Rudy se eleva entre la espesura

El Madrid se mantiene invicto y logra su 27ª victoria consecutiva tras doblegar al CAI (68-75) con 21 puntos del escolta mallorquín

Rudy trata de marcharse de Roll.Alfonso Reyes (DIARIO AS)

El Madrid parece condenado a ganar. Más destemplado que nunca, entre el agotamiento y la dosificación, con más carpintería que ebanistería y presa de su racha de imbatibilidad, el conjunto blanco sufrió la intemerata para superar un aplicado CAI, que también sucumbió en el intento de ser el primer equipo de Europa en parar a la máquina blanca. La 27ª victoria consecutiva de los de Laso llevó la firma de Rudy Fernández que con 21 puntos y un inspirado tercer cuarto sacó a su equipo del atolladero en espera de tardes más inspiradas.

En su gira triunfal, llegaba el Madrid al pabellón Prínc...

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El Madrid parece condenado a ganar. Más destemplado que nunca, entre el agotamiento y la dosificación, con más carpintería que ebanistería y presa de su racha de imbatibilidad, el conjunto blanco sufrió la intemerata para superar un aplicado CAI, que también sucumbió en el intento de ser el primer equipo de Europa en parar a la máquina blanca. La 27ª victoria consecutiva de los de Laso llevó la firma de Rudy Fernández que con 21 puntos y un inspirado tercer cuarto sacó a su equipo del atolladero en espera de tardes más inspiradas.

En su gira triunfal, llegaba el Madrid al pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, el escenario de la conquista de su octava Copa de Europa el 13 de abril de 1995. Casi 19 años después de aquella coronación, el conjunto blanco vive sus días más felices y abarrota pabellones (10.853 espectadores en esta ocasión) con un equipo que presume de un equilibrio perfecto e imperturbable en espera de las batallas por la gloria. Los de Laso se han preocupado tanto por mantener el hambre competitiva que han multiplicado su voracidad, pero al tiempo se han visto inmersos en una secuencia histórica que ahora no le permite respiros. Han ganado 88 de sus 103 últimos partidos (sumando los 76 que disputaron la temporada pasada y los 27 de su actual récord de imbatibilidad). Tan solo 15 derrotas en los últimos 15 meses de competición. Excelencia a un ritmo frenético. Solo en dos ocasiones han anotado menos de 75 puntos (ante Estudiantes y Joventut) y solo en otras dos han encajado más de 80 (ante Murcia y Barcelona). En tierras mañas estiraron la secuencia.

CAI ZARAGOZA, 68; REAL MADRID, 75

CAI Zaragoza: Llompart (2), Roll (8), Rudez (17), Sanikidze (12) y Shermadini (17) —cinco inicial— Jones (2), Tabu, Tomás (7), Urtasun (3) y Fontet.

Real Madrid: Llull (2), Rudy Fernández (21), Darden (2), Mirotic (6) y Mejri (4) —cinco inicial— Carroll (11), Reyes (12), Bourousis (2), Sergio Rodríguez (6), Draper (2) y Slaughter (7).

Árbitros: Arteaga, Araña y Manuel. Sin eliminados

10.853 espectadores en el Príncipe Felipe de Zaragoza.

Ante el CAI, en la reedición de la pasada semifinal de Liga, Laso modificó sus quinteto de cabecera y dio entrada a Mejri por Bourousis para equilibrar la contabilidad de centímetros en la pintura. Los 2,17 metros del tunecino tenían el encargo de sujetar los 2,16 de Shermadini, pero no funcionó el plan y se le torció la tarde al líder. Los pívots locales anotaron 17 de los 19 puntos del conjunto de Abós en el primer cuarto y anunciaron batalla. Los rebotes ofensivos y el impulso de la conexión georgiana entre el propio Shermadini y Sanikidze dieron el mando a las fichas rojas y cargaron de faltas a las torres blancas (15-10, m. 7). Replicó el Madrid desde el perímetro y con un triple de Carroll y otro de Rudy completó un parcial de 4-10 que equilibró el marcador en un santiamén. Pero nunca llegó su despegue.

Con decisión, vigor y descaro, el CAI se lanzó al intercambio de golpes con las primeras dianas de Rudez y Roll, mientras Laso aceleraba los ritmos de su rotación para minimizar el desgaste de un calendario saturado de partidos y viajes con más de 5.000 kilómetros recorridos en la última semana. Llompart midió la fatiga del líder subiendo las revoluciones del partido y sostuvo la apuesta local. El Madrid estaba pesado y espeso, sin piernas ni inventiva para instaurar una de sus habituales revoluciones con las que destartalan y decantan los partidos. En los primeros 20 minutos, el CAI ganaba el capítulo de rebotes (17-14), perdía menos balones (4-6) y doblaba en asistencias (8-4) a su rival, pero aun así perdía de dos puntos (36-38).

Ninguno de los jugadores del Madrid se acercaba a su mejor versión, las posesiones de los blancos eran inusualmente largas y pastosas y su defensa no encontraba la fórmula de contener a Shermadini. Rudy fue el primero en alcanzar los 10 puntos en el conjunto de Laso y lo hizo en el minuto 25. El líder no encontraba ni el ritmo ni el pulso, Mirotic fallaba lanzamientos fáciles bajo el aro, Bourousis desmentía su estado de gracia, Llull no encontraba su esprint y Sergio Rodríguez se vestía por una vez de paisano. Quedaban 10 minutos por delante y empezaba un partido nuevo (54-54, m. 30).

Lo ganó Rudy. Un dos más uno de Felipe y ocho puntos consecutivos del escolta mallorquín, con dos triples, sellaron un parcial de 3-11 y dejaron tiritando al CAI (57-67, m. 36). El vértigo y las pérdidas de balón condenaron a los de Abós, secos ante el aro durante siete minutos en ese tramo. Cuando despertaron, lograron bajar la diferencia a cuatro puntos y Tabu desperdició la posesión que les pudo colocar a dos, pero llegó tarde su reacción. No perdonó este Madrid de récord que selló entre la espesura su 27ª victoria consecutiva.

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