El Barça aguanta el tirón

El Barcelona se desquitó en Nanterre y Erazem Lorbek volvió a jugar cinco meses y medio después de ser operado de su rodilla derecha. Dos buenas noticias para un equipo que se alejaba de las malas sensaciones que dejaron hace unos días sus derrotas en Bilbao y Santiago de Compostela. No acabó de conseguirlo del todo porque, pese a ganar y dominar el partido durante muchos minutos, protagonizó un final deslucido. Obtenida su mayor renta (63-76), se destensó y falló más de la cuenta, mientras los franceses se hacían con las riendas del ritmo de juego y con tres triples casi consecutivos de Foste...

El Barcelona se desquitó en Nanterre y Erazem Lorbek volvió a jugar cinco meses y medio después de ser operado de su rodilla derecha. Dos buenas noticias para un equipo que se alejaba de las malas sensaciones que dejaron hace unos días sus derrotas en Bilbao y Santiago de Compostela. No acabó de conseguirlo del todo porque, pese a ganar y dominar el partido durante muchos minutos, protagonizó un final deslucido. Obtenida su mayor renta (63-76), se destensó y falló más de la cuenta, mientras los franceses se hacían con las riendas del ritmo de juego y con tres triples casi consecutivos de Foster, Passave y Lighty, una pesadilla para la defensa azulgrana, llegaron a poner en serios apuros al Barcelona. Al final, Navarro y Abrines remataron el triunfo para su equipo, a pesar de un parcial de 15-6 en esos siete minutos finales.

La cancha del campeón francés estaba marcada en rojo en el calendario de la escuadra de Xavi Pascual, todavía muy reciente el varapalo de su inesperada derrota ante el Nanterre en el Palau Blaugrana. Tomic, Lampe, Nachbar, Abrines… muchos jugadores que parecían una sombra de lo que son, se han recuperado gracias a la ostensible mejoría de la labor de equipo.

El Barcelona se ha dejado ya de buscar atajos, como los triples a discreción en los que se empeñó en algunos de sus peores partidos, y ha mejorado en la elaboración de sus ataques y en su presión defensiva. El resultado es que su eficacia ha aumentado y eso fue lo que le permitió dominar partidos como el que jugó en la pequeña cancha del Nanterre, a pesar de su bajón en esos siete últimos minutos.

El equipo francés resulta muy incómodo cuando no se le combate con una actividad al menos tan frenética como la que emplea. Apenas pierde bolas, lanza muchísimo a canasta e intenta contrarrestar a sus rivales a base de velocidad de piernas y de movimientos. El Barcelona le respondió con una mayor eficacia en el interior de la zona y con muchas canastas fáciles gracias a su buen trabajo en los movimientos ofensivos. Su partido fue notable, a no ser por el tramo final en el que perdió totalmente le hilo.