Ancelotti: “No nos ayudó el campo”

El técnico madridista justifica el resultado por la mala calidad del césped artificial, que juzgó incompatible con el desarrollo del juego de su equipo

Benzema, cabizbajo ante el OlímpicJOSE JORDAN (AFP)

El Madrid sumaba 20 partidos seguidos marcando a domicilio entre Liga, Copa y Champions y la racha se le cortó en La Murta, un campo de Segunda B. El empate sin goles llenó de orgullo e inspiración a los profesionales del Olímpic, especialmente al entrenador, Antonio Aparicio, que en plena disquisición sobre el partido explicó sus sentimientos de forma inesperada. “Cuando vengan esos que te dicen: ‘¿y tú con quién has empatado?’. Pues les diremos que una vez empatamos con el Real Madrid”.

La gradería entonaba un cántico a pleno pulmón, parafraseando a Obama: “¡Sí-se-puede...!”....

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Madrid sumaba 20 partidos seguidos marcando a domicilio entre Liga, Copa y Champions y la racha se le cortó en La Murta, un campo de Segunda B. El empate sin goles llenó de orgullo e inspiración a los profesionales del Olímpic, especialmente al entrenador, Antonio Aparicio, que en plena disquisición sobre el partido explicó sus sentimientos de forma inesperada. “Cuando vengan esos que te dicen: ‘¿y tú con quién has empatado?’. Pues les diremos que una vez empatamos con el Real Madrid”.

La gradería entonaba un cántico a pleno pulmón, parafraseando a Obama: “¡Sí-se-puede...!”. La fiesta se había prolongado durante cuatro horas, porque la gente llenó el campo temprano. Peris, el lateral izquierdo del Olímpic, salió eufórico. “Sentimos que la eliminatoria está abierta”, dijo, sonriente. “¡Con este resultado vamos al Bernabéu a ganar!”.

Peris se llevó la camiseta de Marcelo, y Rifaterra, el capitán, la casaca de su homólogo Casillas. “Ha sido la noche más importante de mi vida”, dijo Rifaterra.

La felicidad reinante en el Olímpic contrastó con cierta frustración del lado madridista. Carlo Ancelotti, el técnico, y sus jugadores, abandonaron La Murta justificando el resultado en la mala calidad del campo, compuesto de un césped artificial más bien viejo que juzgaron incompatible con el desarrollo de sus habilidades al máximo nivel. “No nos ayudó el campo”, lamentó Ancelotti. “Por eso hemos tenido problemas en la posesión. Pero el equipo lo ha hecho bastante bien. Yo me voy satisfecho, teniendo en cuenta que no estamos acostumbrados a esta superficie. Hemos defendido bien. El equipo ha jugado con equilibrio. No tenemos problemas para marcar goles. Ya haremos los goles”.

Jesé se sintió incómodo: “El balón vuela [en el césped arificial] y es muy difícil controlarlo. En el Bernabéu tenemos que matar”.

Miguel Pardeza, el director de fútbol madridista, concentró su análisis en la moqueta: “Las sensaciones son extrañas para jugadores que no están acostumbrados”.

Archivado En