour atípico, de trampas y emboscadas, de carreteras estrechas y peligrosas, carreteras rurales por las que pasan camiones y tractores perdiendo gasoil. Y de lluvia. Y de caídas excesivas y a veces inevitables”, dice Arrieta. “Y Alejandro ya ha pagado su cuota de mala suerte. Ha tocado el suelo y ha tenido que hacer todo el pavés, 70 kilómetros, en una bicicleta más pequeña que su talla. Y claro que se puede ganar el Tour”.

Tal como estaba, en la etapa en la que se cayó, Contador, que iba a atacar, le habría sacado al menos minuto y medio a Nibali" Bjarne Riis

De las capacidades técnicas y ciclísticas de Valverde, de su clase, pocos dudan, pero sí de su capacidad para mantener la concentración durante tres semanas, para no despistarse por el vuelo de cualquier mosca que revolotee por el pelotón. “No es Nairo, evidentemente, quien tiene sobre todo una gran capacidad de análisis, para pararse después de cada incidente y calcular y meditar qué es lo mejor que se puede hacer. Alejandro quizás es más niño en todo. Cuando sufre un percance reacciona a veces sin pensar en las consecuencias”, dice Arrieta. “Pero la capacidad de ambos para soldar al equipo a su alrededor, para ser líderes, es similar. Carga desde siempre con el sambenito de ciclista despistado, pero este Tour no se ha descentrado. Ha corrido siempre delante. Y aunque el equipo no tenga tantos nombres como otros, es un equipo de verdad. Porque si algo distingue al Movistar es ese espíritu: todos los corredores lo dan todo”.

Por detrás de Valverde, cercanos en la general, ya se han situado los jóvenes franceses, Pinot y Bardet. “Este año correrán para asegurar, pero en el futuro serán los rivales de Nairo. Son ya su generación”, dice Arrieta. Por delante, Porte, a solo 24s, y Nibali, el italiano que quiere terminar el año siendo a la vez Pantani, el último italiano que ganó el Tour, hace 16 años, y Gimondi, el único que ha ganado Giro, Vuelta y Tour. “Y no me fiaré de nadie”, dice. “En la Vuelta pasada, me confié y al final me ganó Horner por 37s. En el Tour no pasará”.

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