El Unicaja se reivindica

Los de Joan Plaza aplastan al Panathinaikos en un gran partido y con un último cuarto espléndido

Caner-Medley, ante Curry.Jorge Zapata (EFE)

Espléndida exhibición de Unicaja ante uno de los grandes de Europa, el Panathinaikos. Los jugadores de Joan Plaza demostraron, con un gran partido, que la vida no acaba en la Copa del Rey, donde decepcionaron a sus aficionados al caer en cuartos de final frente al CAI, dilapidando así su condición de local en el torneo que se celebró la pasada semana. Unicaja regresaba a la Euroliga tras el fiasco y emergió la mejor versión de los andaluces, un equipo con alma, muy fuerte en defensa, con la intensidad que se echó en falta en anteriores citas.

Fue en su agresividad donde el Unicaja perfi...

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Espléndida exhibición de Unicaja ante uno de los grandes de Europa, el Panathinaikos. Los jugadores de Joan Plaza demostraron, con un gran partido, que la vida no acaba en la Copa del Rey, donde decepcionaron a sus aficionados al caer en cuartos de final frente al CAI, dilapidando así su condición de local en el torneo que se celebró la pasada semana. Unicaja regresaba a la Euroliga tras el fiasco y emergió la mejor versión de los andaluces, un equipo con alma, muy fuerte en defensa, con la intensidad que se echó en falta en anteriores citas.

Fue en su agresividad donde el Unicaja perfiló un triunfo que se consolidó en el último cuarto. Volaron los hombres de Plaza ante un Panathinaikos en el que se ausentó Diamantidis, muy bien marcado por Vidal, y donde, curiosamente, faltó aplomo para disputar los minutos de verdad de un encuentro bastante igualado, que necesitaba talento y fe en sus momentos decisivos. Ambas cualidades afloraron en el Unicaja, donde Caner-Medley, bien asistido por Toolson, se marcó un auténtico partidazo.

Los andaluces, con tres victorias y tres derrotas, mantienen su sueño en la Euroliga, mientras que los griegos comienzan a mirar con cierto temor a la clasificación, también con tres victorias y tres derrotas. El Unicaja se mantiene vivo en un grupo lleno de dificultades y eso ya, de por sí, tiene un enorme mérito. El último cuarto, con un parcial de 26-14, demostró el nivel ofrecido por los locales, espléndidos en los tiros de tres puntos.

UNICAJA, 87 PANATHINAIKOS, 71

Unicaja: Granger (16), Kuzminskas (5), Dragic (4), Caner-Medley (21) y Vázquez (6) —quinteto inicial—; Sabonis (3), Suárez (0), Hettsheimeir (0), Toolson (20), Vidal (4) y Stimac (8).

Panathinaikos: Ukic (0), Bramos (12), Fotsis (4), Diamantidis (10) y Lasme (10) —quinteto inicial—; Curry (14), Batiste (4), Mavrokefalidis (4), Pappas (0), Giankovits (0) y Maciulis (13).

Árbitros: Lamonica (ITA), Dozai (CRO) y Javor (SLO).

Martín Carpena: 6.500 espectadores. Tercer triunfo del Unicaja en el Top 16.

No obstante, para que el Unicaja se saliera en el último cuarto el partido exigió cierto sacrificio en sus inicios. Por ejemplo, superar el buen momento de Curry, quien mantuvo al Panathinaikos por delante en el marcador con un gran acierto desde la línea de tres. Los lanzamientos de Curry llevaron a los griegos a una ventaja de siete puntos (23-30) cuando faltaban siete minutos para el descanso. En ese momento emergió la rabia del Unicaja, quien le dio la vuelta al marcador gracias a un gran triple de Vidal. El partido, desde entonces, se mantuvo inmerso en una gran igualdad, aunque daba la sensación de que el crecimiento de que el Unicaja iba a poder con el Panathinaikos. La afición malagueña, de uñas con el equipo tras la pifia de la Copa, se volcó con los suyos al comprobar su absoluto compromiso.

El Panathinaikos comenzó a estrellarse contra la defensa del Unicaja, bien dirigido por Vidal en la posición de base, y al último cuarto entraron los locales con una ventaja de cuartos puntos. Voló el Unicaja con un final soberbio, en el que no falló ni en defensa ni en ataque. Diamantidis, perdido, no se lo creía, como tampoco su equipo, superado sin remisión. Los andaluces se permitieron el lujo de agrandar las diferencias con buenos lanzamientos de tres, propiciando así el reencuentro con su afición. El domingo, ante Cajasol, Unicaja tendrá una nueva prueba de fuego.

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