Duncan vuelve a citarse con LeBron James en la final

Tuvo que ser Duncan, el incombustible bastión de los Spurs, el jugador de 38 años que ha marcado las dos excelentes últimas décadas de su equipo desde que debutó en 1997 y con el que ha ganado cuatro anillos y ha estado siempre en los playoffs, quien sellara un nuevo pase a la final de la NBA. La cita la tenían marcada los de San Antonio desde que perdieron el año pasado la serie definitiva ante Miami. A...

Tuvo que ser Duncan, el incombustible bastión de los Spurs, el jugador de 38 años que ha marcado las dos excelentes últimas décadas de su equipo desde que debutó en 1997 y con el que ha ganado cuatro anillos y ha estado siempre en los playoffs, quien sellara un nuevo pase a la final de la NBA. La cita la tenían marcada los de San Antonio desde que perdieron el año pasado la serie definitiva ante Miami. Ahora, después de imponerse en la prórroga del sexto encuentro a Oklahoma (107-112), se han ganado el derecho a soñar con el desquite ante el equipo de LeBron James. Los Heat, a su vez, persiguen su tercer título consecutivo en la final que dará inicio el jueves en San Antonio, dado que los Spurs fueron mejores en la fase regular y eso les da ventaja de campo.

Kevin Durant subió un peldaño en su carrera esta temporada cuando fue elegido MVP. Por primera vez dejó de ser el segundo –casi siempre a la sombra de LeBron James-, pero el anillo tendrá que esperar. Los Spurs fueron una barrera infranqueable para los Thunder.

Ni Durant ni sus compañeros se resignaron. Espoleados por su afición, sacaron fuerzas de flaqueza, se batieron en la desesperación, casi todo el tiempo jugando contracorriente. Igualaron los 12 puntos de desventaja que llegaron a tener en el inicio del último cuarto (69-81). Pero tuvieron que claudicar en la prórroga. Duncan, espléndido todo el encuentro, se superó en esos últimos minutos, sentenció e hizo olvidar la baja de Parker que, lesionado en el tobillo izquierdo, tuvo que ver el partido desde el banquillo a partir del descanso.

El final del encuentro ya fue frenético, con un tapón legal de Ibaka a Duncan, otro tapón ilegal de Ibaka a Ginóbili pero que los árbitros no acertaron a ver, un inoportuno resbalón y pérdida de bola de Durant, un cabreo de Durant con su entrenador, Scott Brooks, por pedir un tiempo muerto a falta de 36 segundos, un tiro libre fallado por Ginóbili, dos anotados por Westbrook y un último tiro en suspensión fallado por Ginóbili. Después de ese serial de taquicardia comprimido en el último minuto y medio, el desenlace fue un empate a 101 que forzó la prórroga.

Y vuelta a empezar en los cinco minutos adicionales, con otro carrusel de emociones al límite. Los Thunder estuvieron fatal en el tiro en los cinco minutos adicionales, con una sola canasta en juego en los diez lanzamientos que ejecutaron. Esa serie de errores en ataque, la maestría de Duncan y la excelente defensa de los Spurs, condenó al equipo de Brooks, que no pudo forzar el séptimo partido y repetir la hazaña de hace dos temporadas, cuando remontaron un 0-2 a los Spurs en la final de Conferencia.

La variedad de recursos de los Spurs fue otro factor clave en su triunfo y en su capacidad para sobreponerse incluso a una baja tan importante como la de Parker y también a un mal primer tiempo que concluyeron con solo 42 puntos, su anotación más baja durante todos los playoffs.

En cambio, los Thunder solo pudieron contar con los cinco puntos de Fisher como única aportación anotadora de su banquillo. Durante tres cuartas del partido solo anotaron cuatro jugadores, los únicos que tuvieron peso y responsabilidad en su ataque.

Duncan cifró su dominio en el interior de la zona en 19 puntos y 15 rebotes. Diaw completó una labor impagable, con 26 puntos y un sentido táctico del juego que valió su peso en oro. Esa misma virtud exhibió Ginóbili, igualmente extraordinario, autor de 15 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 4 robos de balón, a pesar de su mal porcentaje en los triples (1 de 7). También destacó Leonard, con 17 puntos y 11 rebotes. Pero, sin duda, otra de las grandes diferencias la pusieron los jugadores de banquillo de los Spurs, entre los que se incluyen Ginóbili y Diaw, pero también Belinelli y Joseph.

Duncan cerró la temporada con 31 puntos y 14 rebotes. Westbrook estuvo igualmente inspirado con 34 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. El base, perturbado por las faltas, jugó casi ocho minutos menos que su compañero. Reggie Jackson fue el tercero en discordia, con 21 puntos y 5 asistencias, antes de ser eliminado por faltas. Ibaka aportó 16 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 4 tapones. Pero los Thunder pagaron cara su ligera inferioridad en el rebote, con cuatro capturas menos, y sobre todo sus pérdidas de balón, con cinco pérdidas más y seis robos menos que los Spurs.