FÚTBOL | REAL MADRID

Marcelo, desborde y gol

Ancelotti necesita la sorpresa del lateral zurdo para desatascar el ataque del Madrid

Marcelo controla el balón en el partido ante el CopeJuan Carlos Hidalgo (EFE)

El desborde es oro en el fútbol y bien lo sabe el técnico del Madrid, Carlo Ancelotti, entregado a su lateral izquierdo Marcelo tras golear al Copenhague (4-0) en la segunda jornada de la Liga de Campeones. “Marcelo es muy importante, muy diferente a Coentrão, con una habilidad ofensiva increíble”, reconoció el técnico italiano ante la evidencia. Marcelo repartió más asistencias que nadie, cuatro, una de ellas de gol en un centro al segundo palo cabeceado por Cristiano Ronaldo; envió nueve centros al área; trazó 83 pases, solo superado por los 95 de Illarramendi; y perdió, eso sí, 11 balones, ...

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El desborde es oro en el fútbol y bien lo sabe el técnico del Madrid, Carlo Ancelotti, entregado a su lateral izquierdo Marcelo tras golear al Copenhague (4-0) en la segunda jornada de la Liga de Campeones. “Marcelo es muy importante, muy diferente a Coentrão, con una habilidad ofensiva increíble”, reconoció el técnico italiano ante la evidencia. Marcelo repartió más asistencias que nadie, cuatro, una de ellas de gol en un centro al segundo palo cabeceado por Cristiano Ronaldo; envió nueve centros al área; trazó 83 pases, solo superado por los 95 de Illarramendi; y perdió, eso sí, 11 balones, empatado con Di María e Illarra. “Para nuestro estilo de juego, el trabajo de los laterales es esencial”, remató Ancelotti.

Marcelo Vieira (Río de Janeiro, Brasil, 1988) volvía a la alineación blanca un mes después de haberse lesionado en un muslo en un amistoso de su selección contra Australia. Como agua de mayo. Atascado el Madrid en el ataque estático ante el Elche y el Atlético, nadie como él para sosprender por el extremo izquierdo. Cuando Cristiano se marcha al centro y deja el espacio para que lo ocupe Marcelo. Es dueño de la velocidad, el regate y el toque justo para asociarse con los centrocampistas (sobre todo con Xabi Alonso) o para centrar donde quiera. Al primer o al segundo palo. Además de una implacable confianza en su juego. Difícil de detener para los rivales. Valdano lo definió como “la anarquía indetectable”. “Técnicamente es mejor que yo”, reconoció Roberto Carlos, uno de sus maestros en la larga tradición de laterales brasileños, futbolistas ágiles, potentes y atrevidos, de gran golpeo. Tipos que nunca se resignaron a un papel accesorio del zaguero de banda sino que marcaron a fuego la personalidad de sus equipos. Desde Milton Santos, Everaldo, Marinho Chagas, Nelinho, Jorginho, Cafú o Leonardo. En Brasil, Marcelo ha sido 27 veces internacional y ha marcado cuatro goles.

Sus cifras son notables en el Madrid: 17 goles y 32 asistencias en 232 partidos

Sus cifras en el Madrid también son notables: 17 goles y 32 asistencias en 232 partidos. “Es un especialista en ambas áreas”, dijo de él una leyenda en el lateral izquierdo, Paolo Maldini. A pesar de haber estado bajo sospecha en el Bernabéu. Llegó con apenas 18 años y 30 participaciones en el Fluminense. Durante los primeros ejercicios, los técnicos blancos pensaron que no serviría para defender. Tanto Juande Ramos como Manuel Pellegrini lo utilizaron como extremo izquierdo. Al lateral lo devolvió Mourinho, aunque el técnico portugués cuestionó su titularidad con el fichaje de Coentrão, del Benfica, por 30 millones. Mou le dio las grandes citas a su paisano y eso mermó la presencia del brasileño, solo alineado 14 veces la pasada campaña, alimentada su ausencia por una lesión (rotura del quinto metatarsiano del pie derecho) y por las acusaciones sobre su supuesta falta de profesionalidad, sobrepeso incluido. Lo tacharon de rebelde. Pero los números de Coentrão —un gol y tres asistencias en 65 encuentros— quedan a mucha distancia. Ancelotti trató de traspasar al portugués el pasado verano, pero nadie ofreció ni la mitad de lo pagado en su día por el Madrid.

De familia muy humilde, Marcelo recibió el apoyo económico de su abuelo Pedro, a quien dedica sus goles. Ahora es padre de un niño de cuatro años, Enzo Gattuso Alves, un nombre de reminiscencias futbolísticas muy diversas. En su octavo curso de blanco, ya nadie discute a Marcelo. Es sinónimo de desborde y gol.

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