“Estamos felices de habernos equivocado”

Acabado el duelo con el Getafe, el Barcelona tiró la mirada al suelo y no levantó cabeza ni pecho, apesadumbrado porque entendía que también la Liga se les había escapado. Tanto el técnico Martino como el vestuario admitieron la debacle, un juego insuficiente para someter a los rivales tanto en España como en Europa. Estado de depresión. Ocurre, sin embargo, que el Atlético primero y el Madrid después se dieron de bruces con el suelo, resbalones inesperados ante el Levante y el Valladolid. Circunstancia que aceleró de nuevo el latido azulgrana. “Somos muy autocríticos y no nos cuesta nada reco...

Acabado el duelo con el Getafe, el Barcelona tiró la mirada al suelo y no levantó cabeza ni pecho, apesadumbrado porque entendía que también la Liga se les había escapado. Tanto el técnico Martino como el vestuario admitieron la debacle, un juego insuficiente para someter a los rivales tanto en España como en Europa. Estado de depresión. Ocurre, sin embargo, que el Atlético primero y el Madrid después se dieron de bruces con el suelo, resbalones inesperados ante el Levante y el Valladolid. Circunstancia que aceleró de nuevo el latido azulgrana. “Somos muy autocríticos y no nos cuesta nada reconocerlo. A veces pienso que todos deberíamos ser tan autocríticos”, resolvió Tata Martino al tiempo que abundó: “pero estamos felices y muy contentos de haber estado tan equivocados”.

Se mide con el Elche mañana el Barcelona, primera de las dos piedras –después llega el Atlético- en el camino para ganar una Liga que se dio por perdida. “Por eso creo que tanto abatimiento, tanto replanteo, tanto pensar que estaba perdido… ahora no tendría sentido que no hiciéramos el esfuerzo de luchar. Es una oportunidad única”, reflexionó el técnico azulgrana. Sorprende, sin embargo, que el Barça se haya dado tregua, con asados y cenas de cumpleaños, con un día de asueto cuando quedan dos partidos para concluir una Liga que el Madrid les ha dejado en bandeja. “Estamos acostumbrados a esta dinámica que funciona desde hace cuatro o cinco años”, esgrimió Martino, reacio a profundizar y con cierta sorna; “es que aquí me sorprende todo menos el fútbol”. Y continuó, irónico: “Si ganamos la Liga no creo que digamos que no la merecimos. En realidad, la vamos a festejar. Entre el mejor equipo de Europa y uno que hizo una temporada casi desastrosa… pues igual no hay tanta diferencia”.

No le sorprendió, sin embargo, que les dieran una nueva oportunidad en la Liga –“sucede en todo el mundo cuando se habla de fútbol”, apuntó- ni que el área deportiva se reuniera esta semana con Luis Enrique (Celta). “No hay ningún acto que el club haya llevado a cabo desde que llegué que haya estado fuera de lugar”, sentenció. No en vano, fue Martino el que hace un mes y medio puso su cargo a disposición del Barcelona, poco convencido como estaba de querer continuar en un sitio donde apenas se ha sentido cómodo. Por ello, añadió: “No hay ningún resultado que vaya a modificar mi futuro”. Aunque, de nuevo con su discurso autocrítico, agregó: “No necesariamente estoy conforme con mi trabajo aún ganando la Liga. Pero sí me siento orgulloso de ser el entrenador del Barcelona”.

Para medirse al Elche, Martino convocó a todos los jugadores, incluso a los que no tenían el alta, como Piqué, Puyol, Neymar, Dos Santos y Jordi Alba. El único que se queda es Víctor Valdés, que sigue con su proceso de recuperación. Todos a una, esa que les ha dado el Atlético y el Madrid.