México y su pesadilla

La selección se pone en manos de 10 jugadores y del técnico del América, club del dueño de Televisa, para batir a Nueva Zelanda

México -
Miguel Herrera, seleccionador de México.

Con un once plagado de jugadores del América, México recibe este miércoles a Nueva Zelanda en el estadio Azteca (14.30, 21.30 hora peninsular) en el partido de ida de la repesca al Mundial de Brasil 2014. Ante el cruce con los oceánicos, la federación mexicana se ha puesto en manos de Miguel Herrera, el entrenador de Las Águilas, a quien se le pide que replique el éxito que ha tenido en el torneo local con su club. El Piojo, un tipo temperamental, que ya ...

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Con un once plagado de jugadores del América, México recibe este miércoles a Nueva Zelanda en el estadio Azteca (14.30, 21.30 hora peninsular) en el partido de ida de la repesca al Mundial de Brasil 2014. Ante el cruce con los oceánicos, la federación mexicana se ha puesto en manos de Miguel Herrera, el entrenador de Las Águilas, a quien se le pide que replique el éxito que ha tenido en el torneo local con su club. El Piojo, un tipo temperamental, que ya es el cuarto seleccionador en un mes, ha cortado por lo sano y ha dejado sin convocar a los mexicanos que juegan en Europa como Javier Chicharito Hernández, Giovanni Dos Santos, aunque este está lesionado, Aquino o Héctor Moreno.

El país dejaría de ingresar 650 millones de dólares de no clasificarse, según la cadena ESPN

En el último tren que tiene México para estar en el Mundial, la selección ha copiado el modelo del club que pertenece a Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, el conglomerado de medios más importante de América Latina. Su opinión en la federación también es muy tenida en cuenta. Herrera ha convocado a 10 de sus muchachos y prevé cambios hasta en la portería, donde su meta habitual en la liga, Moisés Muñoz, podría tomar el relevo de Jesús Corona, a quien se le tiene por uno de los mejores porteros del país.

Horas antes del partido, Herrera y el entrenador neozelandés, Ricki Herbert se enzarzaron en una batalla dialéctica. Al Piojo el traje de técnico bravucón le queda como un guante. Hace dos semanas dijo que su equipo no tenía que temer nada porque no iban a enfrentarse a España. “Estoy seguro de que podemos ganar por un marcador amplio. No porque tenga miedo de hacerlo allá, el equipo está para ganar en las dos canchas”, repitió en la rueda de prensa previa. Herbert le dio réplica señalando que ve a los mexicanos “vulnerables y nerviosos”.

México no ha cosechado éxitos llamativos a nivel internacional, exceptuando el oro olímpico conseguido en los Juegos de Londres el año pasado, pero el negocio alrededor de su selección es gigantesco. El país podría dejar de ingresar 650 millones de dólares (447 millones de euros) en caso de que no se clasificara para el Mundial, según un estudio de ESPN. “Se trata de un cálculo del dinero que México podría dejar de ganar en cuatro años —lo que va de un Mundial a otro— si se queda fuera. Básicamente hemos contabilizado el dinero que se genera en torno al equipo y que está en riesgo”, explica Héctor Quispe, periodista experto en negocios y deporte y autor de la investigación.

‘El Piojo’, que es el cuarto seleccionador en un mes, ha decidido prescindir de los ‘europeos’

El dinero que se oculta tras esa abultada cifra tiene tres orígenes principalmente. Por un lado, la Federación Mexicana de Fútbol ingresa unos 250 millones de dólares cada cuatro años, según admitió públicamente su presidente Justino Compeán. Esos ingresos provienen de los patrocinadores y de los derechos televisivos y se destinan a mantener a la selección en todas sus categorías, aunque el 80% se dirige a la categoría absoluta. "De ahí salen las primas por objetivos, además de viajes, concentraciones, etc.", explica Quispe, también director de la Consultoría CID, Comunicación Integral para Negocios y Deporte.

Otros 250 millones de dólares provienen de lo que los expertos califican como "economía de emboscada o parasitaria" (ambusch marketing). Se trata de todos esos negocios y marcas que, aunque no hayan realizado una inversión en el Mundial como los patrocinadores, se unen a la oportunidad y también obtienen ganancias. Sin los bares y restaurantes donde el público acude a ver los partidos, las empresas que hacen ofertas o promociones y los organizadores de los viajes al Mundial. Actualmente, a pesar de que México aún no tiene su billete para Brasil, desde este país se pueden ya reservar paquetes que incluyen traslado, hotel y entradas a los partidos a partir de 6.000 dólares.

Los 100 millones de dólares que redondean los 600 son los que esperan ingresar las televisoras que retransmitirán en abierto los partidos – Televisa y Televisión Azteca – por la venta de los espacios publicitarios que rodean a tanto a los directos de los partidos como a los programas relacionados con el tema. "La cifra de 600 millones de dólares es realista aunque incluso puede llegar a 1.000. Son estimaciones. Lo que está claro es que si México no se clasifica, hay muchos sectores de la economía mexicana que se van a ver afectados", explica Luis Ramón Carazo, experto en negocios deportivos de TDN y catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Algunos de esos sectores de los que habla Carazo – y con los que coinciden otros analistas que estos días intentan calcular el dinero que mueve el Tri – son la venta de camisetas y el impacto a los clubes de fútbol mexicano. El principal patrocinador de la selección es Adidas, que ha pagado 80 millones de dólares por vestir al combinado nacional y tenía previsto comercializar tres millones de camisetas e ingresar 300 millones de dólares. "Sin duda alguna, es una de las más afectadas. Aunque México venza a Nueva Zelanda, ya no está vendiendo lo que esperaba. Y como no se clasifique, su negocio se va a ver muy dañado", explica Carazo.

Tanto él como Quispe apuntan a que los clubes de futbol mexicano serían los más perjudicados en caso de que México no participe en el Mundial del próximo año. "El sentimiento de desencanto se produce con el fútbol en general y los equipos nacionales sentirían ese despego de la afición. Ya hemos observado que el primer año después de un Mundial es peor para el fútbol mexicano porque, a pesar de haber participado, nunca conseguimos pasar de octavos y existe ese sentimiento de decepción", comenta Carazo. El catedrático explica que, curiosamente, la afición mantiene su lealtad a la selección – "porque nos representa como mexicanos" – mientras que "castigan" a los equipos de la Liga mexicana "porque representan el fútbol y la desilusión".

Los jugadores convocados por el Piojo Herrera, en su mayoría jugadores del América, son juez y parte en este conflicto. En sus botas está el billete a Brasil pero también se juegan mucho dinero contra Nueva Zelanda. “El valor de los jugadores que participan en un Mundial tiende a aumentar. A veces incluso se multiplica. Aunque eso no ha pasado con ningún mexicano y depende mucho del papel que desempeñen. Lo que sí ocurre seguro es lo contrario: los que no van se deprecian y su caché cae un 30%”, cuenta Quispe.

Una investigación de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) reveló que los jugadores convocados en el Mundial 2010 experimentaron una revalorizaron del 10,5% de su precio estimado (Fair Value) directamente atribuible a su participación en el campeonato. En el caso de los jugadores de la selección española, que se proclamaron campeones del mundo, ese porcentaje fue de casi el 20%. México —y no sólo su selección— se juega mucho más que un partido. La misión está en manos del Piojo y sus muchachos del América.

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