El podio del ‘otro’ español

El sueco Jonas Blixt, segundo, es entrenado por el gallego Jorge Parada, instructor jefe de la academia de Sawgrass

El sueco Jonas Blixt.Andrew Redington (AFP)

Jorge Parada (A Coruña, 1984) regresaba anoche desde Augusta a Florida por carretera todavía reviviendo lo que parecía un sueño. Que el golfista al que entrena, el sueco Jonas Blixt, había sido segundo en el Masters en el año de su debut en este grande. Este técnico gallego es el único entrenador español profesional en Estados Unidos. Y no solo conduce a Blixt, sino también a David Lingmerth y a una de las perlas del circuito femenino, Anna Nordqvist. Es además instructor jefe de la a...

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Jorge Parada (A Coruña, 1984) regresaba anoche desde Augusta a Florida por carretera todavía reviviendo lo que parecía un sueño. Que el golfista al que entrena, el sueco Jonas Blixt, había sido segundo en el Masters en el año de su debut en este grande. Este técnico gallego es el único entrenador español profesional en Estados Unidos. Y no solo conduce a Blixt, sino también a David Lingmerth y a una de las perlas del circuito femenino, Anna Nordqvist. Es además instructor jefe de la academia de Sawgrass, de la que hasta hace un par de meses era el director.

La relación con el golf de este coruñés es tardía. Empezó a jugar a los 14 años en Gijón para acompañar a sus primos durante el verano. Pero desde ahí su progresión ha sido fulgurante. Estudió dirección y gestión de campos de golf, emigró a Carolina del Norte, se formó en un par de institutos y de ahí dio el gran salto a Sawgrass. “Hasta hace dos meses era el director. He estado dos años y medio con la formación de profesores, el márketing, las finanzas, pero ahora con los jugadores a los que llevo no tenía tiempo”, explica. Seguirá a los suyos en más de una veintena de torneos al año, y su estreno como técnico en Augusta ha sido increíble. Debutaba él, Jonas Blixt y su caddie, y el trío de novatos se ha aupado al segundo puesto, empatado con Jordan Spieth. “Ha sido una sorpresa también para mí, no lo podíamos esperar. Sabíamos que teníamos opciones de hacer un buen papel, pero no teníamos las expectativas tan gigantes”.

Blixt, de 29 años, es un diamante por pulir. “Es un gran pateador. Es su punto fuerte. Y el juego largo lo ha mejorado mucho. Es un jugador muy agresivo y eso a veces le perjudica en la estadística. Se va a por banderas que otros no irían. Ahora tiene más golpes que antes. Hemos trabajado en subir el vuelo de la bola”, explica Parada, orgulloso de reivindicar el papel del entrenador español en Estados Unidos. Suyo ha sido también el podio de Augusta.

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