“No me importa ser una incógnita”

Barcelona -
Isaac Cuenca posa el pasado lunes en la ciudad deportiva del Fc Barcelona.Vicens Giménez

Tiene prisa porque debe hacer media hora de activación de la rodilla derecha antes del entrenamiento. Después de ejercitarse, también se pasará por el gimnasio otra hora para hacer musculación. “Y así toda la vida”, asume Isaac Cuenca (Reus; 1991); “pero al fin me siento bien”. La mejor noticia para un jugador que tan solo ha participado en cinco duelos en dos años, todos el curso anterior en una cesión con el Ajax. Hoy está citado ante el Elche, aunque podría ser uno de los descartes de Martino.

Pregunta. ¿Cuál ha sido el peor día desde que se rompió?

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Tiene prisa porque debe hacer media hora de activación de la rodilla derecha antes del entrenamiento. Después de ejercitarse, también se pasará por el gimnasio otra hora para hacer musculación. “Y así toda la vida”, asume Isaac Cuenca (Reus; 1991); “pero al fin me siento bien”. La mejor noticia para un jugador que tan solo ha participado en cinco duelos en dos años, todos el curso anterior en una cesión con el Ajax. Hoy está citado ante el Elche, aunque podría ser uno de los descartes de Martino.

Pregunta. ¿Cuál ha sido el peor día desde que se rompió?

Respuesta. El de después de la primera operación porque no me esperaba un dolor tan heavy. No pude dormir en toda la noche por más calmantes que me dieran.

P. ¿No le dolía antes de entrar en quirófano?

R. ¡Qué va! Notaba algo desde hacía unos meses, pero no le di importancia porque no me impedía jugar. Así que al final de temporada pedí que me revisaran la rodilla y el menisco estaba desgastado; me tenían que operar.

P. ¿Y qué salió mal?

R. Ni idea. Al principio se intentó dejar todo el menisco, pero al jugar con el Ajax me resentí y me quitaron el 35%. Quizá me precipité, pero en esos momentos me encontraba muy bien…

P. ¿Qué pensó en la recaída?

R. De todo. Ha sido una tortura para la cabeza.

P. ¿Se obsesionó?

R. Tenía paranoias. Me levantaba de la cama y lo primero que pensaba era: ‘A ver cómo piso hoy, a ver si llego a ese sitio sin molestias…’. Relacioné el cerebro y toda mi vida con la rodilla hasta el punto de que le preguntaba: ‘¿Me dejas ir a comer una hamburguesa? ¿Puedo conducir?’. Había días que perdí toda la ilusión.

P. ¿Hasta de jugar al fútbol?

Entiendo que estar aquí no es fácil y más tras estar tanto tiempo parado. Haré lo que me diga el Barça"

R. Sí, en ocasiones. Pero duraba poco porque me obligaba a no pensar. Me ayudó mucho mi familia e incluso recé bastante. Soy creyente y, como todos, pido en caso de apuros. No es que me ponga a rezar en la cama antes de dormir, pero de vez en cuando me acuerdo de Dios. Aunque también soy de dar gracias, ¿eh?

P. ¿Cuántas veces lloró?

R. Muchas. Sobre todo en Holanda; estaba solo, no conocía nada y me pasaba el día con el fisio. Se me cayó el mundo encima.

P. ¿Aprendió a valorar otras cosas que no fueran el fútbol?

R. Es que he tenido tanto tiempo para hacer otras cosas, que solo pensaba en jugar. Me he aburrido mucho sin el fútbol.

P. ¿Es consciente de que ha pasado de ser un jugador prometedor a una incógnita?

R. Sí. Era un chaval muy joven, que desbordaba y apuntaba muy alto. Ahora, soy una incógnita, sí, aunque no me importa. Yo no tengo dudas de mi fútbol. Hace unos meses quizá las tenía, pero ahora toco balón cada día y vuelvo a ser el de antes.

P. ¿Tiene sitio en el Barça?

R. Me queda un año de contrato y mi única idea es jugar. Entiendo que estar aquí no es fácil y más tras estar tanto tiempo parado. Haré lo que diga el Barça.

P. Luis Enrique [el recambio de Martino] no le dio carrete en el filial. ¿Le preocupa?

R. Para nada. Aquí hay muchos y muy buenos extremos, por lo que aceptaré lo que digan. No tengo miedo a irme. En cadetes me fui porque no jugaba y hay cosas, como la voluntad de jugar, que no han cambiado en mí. Aunque me si me dicen que me quede, no diré que no. Soy culé.

Relacioné el cerebro y toda mi vida con la rodilla hasta el punto de que le preguntaba: ‘¿Me dejas ir a comer una hamburguesa?"

P. ¿Pero se siente partícipe del primer equipo?

R. Sí. Quizá porque soy del Barça desde enano. No sé si me ocurriría lo mismo en otro club.

P. Y eso que no le dejaron sentarse en las gradas para ver el clásico ante el Madrid. ¿Qué pasó?

R. Pues que éramos un montón sin convocar y no había entradas para todos…. Y me cabreé.

P. ¿Qué razón le dieron desde el club para negarle la entrada?

R. Bueno… no me dejaban entrar y ya está, no iba a cargar con el responsable de los billetes. No sé. Ese día no entré. Pero vale.

P. ¿Se ha sentido maltratado?

R. Nunca. Vengo a entrenar y no me aplauden al entrar, pero tampoco me dicen que me vaya.

P. Ahora ha sido convocado...

R. Ilusionado porque uno siempre tiene ganas de jugar.

P. ¿Han tenido que reactivarse en los entrenamientos tras los batacazos del Atlético y el Madrid?

R. Bueno, nunca hemos dejado de trabajar a tope. Sabíamos que esto podía pasar,

P. ¿Se le puede ganar al Atlético, rival al que no le han superado en los cinco partidos previos?

R. Sí. Creo que si estamos a nuestro nivel y con una buena actitud, podemos ganar los dos partidos y conseguir la Liga.

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