El Barça muestra sus dos caras

Tras un inicio imperial, el equipo azulgrana pierde fuelle y pasa apuros ante el Valencia

Navarro protege el balón ante Pau Ribas. PACO RODRIGUEZ (DIARIO AS)

El Barcelona volvió a jugar un partido contra algo más que su rival de turno, el Valencia. Convencido de que necesitaba un espaldarazo más que una victoria para plantarse con todas las de la ley en la final contra el Real Madrid, sopló como un vendaval. Arrasó en un primer cuarto de récord y tomó hasta 23 puntos de ventaja. Pero fue perdiendo fuelle ante la extraordinaria oposición de un Valencia indómito. El Barcelona no llegó a ver seriamente amenazado su triunfo, pero sufrió en un final de partido en el que llegó a ver reducida su renta a seis puntos (83-77) y se fue diluyendo la magnífica ...

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El Barcelona volvió a jugar un partido contra algo más que su rival de turno, el Valencia. Convencido de que necesitaba un espaldarazo más que una victoria para plantarse con todas las de la ley en la final contra el Real Madrid, sopló como un vendaval. Arrasó en un primer cuarto de récord y tomó hasta 23 puntos de ventaja. Pero fue perdiendo fuelle ante la extraordinaria oposición de un Valencia indómito. El Barcelona no llegó a ver seriamente amenazado su triunfo, pero sufrió en un final de partido en el que llegó a ver reducida su renta a seis puntos (83-77) y se fue diluyendo la magnífica impresión que causó al principio. Resolvió por fin, a rebufo de la kilométrica ventaja que sacó al principio, y hoy defenderá su corona ante el Real Madrid.

El Barcelona ya se aplicó el viernes contra el Iberostar Tenerife, pero también contra el peligro de contemporizar y recordar alguno de los desastres que consumó en los primeros meses de la temporada. Ayer libró otra batalla descarnada por desmantelar al Valencia, devolverle con creces la derrota que sufrió hace una semana en la Fonteta y, sobre todo, continuar haciendo acopio de confianza, sensaciones de juego y recursos que se presumen imprescindibles para poder afrontar con posibilidades la final ante el demoledor Real Madrid.

BARCELONA, 89; VALENCIA, 81

Parciales: 31-9, 16-24, 16-15, 25-33

Barcelona: Marcelinho Huertas (8), Navarro (20), Papanikolaou (9), Lorbek (4), Tomic (16) —equipo inicial—; Dorsey (6), Abrines, Oleson (7), Nachbar (14) y Pullen (5).

Valencia Basket: Van Rossom (15), Rafa Martínez (7), Sato (21), Doellman (12), Triguero (6) —equipo inicial—; Ribas (8), Dubljevic (4), Lafayette (5) y Barton (3).

Árbitros: Pizarro, Conde y Bultó. Eliminaron por faltas a Triguero y Sato.

Martín Carpena de Málaga. 10.600 espectadores. El Barcelona accede a la final.

El Barça, más allá de ganar, necesitaba hinchar su juego, subir enteros. Lo consiguió en el primer tramo. Navarro encendió el motor con tres triples seguidos en los tres primeros ataques del Barcelona y el Valencia quedó descolocado cuando todavía no le había tomado la temperatura a la semifinal. El partido nació escorado hacia el bando azulgrana, más intenso, directo, acertado y polifacético. Las canastas le llovieron al Valencia desde todos los ángulos de la cancha en un primer cuarto para el libro de los récords: 31-9. 22 puntos de diferencia, la mayor en un cuarto desde que en 2000 empezaron a disputarse los partidos divididos en cuatro cuatros.

Al festival de triples de Navarro se sumaron Nachbar, Oleson y Papanikolaou. Tomic y Dorsey percutieron desde el interior de la pintura. Marcelinho y Pullen repartieron asistencias con soltura y continuidad, balones doblados que dejaron a su compañeros en muy buenas situaciones. Sobrepasado y exigido en defensa, al Valencia le costó afilar en ataque. Doellman, tapado por Lorbek, no encontró buenas posiciones. Triguero exhibió su buena mano a dos o tres metros de la canasta, pero solo en las contadas ocasiones en que la defensa azulgrana se abrió más de la cuenta. Durante los 13 primeros minutos el Barcelona amplió diferencias en cada una de sus oleadas atacantes hasta llegar a los 23 puntos de renta (41-38).

Perasovic, que no pudo contar con Lischuk, el pívot ucraniano lesionado el viernes, tiró de un equipo muy rápido y dinámico para cambiar el ritmo del partido. Pullen sufrió ante Van Rossom y Sato y Ribas se aplicaron en las transiciones. Respiró el ataque del Valencia, que arañó de primeras hasta 11 puntos para situarse a una docena (53-41). El Barcelona reaccionó con algunas acciones defensivas espléndidas, un par de tapones de Tomic y Papanikolaou. Pero las aportaciones de otros jugadores fueron limitadas, casos de Lorbek, Abrines, Oleson o de un irregular Pullen, que enlazó buenas acciones con errores de bulto, y que ejerció el papel de segundo base ya que Pascual no contó con Sada.

El Valencia se valió de su rebote en ataque y del mejor balance de su juego en su desaforada y persistente presión en toda la cancha para reducir la diferencia. Pero el Barcelona, con Navarro, Nachbar y Tomic al frente, acabó consumando el triunfo que vuelve a ponerle frente al Real Madrid en la gran plaza de Málaga.

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