Laia Sanz aprende a leer

La piloto mejora en la navegación gracias a la mayor comprensión del libro de ruta

Laia Sanz progresa en el desiertoGETTY

Desde el primer año que corrió el Dakar escuchó un consejo recurrente: es muy importante mirar el libro de ruta, le decían. “Y me lo repitieron tantas veces, que estaba obsesionada”, ríe. Laia Sanz, la mejor piloto de trial de la historia, ahora también dos veces campeona del mundo de enduro, no estaba acostumbrada a navegar. Así que, cuando se estrenó en los rallies, en el Dakar de 2011, pasaba la etapa con la cabeza agachada, leyendo: ahora a la izquierda, ahora viene un río, ahora un peligro de grado tres… Y así, hasta completar cada especial. Pero aquella Laia no es esta. Esta tiene tres a...

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Desde el primer año que corrió el Dakar escuchó un consejo recurrente: es muy importante mirar el libro de ruta, le decían. “Y me lo repitieron tantas veces, que estaba obsesionada”, ríe. Laia Sanz, la mejor piloto de trial de la historia, ahora también dos veces campeona del mundo de enduro, no estaba acostumbrada a navegar. Así que, cuando se estrenó en los rallies, en el Dakar de 2011, pasaba la etapa con la cabeza agachada, leyendo: ahora a la izquierda, ahora viene un río, ahora un peligro de grado tres… Y así, hasta completar cada especial. Pero aquella Laia no es esta. Esta tiene tres años más de experiencia y ha aprendido a leer el libro de ruta de manera que, ahora ya sí, siempre mira al frente. Eso le permite bordar etapas como la de ayer, en la que finalizó 12ª, su mejor resultado en esta competición.

La preparación del libro de ruta, ese rollo de papel que lleva marcado el recorrido por kilómetros, con sus giros, sus caminos, indicados los peligros, los barrancos o acantilados que saldrán al paso, no ha cambiado demasiado. Sanz repasa las notas que la organización da a los pilotos la víspera de cada etapa y subraya con diferentes colores la información: rosa fosforescente para los peligros, con amarillo la dirección, y los kilómetros, sin decimales. Cada uno tiene su técnica, pero el objetivo es el mismo: memorizar y facilitar la comprensión en un golpe de vista. La diferencia este 2014 es que, por fin, le ha cogido el truco a eso de navegar con la cabeza erguida y la mirada al frente. “Se me queda grabado lo más importante y tengo más vista porque entiendo más rápido la información que hay en el libro de ruta, todo me encaja. Antes iba siempre mirando hacia abajo y no tuve más sustos de chiripa”, explica.

CLASIFICACIONES

Séptima etapa. Motos. 1. J. Barreda (Honda), 3h28m41s. 2. M. Coma (KTM), a 4m3s. 12. L. Sanz (Honda), a 13m31s. General: 1. M. Coma, 26h40m44s. 2. J. Barreda, a 38m14s. 19. L. Sanz, a 4h35m34s. Coches. 1. C. Sainz (SMG), 4h43m28s. 2. Al Attiyah (Cat, Mini), a 4m24s.

General. 1. N. Roma (Mini), 27h3m52s. 2. S. Peterhansel (Fra, Mini), a 31m31s. 6. C. Sainz, a 1h50m42s.

“Es mi cuarto Dakar y, entre las veces que me he perdido y la experiencia de las otras ediciones, la mejora es evidente”, dice esta piloto que se ha pasado el año combinando el trial, el enduro y los X-Games y cuyo último rally fue el Dakar de 2013. Pero este año cuenta a su favor la moto con la que compite. Entre otras cosas porque es la primera vez que ha podido entrenarse, por poco que fuera (un mes antes de la competición), con la misma máquina con la que corre el Dakar. Y también porque es la mejor moto que ha llevado nunca para esta carrera. “Es una moto de rallies, no una de enduro adaptada. Y eso se nota”. Su Honda, con las mismas características que la del piloto oficial Joan Barreda, le permite preocuparse solo de correr y navegar. “Ahora que voy con esta moto me doy cuenta de lo que fui capaz de hacer con lo que tenía en los años anteriores. Esta vez, con el mismo esfuerzo y el mismo desgaste, estoy delante desde el principio”, concede. Esa diferencia la marca la moto y también ella, que en 2013 hizo más enduro e incluso se entrenó con motos de cross.

La reina del trial empieza a forjar su leyenda también en el Dakar. Ha terminado todas las ediciones en las que ha participado y siempre ha sido la mejor fémina (ahora, además es la única mujer en motos tras el abandono de Rosa Romero en la quinta etapa). Por eso esta vez se propuso olvidarse de la competencia femenina y aventuró ya en diciembre que aspiraba a terminar entre los 25 o 30 primeros. Hoy es 19ª. Está cumpliendo con creces. Aunque admite: “Aquí nunca se sabe”.

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