A un punto de la clasificación

Raphael Varane se peina con brillantina, estirando los rizos hacia atrás con una onda elegante, como hacía Duke Ellington. El central francés es casi un adolescente pero tiene el aplomo sereno de los grandes maestros. Comienza a recuperarse de su operación de menisco y goza del respaldo del club y de su entrenador, Carlo Ancelotti, que ayer le acompañó a la sala de conferencias del nuevo estadio del Juventus. “Con un punto estaremos clasificados cuando faltan dos jornadas”, dijo Varane, sonriendo. Es la esperanza que anima a la expedición madridista en Italia. Lograr al menos un empate y cerra...

Raphael Varane se peina con brillantina, estirando los rizos hacia atrás con una onda elegante, como hacía Duke Ellington. El central francés es casi un adolescente pero tiene el aplomo sereno de los grandes maestros. Comienza a recuperarse de su operación de menisco y goza del respaldo del club y de su entrenador, Carlo Ancelotti, que ayer le acompañó a la sala de conferencias del nuevo estadio del Juventus. “Con un punto estaremos clasificados cuando faltan dos jornadas”, dijo Varane, sonriendo. Es la esperanza que anima a la expedición madridista en Italia. Lograr al menos un empate y cerrar el pase a octavos. Ganar tiempo y tranquilidad para dedicar lo que resta de año natural a poner a punto un equipo que no acaba de funcionar. No será sencillo. Si el Juventus no obtiene la victoria ya no será dueño de su destino. Un fracaso humillante amenaza al conjunto que mejor ha funcionado en Italia en los últimos años.

La derrota del Juventus en el Bernabéu hace tres semanas (2-1), previa expulsión de Chiellini en una decisión rigurosísima del árbitro cuando faltaban 45 minutos por disputarse, ha sido el mayor éxito del Madrid en lo que va de campaña. El equipo que dirige Ancelotti ha disputado tres encuentros de máximo nivel desde el verano: contra el Atlético y el Barça en Liga y contra el Juventus en Champions. Ganó contra el Juventus y perdió los otros dos. Pero la victoria le sirvió para asegurar media clasificación. Los tres puntos resultaron decisivos principalmente para Ancelotti. En aquellos días el técnico se hallaba bajo una estricta supervisión del presidente, Florentino Pérez. El pase a octavos descomprimió la atmósfera dentro del club y concedió al entrenador el tiempo necesario para seguir al frente del proyecto al menos hasta junio. Pero los problemas de juego no se han esclarecido y el equipo rema con CR. “Hay jugadores buenos y luego está Cristiano, que es de otra categoría”, sostuvo Ancelotti en Milán.

El Madrid marcó 11 goles y encajó siete en los últimos tres partidos (Barça, Sevilla y Rayo). La cifra revela un problema defensivo y, como diría Ancelotti, un “desequilibrio” que es la mayor causa de inquietud del técnico. “Equilibrio significa atacar y defender bien”, dijo. “En 15 partidos hemos hecho 42 goles, a una media de tres por partido. Atacamos bien. El problema son los goles que encajamos. Es un problema colectivo, no de un jugador o de una línea”.

Ancelotti hará rotaciones en la zaga. Dice que no sabe si dar descanso a Pepe o a Sergio Ramos. La duda no es baladí. Señala a uno de los capitanes y afecta a un punto sensible de la estructura del equipo.