Tito y Pol se relamen

Rabat, primero, se cuela en la pelea por el Mundial y Espargaró, segundo, ya está a solo nueve puntos de Redding

Rabat, durante la carrera. Mirco Lazzari gp (Getty Images)

Él dice que quizá simplemente se haya hecho mayor. A sus 24 años Tito Rabat ha encontrado la tranquilidad interior, en apenas un año ha madurado a base de golpes, y eso se traduce en la forma en la que lleva su moto. Las visitas asiduas al psicólogo; las jornadas de entrenamiento con sus amigos, los hermanos Márquez; una nueva y estricta rutina, en la que ha incorporado las sesiones de gimnasio por primera vez en su vida; y una dieta que le ha permitido ganar algunos kilos han hecho posible el cambio. Se ve en la línea que dibuja con su moto. Donde antes no marcaba una vuelta igual a la anteri...

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Él dice que quizá simplemente se haya hecho mayor. A sus 24 años Tito Rabat ha encontrado la tranquilidad interior, en apenas un año ha madurado a base de golpes, y eso se traduce en la forma en la que lleva su moto. Las visitas asiduas al psicólogo; las jornadas de entrenamiento con sus amigos, los hermanos Márquez; una nueva y estricta rutina, en la que ha incorporado las sesiones de gimnasio por primera vez en su vida; y una dieta que le ha permitido ganar algunos kilos han hecho posible el cambio. Se ve en la línea que dibuja con su moto. Donde antes no marcaba una vuelta igual a la anterior ahora traza con delicadeza su paso por cada circuito. Sus tiempos lo corroboran. Y la confianza que le da el saber que hace bien las cosas le han llevado este fin de semana en Malasia a dominar cada sesión: desde el primer libre al primer escalón del podio, pasando por la pole.

Rabat, un ciclista en escapada, fuera la carrera a 19 vueltas o a 12, como ocurrió finalmente a causa de un accidente, fue inalcanzable. Y sumó su tercera victoria de la temporada. Y de su vida. Cree que el título es posible. Y lo dará todo en las tres carreras que quedan para apurar sus opciones, aunque para ello deba vérselas con su compañero de equipo, Pol Espargaró. Gracias a su brillante exhibición este domingo Rabat se sitúa a 28 puntos del líder, Scott Redding. Nada es imposible. “Si no me lo creo yo...”, reía antes de la carrera. Él cree. Como lo hace Espargaró, que no pudo seguirle, pero sí acompañarle en el podio. Y a su derecha. Le ganó la partida a Luthi a falta de dos giros, lo que le coloca a un paso del líder del Mundial, que no pudo más que ser séptimo. Solo nueve puntos les separan.

La clasificación

GP DE MALASIA

1. Esteve Rabat (ESP/Kalex), las 12 vueltas en 25 min 45 sec 411

2. Pol Espargaro (ESP/Kalex), a 1,563s

3. Thomas Luthi (SUI/Suter), a 2,910s

4. Mika Kallio (FIN/Kalex),a 4.814s

5. Dominique Aegerter (SUI/Suter), a 7.352s

6. Johann Zarco (FRA/Suter), a 9.790s

7. Scott Redding (R. U./Kalex), a 9.840s

8. Takaaki Nakagami (JPN/Kalex), a 11.894s

9. Jordi Torres (ESP/Suter), a 12.302s

10. Julián Simon (ESP/Kalex), a 15.524s

...

GENERAL

1. Scott Redding (R. U./Kalex), 224 puntos

2. Pol Espargaro (ESP/Kalex), 215

3. Esteve Rabat (ESP/Kalex), 196

4. Mika Kallio (FIN/Kalex), 156

5. Takaaki Nakagami (JAP/Kalex), 138

6. Dominique Aegerter (SUI/Suter), 133

7. Johann Zarco (FRA/Suter), 123

8. Thomas Luthi (SUI/Suter),110

9. Nicolas Terol (ESP/Suter),108

10. Jordi Torres (ESP/Suter), 90

Espargaró había perseguido a Luthi desde el tercer giro. Quería recuperar lo que creía suyo. No estaba para ganar, era consciente de ello; pero sí para seguir recortando distancias a su rival. Así que, para evitar imprevistos, lo intentó al inicio de la penúltima vuelta, en ese primer cambio de dirección que forman las curvas uno y dos. Y lo logró. Y marco distancias con el suizo. Cuanto mayor sea el mordisco, mejor. Y 20 puntos son más provechosos que 16. No le queda otra que arriesgar. Y lo sabe.

Desde una posición más cómoda, la que da el liderato del Mundial, Redding trató de arreglar su mal fin de semana con otra remontada. Pero no lo consiguió esta vez. Un séptimo puesto es poca cosa para un piloto que quiere el título y que ya ha fallado mucho últimamente. Con tres victorias este año, el británico no gana desde que lo hiciera en Silverstone. Y sus perseguidores, los dos pilotos del equipo de Sito Pons, se relamen.

La carrera había empezado con un gran susto y en un escenario que, precisamente, no trae muy buenos recuerdos, pues hace solo dos años falleció en carrera Marco Simoncelli. Ni siquiera se había completado una vuelta cuando se encendieron todas las alarmas. A la salida de la curva 14, la que da entrada a la contrarecta de Sepang, Axel Pons perdió el control de su moto: se cayó solo, pero se quedó varado en un punto crítico, donde los pilotos empiezan a acelerar para aprovechar la potencia de sus máquinas en aquella larga recta. Y su moto sirvió de zancadilla a los que venían detrás. Su accidente arrastró consigo a otros cuatro corredores más, que fueron cayendo uno tras otro: Iturrioz, Kraisart, Zaidi e Immamudin, todos ellos pilotos de la cola de la parrilla, el primero un recién llegado al Mundial y los otros tres invitados como wild card a esta carrera. Pero el susto se quedó solo en eso.

Ninguno de los afectados sufrió heridas graves. Eso sí, la carrera se paró al ondear de inmediato la bandera roja y el pasillo de garajes se abrió unos 25 minutos después –toda vez se había limpiado la zona de aceite– para dar paso a una carrera algo más corta, de 12 vueltas, en lugar de 19. Ninguno de los cinco implicados en este accidente múltiple pudo volver a la pista. “Me han dado por detrás y he volado por los aires”, se excusaba Pons. Y, poco después, Jordi Torres admitió el toque, ligero, pero existente. Y fatal en las primeras curvas de una carrera de Moto2, con el pelotón aún compacto. Aquel pequeño error desbarató la estrategia de quienes soñaban con la victoria en una carrera más larga: Rabat pudo reponerse; Espargaró se lamentó por creer que su punto fuerte explotaría en los últimos giros; y Redding, que acababa de adelantar a Espargaró y era tercero cuando mostraron la bandera roja, tuvo luego que esquivar a De Angelis y Simeon para que no le arrastraran consigo en la caída y ya no pudo recuperarse. El Mundial está que arde. 

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