Un paraíso de cemento

Nadal defiende su templo de Indian Wells, donde espera jugar libre de las molestias en la espalda que le afectaron en Río

Rafael Nadal en la final de Río. PILAR OLIVARES (REUTERS)

El emperador de la tierra tiene también un reino de cemento. Rafael Nadal comenzó con un triunfo ante Stepanek (2-6, 6-4 y 7-5) la gira estadounidense de pista rápida en el Masters 1.000 de Indian Wells, donde defiende el título. Ninguna pista de esas características se adapta mejor a su juego. El español, al que los médicos han pronosticado llegar muy mejorado de dolores en la espalda tras someterse a unas pruebas médicas en Brasil, donde conquistó el torneo de Río, ha ganado tres ve...

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El emperador de la tierra tiene también un reino de cemento. Rafael Nadal comenzó con un triunfo ante Stepanek (2-6, 6-4 y 7-5) la gira estadounidense de pista rápida en el Masters 1.000 de Indian Wells, donde defiende el título. Ninguna pista de esas características se adapta mejor a su juego. El español, al que los médicos han pronosticado llegar muy mejorado de dolores en la espalda tras someterse a unas pruebas médicas en Brasil, donde conquistó el torneo de Río, ha ganado tres veces en California, donde disputó otra vez la final. Pisa un paraíso para su drivede ataque.

“Esta pista reúne condiciones favorables para Rafael”, explica Toni Nadal, tío y entrenador del número uno mundial. Nadal empezó a consolidar su fama de jugador multipista cuando levantó su primera Copa en el desierto, allá por 2007 y contra un tal Noval Djokovic. “La bola pica bastante, es una pista de bote vivo, que coge el efecto, y el clima no es malo. En Río, por ejemplo, el calor era agobiante, mientras que en Indian Wells es seco”, prosigue. “Es donde ha ganado más, la pista rápida que le va mejor. Tiene que ver también con la parte del año en la que se juega el torneo, al principio, por lo que llega más fresco”, subraya. “Al final del año, Rafael suele tener más dificultades en estas pistas, viene de hacer un esfuerzo grande y lo paga un poco”.

Muchas veces pagó el número uno el precio del éxito en el tramo final de la temporada. Ahora llega a California tras alcanzar la final en los tres torneos que ha disputado en 2014 y cuidándose la espalda para que no se reproduzcan los problemas que le afectaron en el partido decisivo del Abierto de Australia (perdió) y en la cita de Río (ganó, como en Doha).

“Se ha centrado en jugar un esquema más de pista rápida, buscando más agresividad con el drive y restar más adelante”, explica su técnico sobre la preparación en Cozumel (México), donde su sobrino hizo parada entre Brasil y California con Francis Roig como acompañante en los entrenamientos. “En Río, la espalda le molestaba sobre todo en el segundo saque, porque ahí es donde tiene que liftar y doblar más la cintura. Ahí es donde tuvo más problemas, y eso le desestabilizó un poco el juego, pero va a mejor, ya sin los problemas de Australia. En Brasil quedaba un remanente de esas molestias, pero no es excusa y confiamos en que esté perfecto para cuando empiece a competir”.

Las estadísticas resumen los problemas del número uno. Durante su brillante 2013, que le vio ganar 10 torneos y disputar cuatro finales más, Nadal ganó el 57% de los puntos que disputó sobre su segundo saque. En Río solo promedió un 54% y llegó a hundirse hasta el 44% en el partido de semifinales, donde tuvo que superar dos puntos de partido frente a Andújar. Para él, que no goza de un primer saque supersónico, es una agonía sufrir tanto con el segundo.

Todo eso se pone a prueba sobre el cemento de Indian Wells, que será menos amable que la arcilla si el campeón de 13 grandes tiene que esconder algún problema técnico en el servicio. Dependiendo del resultado y las sensaciones, Nadal decidirá si acude a la siguiente cita, el Masters 1.000 de Miami, donde no jugó en 2013 y los organizadores dan por segura su aparición. Antes, el titán de la arcilla defiende su reino de cemento.

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